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domingo, 31 de julho de 2022

«Papá, me quieren matar por ser cristiana»: los últimos minutos de Deborah, joven mártir en Nigeria

En mayo, compañeros de clase musulmanes la apedrearon y quemaron


Deborah Yakubu.
El espantoso asesinato de Deborah Yakubu, auténtica mártir de la fe, no muestra solo la sordidez del islamismo, sino la incapacidad del estado nigeriano para garantizar la vida de sus ciudadanos cristianos. Foto: Tempi.


ReL


El padre de Deborah Yakubu habla por primera vez del asesinato de su hija, que fue apedreada y quemada por sus compañeros musulmanes de universidad en Nigeria por un supuesto mensaje "blasfemo". El Parlamento Europeo se negó a condenar este crimen, por la oposición de la izquierda y gracias a la abstención, entre otros, de Ciudadanos.

"Tienen 34 abogados voluntarios y ni siquiera están arrepentidos. ¿Qué queréis que haga?", lamenta el padre de la joven, que asistió en directo al sacrificio de su hija, impotente ante un estado fallido. Es un reportaje de Leone Grotti en Tempi.

***

"Papá, me quieren matar".

El padre de Deborah podría esperarse de todo, excepto escuchar estas palabras cuando a las 9 de la mañana del 12 de mayo, un día que debería haber sido como cualquier otro, contestó a la llamada telefónica de su hija.

"Pero ¿quién quiere matarte? ¿Por qué?", respondió apresuradamente, con la voz ya llena de angustia.

"Porque soy cristiana. Me acusan de cometer un acto de blasfemia".

Nadie en Occidente se preocuparía seriamente por tal acusación. Pero Nigeria no es ni Europa ni Estados Unidos, especialmente el norte del país, habitado mayoritariamente por musulmanes, y sobre todo Sokoto, capital del estado norteño nigeriano del mismo nombre, sede de lo que fue un importante califato a finales del siglo XIX y donde todavía se aplica la sharía, a pesar de que la Constitución del país declara explícitamente que Nigeria es un estado laico. Una acusación de blasfemia en el norte islámico de Nigeria, al igual que en Pakistán o Afganistán, equivale a menudo a una sentencia de muerte.

El atroz asesinato de Deborah Yakubu, que fue apedreada y luego quemada por sus compañeros de economía doméstica en el Colegio Universitario Shehu Shagari de Sokoto, horrorizó al mundo entero. La historia de esta joven de 22 años revela un aspecto casi desconocido de la persecución de los cristianos en Nigeria.

El país más poblado y rico de África, dividido casi perfectamente por la mitad entre cristianos y musulmanes (cada grupo tiene unos 100 millones de creyentes), es noticia cuando Boko Haram lleva a cabo un atentado suicida, cuando el Estado islámico -aquí llamado Iswap- orquesta un secuestro masivo, cuando bandas de musulmanes fulani asaltan pueblos cristianos en el Middle Belt, arrasándolos.

Cuando una de las muchas masacres motivadas por el odio religioso y la sed de poder es tan atroz que no puede ser ignorada.

Pero en Nigeria, sobre todo en el norte, hay una persecución cotidiana menos llamativa, una discriminación rastrera que empuja a los cristianos a vivir casi en la clandestinidad, a cuidar cada palabra, como si no tuvieran derechos civiles como todos los demás.

El mensaje incriminatorio

Esta fue la persecución que llevó a Deborah a una muerte espantosa, inhumana y "satánica", como la han definido muchos en Nigeria. Sin embargo, muy poca gente sabe exactamente lo que ocurrió realmente aquel 12 de mayo, cuando un trivial altercado en WhatsApp llevó a un grupo de veinteañeros a apedrear y prender fuego a una compañera de clase.

Los escasos relatos periodísticos carecen de detalles porque los que estaban allí esa mañana tienen todo el interés en permanecer ocultos y en silencio. Uno de los pocos que lo vio todo con sus propios ojos es el padre de Deborah, que ha accedido a rememorar aquel día por primera vez en Tempi, con la condición de que, por razones de seguridad, no se publique su nombre, ni su foto, ni la de su numerosa familia, de la que prefiere no decir nada.

Deborah Yakubu.

Deborah era una brillante estudiante en el Shehu Shigari College of Education de Sokoto (Nigeria).

Cuando llamó a su padre por teléfono, Deborah ya estaba en una celda de seguridad, donde los guardias de la universidad solían encerrar a los ladronzuelos que se encontraban merodeando por el campus.

La habían llevado allí para protegerla y arrebatarla de las manos de sus verdugos, que se habían reunido a primera hora de la mañana para tenderle una emboscada y matarla.

"Esa semana hubo varios exámenes", cuenta su padre. "Deborah y sus compañeros habían abierto un grupo en WhatsApp en el que hablaban de los cursos, los exámenes y el material necesario para realizarlos".

El día antes del asesinato, una compañera le había preguntado cómo había conseguido sacar tan buenas notas en el último semestre, y ella le había contestado por mensaje con la naturalidad y sencillez propias de una mujer joven, pero ya dotada de una fe madura. "Todo gracias a Jesús".

"El 99% de sus compañeros eran musulmanes y se sintieron ofendidos por esa respuesta, así que le dijeron que retirara esas palabras y se disculpara", explica su padre. Pero Deborah se negó, diciendo que no había hecho nada malo, "que creer en Jesús no es un delito en Nigeria y que no tenía intención de pedir perdón".

El padre de Deborah nunca pudo recuperar el teléfono de su hija y, por tanto, ni siquiera el contenido exacto del chat. Por supuesto, llovieron los insultos, las proclamas religiosas y las amenazas de muerte, hasta el punto de que Deborah se vio impulsada a enviar un mensaje de voz en el dialecto hausa que, traducido, suena así: "Buen Dios, no nos pasará nada. El propósito por el que se creó este grupo es enviar ejemplos de exámenes pasados, no divulgar información innecesaria. Y además, ¿quién es el profeta Mahoma?".

La lentitud de la seguridad

El mensaje, subraya el padre, "no contiene ninguna expresión blasfema, pero es un audio extraño y creo, aunque no tengo pruebas, que fue cortado o manipulado. Solo por citar a Mahoma empezaron a acusarla de blasfemia, aunque creo que la base de las acusaciones eran los celos de sus compañeros porque era cristiana y una magnífica estudiante".

En la mañana del 12 de mayo no había lugar para razonar o tratar de entender por qué alguien quería matar a su Deborah. El padre de Deborah reconstruyó después los mensajes de voz, las medias frases y las envidias.

Tras recibir la fatídica llamada, con el corazón en vilo, se dirigió directamente a la universidad y solo cuando llegó se dio cuenta de la gravedad de la situación: los guardias de seguridad de la universidad estaban desplegados para proteger la garita. Dentro, su hija estaba esperando, quizás rezando. En el exterior, una multitud de musulmanes gritaba sin cesar con las caras contraídas: "¡Allahu Akbar! ¡Allahu Akbar! (¡Alá es grande!)".

