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terça-feira, 4 de setembro de 2018

El Patriarca caldeo: no queremos una «zona protegida» para los cristianos de la Llanura del Nínive

El Patriarca Caldeo, Louis Raphael Sako



En este último año unas 8.000 familias cristianas han regresado a sus hogares en la Llanura del Nínive, de donde huyeron en 2014 por la llegada de los yihadistas del autodenominado Estado Islámico (Daesh), señala la agencia Fides. Para la Iglesia caldea no cabe de ninguna manera la posibilidad de establecer en la Llanura del Nínive “una zona protegida para los cristianos”. Así lo asegura el patriarca caldeo Louis Raphael Sako en una entrevista de hace unos días al diario árabe Asharq Al-Awsat, con sede en Londres. “Somos parte de Irak, no queremos la separación y la creación de guetos de inspiración sectaria en este país”, destaca el Patriarca caldeo, creado cardenal por Francisco el pasado 28 de junio.
En la entrevista, el primado de la Iglesia caldea insiste en que “a los cristianos iraquíes no les conviene recluirse en milicias confesionales” o confiarse a las “intimidaciones” de las fuerzas armadas extranjeras, haciendo hincapié en que la condición de la comunidad cristiana iraquí sigue siendo difícil porque además padece una continua emigración. Por eso, el Patriarca sostiene que marcharse de Irak no es la solución porque “Occidente no es un paraíso”.
La provincia de Nínive, salpicada de pequeñas ciudades y pueblos de mayoría cristiana, fue tomada por los yihadistas del Daesh en 2014 lo que provocó la huida de miles de cristianos iraquíes que se refugiaron en la Región Autónoma del Kurdistán iraquí. En mayo de 2017, en una declaración conjunta dirigida a las autoridades regionales y nacionales y a las organizaciones internacionales, dos arzobispos de Mosul, - el sirio-católico y Boutros Moshe y el sirio-ortodoxo Mar Nicodemus Daud Matti Sharaf -, junto a Mar Timoteo Musa al Shamany, arzobispo sirio-ortodoxo de Bartellah, solicitaron convertir la llanura de Nínive en una zona autónoma bajo la protección internacional de las Naciones Unidas, con el fin de librarla de conflictos y salvaguardar los derechos de las comunidades cristianas de esas tierras donde están tradicionalmente enraizadas. La declaración también reclamaba el derecho de autonomía administrativa para las comunidades cristianas en la llanura de Nínive, para las aldeas recientemente recuperadas del control de las milicias yihadistas. El patriarcado caldeo, por su parte, difundió un comunicado oficial en el que explica a los fieles que la Iglesia caldea no participa de la declaración de los obispos sirios.
El antiguo sueño de crear una zona independiente para los cristianos en la Llanura de Nínive -todavía fuertemente defendido por comunidades en la diáspora caldea y asiria-, fue promovido en la Convención Nacional de Washington en septiembre de 2016 por la organización Usa In Defense of Christians (IDC), en el encuentro dedicado al tema “Más allá del genocidio. Preservar el cristianismo en Medio Oriente”.

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