"La situación era muy tensa, supe inmediatamente que, si no hacíamos nada, esa gente entraría o quemaría la garita. Desgraciadamente, las autoridades del colegio aún no habían llamado a la policía, así que tuve que ir a la comisaría". Al principio los agentes no se creyeron las palabras del padre o les hicieron poco caso, porque solo enviaron a tres policías al colegio y, además, sin uniforme. Cuando vieron la multitud con sus propios ojos y oyeron los gritos con sus propios oídos, los policías se convencieron de que se necesitaban refuerzos y además bien armados.

La intervención policial, que el padre de Deborah estaba convencido de que sería decisiva, no resultó concluyente. El acceso a la garita de vigilancia estaba vedado, ya que las autoridades universitarias se habían llevado la llave de la puerta, y era imposible pasar por las ventanas, ya que estaban cerradas con fuertes rejas. Mientras algunos agentes salían a buscar desesperadamente la llave, "la multitud crecía y no paraba de gritar: '¡Allahu Akbar! ¡Matémosla! Quememos la garita'".

Exaltación frente a los smartphones

Habían pasado ya dos horas desde el comienzo del calvario de Deborah y el padre seguía convencido de que lograría salvar a su hija, a pesar de todo. Efectivamente, dos camiones de la policía habían llegado a la universidad y los agentes habían empezado a lanzar gases lacrimógenos a la multitud para intentar dispersarla.

Cuando finalmente, a mediodía, se encontró la llave de la garita de vigilancia a mediodía, había un centenar de agentes defendiendo a la joven cristiana, 70 de ellos armados con AK-47. El padre estaba seguro de que era un número suficiente para enfrentarse a los doscientos musulmanes que, sin embargo, por rabia y furia ideológica, no iban armados más que con piedras, garrotes y palos.

Sin embargo, "la policía nunca disparó un tiro, ni siquiera al aire. Lanzaron gases lacrimógenos, claro, pero tuve la clara impresión de que, si hubieran querido de verdad, podrían haber salvado a Deborah. Tuvieron cuatro horas para sacarla de allí, pero no lo hicieron".

La situación se precipitó entonces de forma rápida e inesperada: la multitud rompió el cordón policial, prendió fuego a la garita, sacó a Deborah a rastras y comenzó a golpearla salvajemente con piedras y palos, sin piedad, porque los blasfemos, según la sharía, no la merecen. Tras apedrearla, arrojaron neumáticos sobre su cuerpo y la quemaron.

Los más entusiastas de la multitud, convencidos de que estaban captando un momento glorioso, lo filmaron todo con sus smartphones, y uno de los asesinos, presa de una euforia diabólica, mostró triunfalmente a la cámara la caja de cerillas con la que había prendido fuego al cuerpo de la joven cristiana.

Un hombre muestra una caja de cerillas.

Antes de que comenzara la ejecución sumaria, mientras la sacaban de la garita a la fuerza, arrancándole la ropa, Deborah solo tuvo tiempo de preguntar a sus verdugos: "'¿Qué esperáis ganar matándome?'. Esas fueron sus últimas palabras", cuenta su padre.

Una vez terminado el sangriento ritual, por fin satisfechos, la multitud se dispersó y la policía, junto con las autoridades del colegio, recogieron el cuerpo carbonizado de Deborah.

"La llevaron al hospital, mientras yo los seguía, y luego se fueron dejándome allí solo", continuó el padre.

"Querían incinerar su cuerpo y yo no sabía qué hacer. Me pasé todo el día siguiente consiguiendo permisos para llevar a mi Deborah a casa y darle un entierro adecuado en mi pueblo. El sábado por fin lo conseguí, pero no fue fácil: la ciudad estaba revuelta".

Solidaridad con los asesinos

Por extraño que parezca, no fue la minoría cristiana que vive en Sokoto la que salió a la calle por miles, protestando, coreando consignas y saqueando edificios, sino la comunidad islámica, furiosa porque la policía se había atrevido a detener a dos de los muchos asesinos que habían apedreado y quemado a Deborah: sus compañeros de clase Bilyaminu Aliyu y Aminu Hukunchi.

Cientos de musulmanes protestaron violentamente en las calles de Sokoto tras la detención de dos de los responsables del asesinato de Deborah.

Según el padre de la cristiana, "15 ó 20 personas la mataron físicamente" de una multitud de doscientos. Esto significa que unos 18 criminales siguen en libertad por un asesinato que suscitó la condena unánime de todas las autoridades gubernamentales y religiosas de Nigeria. Sin embargo, la comunidad musulmana de Sokoto no está satisfecha, ya que considera esas detenciones una afrenta porque, según ellos, los dos jóvenes no habían hecho más que defender "el honor del profeta Mahoma" de los insultos de una blasfema.

Por eso asaltaron la catedral de la Sagrada Familia, destruyendo las vidrieras de la iglesia.

Por eso devastaron la iglesia católica de San Kevin, quemándola parcialmente, y destrozaron las ventanas del complejo hospitalario que la diócesis estaba construyendo cerca.

La furia de los manifestantes cayó también sobre un edificio de la Iglesia evangélica Ecwa, las tiendas de muchos cristianos y un autobús, que fue incendiado. Miles de personas marcharon entonces hacia el palacio del sultán, Muhammad Sa'ad Abubakar, para exigir la liberación de los detenidos, al grito de "¡Allahu Akbar!".

Mientras el gobernador de Sokoto imponía el toque de queda en la ciudad y el padre de Deborah intentaba volver a casa con los restos de su hija, dos de los presuntos asesinos comparecieron ante el tribunal, asistidos por un grupo de nada menos que 34 abogados que se ofrecieron a defenderlos. Ambos acusados se declararon inocentes y pidieron la libertad bajo fianza.

Los jueces aún no han decidido si los ponen en libertad, pero al padre de Deborah no le importa el juicio: no asistió a la primera vista y no le importan las siguientes. Es más, ni siquiera quiere presentar cargos: "¿Qué puedo hacer? Tienen más de 30 abogados. Se han declarado inocentes, ni siquiera lamentan haber matado a mi hija. ¿Cómo puedo esperar obtener justicia de un tribunal humano en estas condiciones? Solo Dios puede hacer justicia".

Se siente impotente, la misma sensación que tuvo aquella mañana del 12 de mayo, cuando la turba irrumpió en la garita para matar a su Deborah sin que la policía moviera un dedo para detenerlos. "Todavía tengo a la gente que la mató delante de mis ojos. Me siento triste, pero no quiero vengarme. No puedo hacer nada, pero sé que Dios existe y rezo para que se ocupe de todo. No lo entiendo, solo Él tiene todas las respuestas. Mi Deborah no hizo nada malo, pero la mataron. Lo dejo todo en manos de Dios. Él se ocupará de todo".

Traducido por Verbum Caro.



Uma viagem para a História

Bom dia e um santo domingo para si, que nos acompanha,

O Papa completou uma viagem histórica ao Canadá, onde se misturaram risos e lágrimas, alívio e raiva, luto, luta e esperança. Acredito que serão precisos muitos anos até termos a total dimensão da importância desta visita, que acabou com uma palavra central, interpeladora para todos: genocídio.

Da tradicional conferência de imprensa chegou, depois, a confirmação de que o Papa considera seriamente a hipótese de renunciar ao pontificado, ainda que não no imediato. Deixo apenas um reparo, em relação a algo que ouvi nas notícias de sábado: esta não foi a primeira vez que abordou o tema. Se acompanha habitualmente o nosso trabalho, sabe disso.

Por cá, sábado foi dia de festa na minha diocese natal, o Funchal, com a ordenação de três sacerdotes. Muitas felicidades para os novos padres, nesta missão.

Este domingo fica marcado pela passagem dos símbolos da Jornada Mundial da Juventude (JMJ) da diocese de Lamego para a de Bragança-Miranda. O percurso da peregrinação no último mês está em destaque nas emissões do programa ECCLESIA, na Antena 1 (06h00) e no ‘70x7’, na RTP2 (07h00). É cedo, mas ambos ficam depois disponíveis, online.

Ainda a respeito da JMJ 2023, o Coro do Comité Organizador Diocesano de Coimbra vai atuar hoje, pela primeira vez, às 18h00, no Convento de São Francisco naquela cidade. Fica o convite.

Despeço-me com votos de boas notícias, sempre,

Octávio Carmo

 


www.agencia.ecclesia.pt

      



sábado, 30 de julho de 2022

«La fe debe transmitirse en dialecto, y en dialecto materno, el de las abuelas»: el Papa en el avión

Hace comentarios generales sobre colonialismos y remite los alemanes a su carta de 2019


El Papa Francisco improvisa respuestas con los periodistas en el vuelo de vuelta de Canadá a Roma

ReL


En el vuelo de vuelta de Canadá, el Papa Francisco ha respondido, como suele hacer, a las preguntas de los periodistas, que VaticanNews ha transcrito y difundido.

Preguntado por el concepto "Doctrina del Descubrimiento" (las bulas papales del s.XV autorizando a potencias católicas -España y Portugal- a establecerse en territorios paganos), pasó a hablar de la esclavitud y luego consideró que todos los colonialismos son iguales al despreciar al otro.

Sobre el sistema de internados canadienses, se mostró a favor de calificarlo como "genocidio", y no sólo "genocidio cultural".

Comentó que no existe una "espiritualidad papal" (mientras sí existe una espiritualidad jesuita). No quiso comentar la situación política en Italia (sin Gobierno), si bien añadió que "nadie puede decir que el Presidente Draghi no sea un hombre de gran prestigio internacional".

Sobre el Camino Sinodal alemán, volvió a recomendar la carta que él mismo escribió en verano de 2019, "y de eso no voy a decir más".

Comentó sus posibles viajes a África o Uzbekistán (un congreso de religiones, más tranquilo y adecuado con la rodilla estropeada).

Preguntado por cambiar la doctrina sobre anticoncepción se alargó hablando sobre el desarrollo de la doctrina y criticando los tradicionalistas con "la fe muerta de los vivos", mientras que la verdadera tradición es, dijo, "la fe viva de los muertos".

Por último, declaró que "la fe debe transmitirse en dialecto, y el dialecto materno, el de las abuelas. Recibimos la fe en forma de dialecto femenino, y esto es muy importante: el papel de la mujer en la transmisión de la fe y en el desarrollo de la misma. Es la madre o la abuela la que enseña a rezar", añadió.


Francisco llegó a Roma procedente de Canadá el sábado a las 8.06 horas, concluyendo así su 37º viaje apostólico internacional. De inmediato se dirigió a rezar a Santa María la Mayor, al icono de María Salud del Pueblo Romano, como acostumbra antes y después de cada viaje.

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Transcripción del encuentro con periodistas en el vuelo de vuelta de Canadá

por VaticanNews

Jessica Ka'nhehsíio DEER (CBC RADIO - CANADA INDIGENA)
-Como descendiente de un superviviente de una escuela residencial, sé que los supervivientes y sus familias quieren ver acciones concretas que sigan a sus disculpas, incluido el rechazo de la "doctrina del descubrimiento". Teniendo en cuenta que esto sigue estando consagrado en la Constitución y en los sistemas jurídicos de Canadá y Estados Unidos, donde los pueblos indígenas siguen siendo despojados de sus tierras y privados de poder, ¿no ha sido una oportunidad perdida hacer una declaración en este sentido durante su viaje a Canadá?

PAPA: Lo último, no entiendo el problema. ¿Puede explicar que cosa entiende por doctrina del descubrimiento?

Jessica Ka'nhehsíio DEER
-Está en el hecho de que las poblaciones indígenas siguen privadas de tierras y de poder, en virtud de esas Bulas papales y de este concepto de la doctrina del descubrimiento. Cuando hablo con personas indígenas, me dicen que cuando la gente vino a colonizar América, existía esta doctrina del descubrimiento que, de alguna manera, daba fuerza a la idea de que los pueblos indígenas de los nuevos países eran inferiores a los católicos. Así es como Canadá y Estados Unidos se convirtieron en "países".

PAPA: - Gracias por la pregunta. Creo que este es un problema de todo colonialismo, de todo. Incluso hoy: las colonizaciones ideológicas actuales tienen el mismo esquema. Quien no entra en su camino, es inferior. Pero quiero ir más allá en esto.

» Se les consideraba no sólo inferiores: algún teólogo un poco loco se preguntaba si tenían alma. Cuando Juan Pablo II fue a África, al puerto donde se embarcaban los esclavos [la isla de Gorée, el puerto de no retorno], hizo una señal para que llegáramos a comprender el drama, el drama criminal: esas personas fueron arrojadas al barco, en condiciones desastrosas, y luego fueron esclavas en América.

» Es cierto que hubo voces que se pronunciaron, como Bartolomé de las Casas, por ejemplo; Pedro Claver, pero fueron la minoría. La conciencia de la igualdad humana llegó lentamente. Y digo conciencia, porque en el inconsciente todavía hay algo...

» Siempre, tenemos -permítanme decirlo- como una actitud colonialista de reducir su cultura a la nuestra. Es algo que nos viene del modo de vida desarrollado, el nuestro, que a veces perdemos valores que ellos tienen. Por ejemplo: los pueblos indígenas tienen un gran valor que es el de la armonía con la Creación y al menos algunos que conozco lo expresan con la palabra vivir bien. Eso no significa, como entendemos los occidentales, pasarla bien o vivir la dolce vita: no. Vivir bien es custodiar la armonía, y ese es para mí el gran valor de los pueblos originarios. Armonía.

» Estamos acostumbrados a reducir todo a la cabeza: en cambio, la personalidad de los pueblos originarios -hablo en general- sabe expresarse en tres lenguajes: el de la cabeza, el del corazón y el de las manos. Pero todos juntos y saben tener este lenguaje con la Creación. Entonces, este progresismo acelerado del desarrollo algo exagerado, algo neurótico que tenemos, ¿no?

» No hablo en contra del desarrollo: el desarrollo es bueno. Pero no es bueno con la ansiedad del desarrollo-desarrollo-desarrollo... Mira, una de las cosas que nuestra civilización sobredesarrollada, comercial ha perdido es la capacidad de la poesía: los pueblos indígenas tienen esa capacidad poética. No estoy idealizando.

» Entonces, esta doctrina de la colonización: es verdad, es mala, es injusta. Incluso hoy en día se utiliza: lo mismo, con guantes de seda, tal vez, pero se utiliza, hoy en día. Por ejemplo, algunos obispos de algunos países me han dicho: “Pero, nuestro país, cuando pide un crédito a una organización internacional, le ponen condiciones, incluso legislativas, colonialistas. Para darles crédito, les hacen cambiar un poco su forma de vida”.

» Volviendo a nuestra colonización de América, la de los ingleses, la de los franceses, la de los españoles, la de los portugueses, que son cuatro que siempre han sido ese peligro... Por el contrario, esa mentalidad “nosotros somos superiores y estos nativos no cuentan”, y eso es grave. Por eso hay que trabajar en lo que tú dices: volver atrás y sanear, digamos, lo que se hizo mal, sabiendo que el mismo colonialismo existe hoy. Pensemos, por ejemplo, en un caso, que es universal y me atrevo a decirlo. Pienso en el caso de los Rohingya, en Myanmar: no tienen derecho a la ciudadanía, son de nivel inferior. Incluso hoy en día. Muchas gracias.

Brittany Hobson (THE CANADIAN PRESS)
- Buenas tardes, Papa Francisco. Mi nombre es Brittany Hobson, de la Canadian Press. Usted ha dicho a menudo que es necesario hablar en términos claros, honestos y directos. Usted sabe que la Comisión Canadiense de la Verdad y la Reconciliación calificó el sistema de escuelas residenciales de genocidio cultural, y esta expresión ha sido corregida a genocidio simplemente. Las personas que escucharon sus palabras de disculpa esta semana lamentaron que no se utilizara el término genocidio. ¿Utilizaría este término y reconocería que miembros de la Iglesia participaron en este genocidio?

PAPA: - Es cierto que no utilicé la palabra porque no me vino a la mente, pero describí el genocidio y pedí perdón, perdón por esta obra que es genocida. Por ejemplo, yo también condené esto, ¿no? Quitar a los niños, cambiar la cultura, cambiar las mentes, cambiar las tradiciones, cambiar una raza, digamos, toda una cultura. Sí, es una palabra técnica -genocidio- pero no la utilicé porque no me vino a la mente. Pero describí que era cierto, sí, era un genocidio, sí, sí. Tranquilos, tú puedes informar que yo he dicho que fue un genocidio. Gracias.

María Valentina Alazraki Crastich (TELEVISA)
- Papa Francisco, buenas tardes. Suponemos que este viaje a Canadá ha sido también una prueba, un ensayo para su salud, por lo que ha descrito esta mañana como "limitaciones físicas". Así que queríamos saber: después de esta semana, ¿qué puede decirnos sobre sus futuros viajes? Si quieres seguir viajando así... ¿Habrá algún viaje que no puedas hacer por estas limitaciones, o después de una semana cree la operación de rodilla podría solucionar más la situación y viajar de forma... cómo antes?

PAPA: - Gracias. No sé... No creo que pueda ir al mismo ritmo que antes. Creo que a mi edad y con esta limitación, tengo que ahorrar un poco para poder servir a la Iglesia o, por el contrario, pensar en la posibilidad de dar un paso al costado. Esto con toda honestidad: no es una catástrofe, se puede cambiar Papa, ¡no hay problema!

» Pero creo que tengo que limitarme un poco con estos esfuerzos. La operación de rodilla no va, no va en mi caso. Los técnicos dicen que sí, pero está todo el problema de la anestesia: me sometí a más de seis horas de anestesia hace diez meses y todavía quedan rastros. No se juega con la anestesia. Y por eso crees que no es del todo conveniente. Pero intentaré seguir viajando y estar cerca de la gente, porque creo que es una forma de servir, de estar cerca. Pero más que eso no puedo decir. Esperemos... En México no hay ninguna previsión todavía, ¿eh?

María Valentina Alazraki
- No, no... y ¿Kazajistán? Y si va a Kazajistán, ¿no debería ir también a Ucrania, tal vez, si va a Kazajistán?

PAPA: -Dije que me gustaría ir a Ucrania. Vamos a ver ahora lo que me encuentro cuando llegue a casa. Kazajstán, por el momento, me gustaría ir: es un viaje tranquilo, sin tanto movimiento, es un congreso de religiones, allí. Pero por el momento, todo se mantiene. Además, tengo que ir a Sudán del Sur antes que, al Congo, porque es un viaje con el Arzobispo de Canterbury y el Obispo de la Iglesia de Escocia, los tres juntos como hicimos en el retiro de hace dos años. Luego el Congo. Pero será el año que viene, porque es la temporada de lluvias... veamos: tengo toda la buena voluntad, pero veamos qué dice la pierna.

Carolina Pigozzi (PARIS MATCH)
- Esta mañana se ha reunido en el arzobispado con miembros locales de la Compañía de Jesús, su familia; como siempre hace durante sus viajes. Hace nueve años, al volver de Brasil, le pregunté si todavía se sentía jesuita. Su respuesta fue positiva. El 4 de diciembre, después de ver a los jesuitas en Grecia, dijo que cuando se inicia un proceso hay que dejar que se desarrolle, que crezca una obra, y luego hay que retirarse. Todo jesuita -dijo- debe hacer esto, ningún trabajo le pertenece porque es del Señor. ¿Podría esta afirmación ser válida algún día para un Papa jesuita?

- Creo que sí, sí.

Carolina Pigozzi
- ¿Significa eso que podría retirarse como los jesuitas?

- Sí. Sí. Es una vocación.

Carolina Pigozzi
- ¿Ser Papa o Jesuita?

PAPA: - Jesuita. Que el Señor diga. El jesuita intenta -lo intenta, no siempre, pero lo intenta- hacer la voluntad del Señor. El Papa jesuita también debe hacer lo mismo. Cuando el Señor habla..., si el Señor dice adelante, tú vas adelante, si el Señor dice ve a la esquina, tú vas a la esquina. Es el Señor quien...

Carolina Pigozzi
- Lo que dice significa que espera la muerte en ese momento....

PAPA: - Pero todos esperamos la muerte...

Carolina Pigozzi
- Es decir: ¿no se retira primero?

PAPA: - Lo que diga el Señor. El Señor puede decir que renuncie. Es el Señor quien manda.

» Una cosa sobre San Ignacio, esto es importante. San Ignacio cuando uno estaba cansado, enfermo, le dispensaba de la oración, pero nunca le dispensaba del examen de conciencia. Dos veces al día: mira lo que ha pasado hoy en mi corazón. No 'pecados' o 'no pecados', sino qué espíritu me ha movido hoy. Nuestra vocación es buscar lo que ha ocurrido hoy.

» Si yo -esto es una hipótesis- veo que el Señor me dice algo, que me ha pasado algo, que tengo una inspiración, tengo que discernir para ver qué me pide el Señor. También puede ser que el Señor quiera arrinconarme, Él es el que manda. Esta es la forma de vida religiosa de un jesuita, estar en discernimiento espiritual para tomar decisiones, elegir un camino de trabajo, de compromiso también... El discernimiento es la clave en la vocación del jesuita. Esto es importante.

» San Ignacio fue muy fino en esto porque fue su propia experiencia de discernimiento espiritual la que le llevó a la conversión. Y los ejercicios espirituales son realmente una escuela de discernimiento. Así que el jesuita debe ser por vocación un hombre de discernimiento: discernir las situaciones, discernir la propia conciencia, discernir las decisiones que hay que tomar. Por eso debe estar abierto a todo lo que el Señor le pida, esto es un poco de nuestra espiritualidad.

Carolina Pigozzi
- Pero, ¿se siente más Papa o más jesuita?

PAPA: -Oh, bueno... Nunca he hecho esa medición, (nunca he) medido (si) más Papa o Jesuita. Me siento un siervo del Señor con el hábito jesuita. No hay espiritualidad papal. No lo hay. Cada Papa lleva a cabo su propia espiritualidad. Piensa en San Juan Pablo II con esa hermosa espiritualidad mariana que tenía. Lo tuvo antes y lo tuvo como Papa. Piensa en los muchos Papas que han llevado su espiritualidad.

» El papado no es una espiritualidad, es un trabajo, una función, un servicio. Cada uno lo realiza con su propia espiritualidad, sus propias gracias, su propia fidelidad y también sus propios pecados. Pero no hay espiritualidad papal. Por eso no hay comparación entre la espiritualidad jesuita y la espiritualidad papal, porque esta última no existe. ¿Lo entiendes?

Severina Elisabeth Bartonitschek (CIC)
- Ayer también habló de la fraternidad de la Iglesia, una comunidad que sabe escuchar y dialogar, que promueve una buena calidad de relaciones. Pero hace unos días apareció la declaración de la Santa Sede sobre el Camino Sinodal Alemán, (un texto) sin firma. ¿Cree que esta forma de comunicar contribuye o es un obstáculo para el diálogo?

PAPA: - En primer lugar, ese comunicado lo hizo la Secretaría de Estado... fue un error no decirlo... creo que decía comunicado de la Secretaría de Estado, pero no estoy seguro. Fue un error no firmar como Secretaría de Estado, pero un error de oficio, no de mala voluntad.

» Y sobre el Camino Sinodal escribí una carta, lo hice solo: un mes con oración, reflexión, consultas. Y dije todo lo que tenía que decir sobre el Camino Sinodal, más que eso no diré y es el Magisterio Papal sobre el Camino Sinodal, esa carta que escribí hace dos años. Me salté la Curia, porque no hice consultas (en la Curia), nada. Hice mi propio camino también como pastor (para) una Iglesia que busca un camino, como hermano, como padre y como creyente. Y este es mi mensaje. Sé que no es fácil, pero todo está en esa carta. Gracias. 

Ignazio Ingrao (RAI - TG1)
- Italia está atravesando un momento difícil que también causa preocupación a nivel internacional. Está la crisis económica, la pandemia, la guerra y ahora también estamos sin gobierno. Usted es el Primado de Italia: en su telegrama al Presidente Mattarella con motivo de su cumpleaños habló de un país marcado por muchas dificultades y llamado a tomar decisiones cruciales. ¿Cómo vivió la caída de Draghi?

PAPA: - En primer lugar, no quiero inmiscuirme en la política interior italiana. Segundo: Nadie puede decir que el Presidente Draghi no sea un hombre de gran prestigio internacional. Fue presidente del Banco (Central Europeo). Tuvo una buena carrera. Hice una pregunta a uno de mis colaboradores: dime, ¿cuántos gobiernos ha tenido Italia en este siglo? Me dijo 20. Esta es mi respuesta.

Ignazio Ingrao
- ¿Qué llamamiento hace usted a las fuerzas políticas ante estas difíciles elecciones?

PAPA: - Responsabilidad. Responsabilidad cívica…  

Claire Giangrave (RELIGION NEWS SERVICE)
Muchos católicos, pero también muchos teólogos, creen que es necesaria una evolución de la doctrina de la Iglesia respecto a los anticonceptivos. Al parecer, incluso su predecesor, Juan Pablo I, pensó que la prohibición total quizás debía ser reconsiderada. ¿Qué opina al respecto, es decir, está abierto a una reevaluación en este sentido? ¿O existe la posibilidad de que una pareja considere los anticonceptivos?

PAPA: -Se trata de algo muy puntual. Pero sabed que el dogma, la moral, está siempre en vías de desarrollo, pero en un desarrollo en el mismo sentido. Para utilizar algo que está claro, creo que lo he dicho aquí antes: para el desarrollo teológico de una cuestión moral o dogmática, hay una regla que es muy clara y esclarecedora. Esto es lo que hizo Vicente de Lerins en el siglo X más o menos [en realidad es del siglo V; nota de ReL].

»Dice que la verdadera doctrina para avanzar, para desarrollarse, no debe ser tranquila, se desarrolla ut annis consolidetur, dilatetur tempore, sublimetur aetate. Es decir, se consolida con el tiempo, se expande y se consolida y se hace más firme pero siempre progresando.

»Por eso el deber de los teólogos es la investigación, la reflexión teológica, no se puede hacer teología con un "no" por delante. Luego será el Magisterio el que diga que no, que fuisteis más allá, que volváis, pero el desarrollo teológico debe ser abierto, los teólogos (ahí) están para eso. Y el Magisterio debe ayudar a comprender los límites.

»Sobre el tema de la anticoncepción, sé que ha salido una publicación sobre este y otros temas matrimoniales. Estos son las actas de un congreso y en un congreso hay ponencias, luego discuten entre ellos y hacen propuestas. Hay que ser claros: los que han hecho este congreso han cumplido con su deber, porque han tratado de avanzar en la doctrina, pero en sentido eclesial, no fuera, como dije con aquella regla de San Vicente de Lerins. Entonces el Magisterio dirá, sí es bueno o no es bueno. Pero muchas cosas se llaman...

»Pensemos, por ejemplo, en las armas atómicas: hoy he declarado oficialmente que el uso y la posesión de armas atómicas es inmoral. Piensa en la pena de muerte: hoy puedo decir que ahí estamos cerca de la inmoralidad, porque la conciencia moral se ha desarrollado bien.

»Para ser claros: cuando se desarrolla el dogma o la moral, está bien, pero en esa dirección, con las tres reglas de Vicente de Lerins.

»Creo que esto es muy claro: una Iglesia que no desarrolla su pensamiento en sentido eclesial es una Iglesia que va hacia atrás, y este es el problema hoy, de tantos que se llaman tradicionales. No, no, no son tradicionales, son 'indietristas', van hacia atrás, sin raíces: siempre se ha hecho así, en el siglo pasado se hizo así. Y el 'indietrismo' es un pecado porque no va con la Iglesia.

»En cambio, la tradición, dijo alguien -creo que lo dije en una de las intervenciones- la tradición es la fe viva de los muertos, en cambio estos "indietristas" que se llaman tradicionalistas, es la fe muerta de los vivos. La tradición es precisamente la raíz, la inspiración para avanzar en la Iglesia, y siempre ésta es vertical. Y el 'indietrismo' va hacia atrás, siempre está cerrado. Es importante entender bien el papel de la tradición, que siempre está abierta, como las raíces del árbol, y el árbol crece...

»Un músico tenía una frase muy bonita: Gustav Mahler, dijo que la tradición en este sentido es la garantía del futuro, no es una pieza de museo. Si concibes la tradición cerrada, esa no es la tradición cristiana... siempre es el jugo de las raíces el que te lleva hacia adelante, hacia adelante, hacia adelante. Por eso, por lo que dices, pensar y llevar la fe y la moral hacia adelante, pero mientras vaya en la dirección de las raíces, del jugo, está bien. Con estas tres reglas de Vincent de Lerins que he mencionado.

Eva Fernández (Cadena Cope)
- A finales de agosto tenemos un consistorio. Últimamente mucha gente le ha preguntado si ha pensado en dimitir, no se preocupe, esta vez no se lo preguntaremos, pero tenemos curiosidad: ¿ha pensado alguna vez en qué características le gustaría que tuviera su sucesor?

PAPA:-Esto es una obra del Espíritu Santo, ¿sabes? Nunca me atrevería a pensar... El Espíritu Santo puede hacer esto mejor que yo, mejor que todos nosotros. Porque inspira las decisiones del Papa, siempre inspira. Porque está vivo en la Iglesia, no se puede concebir la Iglesia sin el Espíritu Santo, es el que hace las diferencias, también hace el ruido -pensemos en la mañana de Pentecostés- y luego hace la armonía.

» Es importante hablar de "armonía" en lugar de "unidad". Unidad sí, pero armonía, no como algo fijo. El Espíritu Santo te da una armonía progresiva, que continúa. Me gusta lo que dice San Basilio sobre el Espíritu Santo: Ipse armonia est, Él es la armonía. Él es armonía porque primero hace el ruido con la diferencia de carismas. Así que dejemos este trabajo al Espíritu Santo.

»Sobre mi dimisión, me gustaría daros las gracias por un bonito artículo que uno de vosotros escribió (poniendo) todas las señales que podrían llevar a una dimisión y todas las que están apareciendo. Es un buen trabajo de un periodista que luego acaba dando su opinión, pero (mientras tanto) va y ve todas las señales, no sólo las declaraciones, con ese lenguaje subterráneo que (sin embargo) también da señales. Saber leer las señales o al menos hacer un esfuerzo por interpretarlas, que puede ser eso o lo otro, es un buen trabajo que te agradezco mucho. 

Phoebe Natanson (ABC NEWS)
- Disculpe Santo Padre, sé que le han hecho muchas preguntas de este tipo, pero quería preguntarle, en este momento, con las dificultades de salud y todo eso, ¿se le ha ocurrido la idea de que podría ser el momento de retirarse? ¿Ha tenido algún problema que le haya hecho pensar en ello? ¿Ha habido algún momento difícil que le haya hecho pensar en ello?

PAPA:- La puerta está abierta, es una opción normal, pero hasta hoy no he llamado a esta puerta, no he dicho que voy a esta habitación, no he escuchado pensar en esta posibilidad. Pero eso no significa que pasado mañana no me ponga a pensar, ¿verdad? Pero ahora mismo, sinceramente, no lo sé.

»Este viaje también ha sido un poco una prueba... es cierto que no puedes hacer viajes en este estado, tienes que quizás cambiar un poco tu estilo, disminuir, pagar las deudas de los viajes que te quedan por hacer, reorganizar... Pero el Señor lo dirá. La puerta está abierta, eso es cierto.

» Y antes de despedirme, me gustaría hablar de algo que es muy importante para mí: el viaje a Canadá estuvo muy relacionado con la figura de Santa Ana. Dije algunas cosas sobre las mujeres, pero especialmente sobre las mujeres mayores, las madres y las abuelas. Y subrayé una cosa que está clara: la fe debe transmitirse en dialecto, y el dialecto -lo dije claramente- materno, el de las abuelas.

»Recibimos la fe en forma de dialecto femenino, y esto es muy importante: el papel de la mujer en la transmisión de la fe y en el desarrollo de la misma. Es la madre o la abuela la que enseña a rezar, es la madre o la abuela la que explica las primeras cosas que el niño no entiende sobre la fe.

»Alguien puede decirme: pero, ¿cómo lo explicas teológicamente? Porque diré (que) la que transmite la fe es la Iglesia y la Iglesia es mujer, la Iglesia es novia, la Iglesia no es masculina, la Iglesia es mujer. Y debemos entrar en este pensamiento de la Iglesia como mujer, la Iglesia como madre, que es más importante que cualquier fantasía ministerial machista o cualquier poder machista. La Iglesia madre, la maternidad de la Iglesia femenina. La figura de la Madre del Señor.

» En este sentido, es importante destacar la importancia en la transmisión de la fe de este dialecto materno. Lo descubrí leyendo, por ejemplo, el martirio de los Macabeos: dos o tres veces dice que su madre les dio el alma en el dialecto materno. La fe debe transmitirse en dialecto. Y ese dialecto lo hablan las mujeres. Esta es la gran alegría de la Iglesia, porque la Iglesia es mujer, la Iglesia es esposa. Quería decirlo claramente pensando en Santa Ana.

» Gracias, gracias por su paciencia. Gracias por escuchar, descansen y tengan un buen viaje.



«Há Pressa no Ar». Já canta o hino da JMJ Lisboa 2023?

Bom dia e paz e bem!!

“Todos vão ouvir a nossa voz/ Levantemos braços, há pressa no ar”: Já sabe o hino, vai juntar a sua voz à de milhares de jovens?

Depois de amanhã é dia 1 de agosto e falta um ano para a Jornada Mundial da Juventude em Lisboa. Por esta altura, em 2023, o hino da JMJ vai-se fazer ouvir em muitas dioceses portuguesas em diversos idiomas, na alegria do encontro e da novidade proporcionado pelos ‘Dias nas Dioceses’.

“O hino é uma marca importante em cada edição, a música tem o condão de marcar memórias: se ouço uma música lembro-me do momento que marcou, traz a memória do coração, as recordações e vivências, sendo um hino da JMJ e toda a envolvência, com toda a preparação que é um crescendo, é acompanhado sempre pelo hino” - Padre João Paulo Vaz.

O sacerdote da Diocese de Coimbra, autor da letra do hino da JMJ Lisboa 2023, disse à Agência ECCLESIA que esta é “uma marca importante em cada edição” do encontro mundial, e assumiu o desafio de “motivar a juventude”.

A entrevista ao padre João Paulo Vaz foi o mote para o programa de rádio ECCLESIA deste sábado, pelas 06h00 na Antena 1 da rádio pública, e fica disponível online aqui.


Foto Cáritas Internacional

Hoje é o Dia Mundial Contra o Tráfico de Pessoas; ‘Uso e abuso de tecnologia’ é o tema deste ano 2022.

A ‘Caritas Internationalis’ pediu “medidas rigorosas” para combater o crime do tráfico de pessoas, alertando em especial para a situação da guerra na Ucrânia.

Mais de 70 por cento das vítimas de tráfico de seres humanos são mulheres e meninas, alerta a organização da Igreja Católica.

“É necessária uma ação drástica para deter esse fenómeno moderno de escravidão moderna e comércio de carne e é necessário fortalecer as medidas para combater esse crime, incluindo políticas e regulamentações mais rigorosas em todos os níveis”, afirma o secretário-geral da Caritas Internacional, Aloysius John.

O Papa Francisco encerrou esta sexta-feira a sua viagem ao Canadá.

A agenda inclui encontros dedicados aos indígenas, jovens e idosos, no Quebeque e em Iqaluit – que abriga o maior número de Inuítes, junto ao Ártico, território dos esquimós -, além de uma audiência privada a sobreviventes das escolas residenciais.

“Vim ao Canadá como amigo para me encontrar convosco, para ver, ouvir, aprender e apreciar como vivem as populações indígenas deste país. Não vim como turista: vim como irmão, para descobrir pessoalmente os frutos bons e maus produzidos pelos membros da família católica local, no decurso dos anos.”

 

Qual é o seu sítio favorito no mês de agosto?
Eu recomendo www.agencia.ecclesia.pt

Votos de um bom fim-de-semana.
Cumprimentos,
Carlos Borges

 

 


www.agencia.ecclesia.pt

      



sexta-feira, 29 de julho de 2022

Francisco: «El Enemigo busca paralizarnos con la amargura», pero el cristiano se alza y reconstruye

Misa en Quebec en el antiguo santuario de Santa Ana de Beaupré, que atrae por sus milagros


Misa con Francisco en el santuario de Santa Ana cerca de Quebec
Misa con Francisco en el santuario de Santa Ana cerca de Quebec, muy visitado por los fieles locales


P.J.G.


Hace 100 años, en 1922, un incendio destrozó la hermosa iglesia de Santa Ana de Beaupré, muy cerca de Quebec. Pero se reconstruyó con gran hermosura y este jueves ha acogido una gran misa con el Papa Francisco.

El Pontífice puso ese ejemplo para enseñar la mentalidad cristiana, la de quien una y otra vez se alza, con realismo y desde su historia concreta, y sin desanimarse se pone a reconstruir.

El Papa señaló en su homilía algunos peligros para los cristianos, como es la tentación del escapismo. Los discípulos de Emaús parecían querer escapar de las dificultades, pero Jesús los recupera recordando los hechos de su predicación, cosas concretas. Otro peligro es el desánimo, que fomenta "el Enemigo", el demonio.

"No hay nada peor, ante los reveses de la vida, que huir para no afrontarlos. Es una tentación del Enemigo, que amenaza nuestro camino espiritual y el camino de la Iglesia; nos quiere hacer creer que la derrota es definitiva, quiere paralizarnos con la amargura y la tristeza, convencernos de que no hay nada que hacer y que por tanto no merece la pena encontrar un camino para volver a empezar", animó el Pontífice.

El santuario más antiguo de Canadá

Sainte-Anne-de-Beaupré es un lugar especial. Contaba ya con una capilla en 1658 donde se alojó una primera imagen de Santa Ana, patrona de Quebec, y por eso a veces se dice que es el "santuario más antiguo de Norteamérica". Sin embargo, es probable que ese título corresponda más bien a una iglesia hispana, la capilla de la Virgen de la Leche en San Agustín, en la Florida, que se construyó en 1620 (aunque no sea la que se ve hoy) y desde 2019 es santuario nacional en EEUU. Se puede considerar, probablemente, que el templo de Quebec es el santuario (y basílica) más antiguo de Canadá.

Está a 30 km de Quebec y tradicionalmente ha recibido multitudes de peregrinos, hasta medio millón al año, que acuden por la fiesta San Juan Bautista y también para estas fiestas de Santa Ana. Se le atribuyen también muchos favores y curaciones.

Fue destruido en al menos dos ocasiones, y por eso el Papa la presenta como ejemplo de tenacidad y reconstrucción fecunda.

Aunque la mayoría de la población en Quebec no es indígena, sí lo eran la mayoría de los asistentes a la misa porque se les había reservado hasta un 70% de asientos.

Si bien la provincia francófona de Quebec es la que tiene más católicos del país, no se han movilizado en grandes cantidades por el momento en esta visita visita papal.

Como tantos espacios estaban reservados en la basílica, la organización ofreció a los quebequeses seguir la misa a distancia, desde las pantallas de unas salas cine, reservando 18 salas en los Cines Guzzo, pero la idea no atrajo a muchos: al final sólo se abrió una sala en inglés y otra en francés (los asistentes se levantaban y sentaban según la liturgia y recibieron la comunión en el cine).

En el interior del santuario, justo frente al altar y a pocos metros de Francisco al inicio de la misa, unos manifestantes desplegaron una pancarta que decía: “Anulen la Doctrina”. Se refiere a unos textos muy concretos: los edictos papales del S.XV y XVI que justificaban la presencia de potencias europeas en países paganos, un tema del que se está hablando mucho en prensa y asociaciones activistas en este viaje. Los manifestantes retiraron la pancarta con calma poco después.

Sacerdotes y jefes indios en la misa con el Papa Francisco en Sainte-Anne-de-Beaupré en Quebec

Tras la misa, el arzobispo de Quebec, cardenal Gérald Cyprien Lacroix, agradeció al Papa "el caminar con nosotros en el camino de la sanación y la reconciliación”. Aseguró que la Iglesia en Canadá trabaja para “extirpar el mal de raíz” y llevar a las comunidades indígenas “sedientas de justicia, unidad y paz hacia una recuperación total” .

La visita papal, dijo el cardenal, es “un necesario impulso en el proceso de reconciliación tan beneficioso para la paz”, pero con resultados que necesitan tiempo para germinar y que “requieren tremendas dosis de resiliencia, sinceros gestos de acogida y empatía”. Y añadió: "todo proceso de reconciliación requiere una parte importante de renuncia, una fuerte dosis de humildad, comprensión y apertura a la vida y cultura de los demás”.

Tras la misa en el santuario, el Papa se dirigió a la catedral de Notre-Dame de Quebec, para una alocución especialmente dirigida a representantes religiosos. El viernes, última etapa de su viaje, hará una parada de unas horas en Iqaluit (Nunavut), en el archipiélago ártico.

Vídeo completo de la misa en Sainte-Anne-de-Beaupré, Quebec; locución en español, y homilía del Papa en español.

***

Homilía completa de Francisco en el Santuario Nacional de Santa Ana de Beaupré

El viaje de los discípulos de Emaús, al final del Evangelio de san Lucas, es una imagen de nuestro camino personal y del camino de la Iglesia. En el curso de la vida —y de la vida de fe—, mientras llevamos adelante los sueños, los proyectos, las ilusiones y las esperanzas que viven en nuestro corazón, enfrentamos también nuestras fragilidades y debilidades, experimentamos derrotas y desilusiones, y tantas veces quedamos bloqueados por el sentimiento de fracaso que nos paraliza.

Pero el Evangelio nos anuncia que, precisamente en ese momento, no estamos solos, el Señor sale a nuestro encuentro, se pone a nuestro lado, recorre nuestro mismo camino con la discreción de un transeúnte amable que nos quiere abrir los ojos y hacer arder nuestro corazón. Así, cuando las decepciones dejan espacio al encuentro con el Señor, la vida vuelve a nacer a la esperanza y podemos reconciliarnos, con nosotros mismos, con los hermanos y con Dios.

Sigamos entonces el itinerario de este camino que podemos titular: del fracaso a la esperanza.

En primer lugar, está el sentimiento de fracaso, que anida en el corazón de estos dos discípulos después de la muerte de Jesús. Habían perseguido un sueño con entusiasmo. En Jesús habían puesto todas sus esperanzas y sus deseos. Ahora, después de la escandalosa muerte en la cruz, le dan la espalda a Jerusalén para volver a casa, a la vida de antes.

Misa con el Papa Francisco en Sainte-Anne-de-Beaupré en Quebec

El suyo es un viaje de regreso, como queriendo olvidar aquella experiencia que ha llenado de amargura sus corazones, aquel Mesías condenado a muerte como un delincuente en la cruz. Vuelven a casa abatidos, «con el semblante triste» (Lc 24,17). Las expectativas que se habían creado quedaron en nada, las esperanzas en las que creyeron se desmoronaron, los sueños que habrían querido realizar dejaron paso a la desilusión y a la amargura.

Esta experiencia que atañe también a nuestra vida y, del mismo modo, al camino espiritual, en todas las ocasiones en las que nos vemos obligados a redimensionar nuestras expectativas y aprender a convivir con la ambigüedad de la realidad, con las sombras de la vida y con nuestras debilidades. Es algo que nos sucede cada vez que nuestros ideales afrontan las decepciones de la vida y nuestros planes caen en el olvido por culpa de nuestras fragilidades; cuando empezamos proyectos de bien pero no tenemos capacidad de llevarlos a cabo (cf. Rm 7,18); cuando en las actividades que nos ocupan o en nuestras relaciones experimentamos antes o después una derrota, un error, un revés o una caída.

Esto sucede mientras vemos derrumbarse aquello en lo que creímos o con lo que nos comprometimos y también cuando nos sentimos bajo el peso de nuestro pecado y del sentimiento de culpa.

Esto es lo que les sucedió a Adán y Eva en la primera Lectura, su pecado no solo los alejó de Dios, sino que los distanció el uno del otro. No hacían más que acusarse mutuamente.

Y lo vemos también en los discípulos de Emaús, cuyo malestar por haber visto derrumbarse el proyecto de Jesús solo les dejaba espacio para una discusión estéril. Lo mismo se puede verificar en la vida de la Iglesia: esa comunidad de los discípulos del Señor que representan los dos de Emaús.

A pesar de que la Iglesia es la comunidad del Resucitado, podemos encontrarla vagando perdida y desilusionada ante el escándalo del mal y de la violencia del Calvario. No le queda entonces otra opción que tomar en mano el sentimiento de fracaso y preguntarse: ¿qué ha pasado?, ¿por qué́ ha sucedido?, ¿cómo ha podido ocurrir?

Hermanos y hermanas, son preguntas que cada uno de nosotros se hace a sí mismo; y son también cuestiones candentes que resuenan en el corazón de la Iglesia que peregrina en Canadá, en este arduo camino de sanación y reconciliación que está realizando. También nosotros, ante el escándalo del mal y ante el Cuerpo de Cristo herido en la carne de nuestros hermanos indígenas, nos hemos sumergido en la amargura y sentimos el peso de la caída.

Permítanme que me una espiritualmente a la multitud de peregrinos que suben la “Scala Santa”, que evoca la subida de Jesús al pretorio de Pilatos; y acompañarlos como Iglesia en estas preguntas que nacen del corazón lleno de dolor: ¿Por qué́ sucedió todo esto? ¿Cómo pudo ocurrir algo así en la comunidad de los seguidores de Jesús?

En este punto, debemos estar atentos a la tentación de la huida, que está presente en los dos discípulos del Evangelio. Deshacer el camino, escapar del lugar donde ocurrieron los hechos, intentar que desaparezcan, buscar un “lugar tranquilo” como Emaús con tal de olvidarlos.

No hay nada peor, ante los reveses de la vida, que huir para no afrontarlos. Es una tentación del enemigo, que amenaza nuestro camino espiritual y el camino de la Iglesia; nos quiere hacer creer que la derrota es definitiva, quiere paralizarnos con la amargura y la tristeza, convencernos de que no hay nada que hacer y que por tanto no merece la pena encontrar un camino para volver a empezar.

Sin embargo, el Evangelio nos revela que, precisamente en las situaciones de desengaño y de dolor, justamente cuando experimentamos atónitos la violencia del mal y la vergüenza de la culpa, cuando el río de nuestra vida se seca a causa del pecado y del fracaso, cuando desnudos de todo nos parece que ya no nos queda nada, precisamente allí es cuando el Señor sale a nuestro encuentro y camina con nosotros.

En el camino de Emaús, Él se acerca con discreción para acompañar y compartir con esos discípulos entristecidos sus pasos resignados. Y, ¿qué hace Jesús? No ofrece palabras genéricas de aliento o de circunstancia, ni tampoco consolaciones fáciles, sino que, desvelando en las Sagradas Escrituras el misterio de su muerte y su resurrección, ilumina la historia y los acontecimientos que han vivido. De ese modo, abre los ojos de ellos para ver las cosas con una mirada nueva.

También nosotros que compartimos la Eucaristía en esta Basílica podemos releer muchos acontecimientos de la historia. En este mismo lugar hubo ya tres templos, pero también hubo personas que no se echaron atrás ante las dificultades, y fueron capaces de volver a soñar a pesar de sus errores y de los de los demás.

Así, cuando hace cien años un incendio devastó el santuario, ellos no se dejaron vencer, construyendo este templo con valor y creatividad. Y todos los que comparten la Eucaristía desde las cercanas Llanuras de Abraham, también pueden percibir el ánimo de aquellos que no se dejaron secuestrar por el odio de la guerra, de la destrucción y del dolor, sino que supieron proyectar de nuevo una ciudad y un país.

Finalmente, ante los discípulos de Emaús, Jesús parte el pan, abriéndoles los ojos y mostrándose una vez más como Dios de amor que ofrece la vida por sus amigos. De este modo, los ayuda a retomar el camino con alegría, a recomenzar, a pasar del fracaso a la esperanza.

Hermanos y hermanas, el Señor quiere también hacer lo mismo con cada uno de nosotros y con su Iglesia. ¿Cómo pueden abrirse de nuevo nuestros ojos?, ¿cómo puede nuestro corazón inflamarse por el Evangelio una vez más? ¿Qué hacer mientras nos afligimos por las distintas pruebas espirituales y materiales, mientras buscamos el camino hacia una sociedad más justa y fraterna, mientras deseamos recuperarnos de nuestras decepciones y cansancios, mientras esperamos sanarnos de las heridas del pasado y reconciliarnos con Dios y entre nosotros?

Solo hay un camino, una sola vía, es la vía de Jesús, ese camino que es Jesús mismo (cf. Jn 14,6). Creamos que Jesús se une a nuestro camino y dejémosle que nos alcance, dejemos que sea su Palabra la que interprete la historia que vivimos como individuos y como comunidad, y la que nos indique el camino para sanar y para reconciliarnos.

Partamos con fe el Pan eucarístico, porque alrededor de la mesa podemos redescubrirnos hijos amados del Padre, llamados a ser todos hermanos. Jesús, partiendo el Pan, confirma el testimonio de las mujeres, a las que los discípulos no habían dado crédito, que ¡ha resucitado! En esta Basílica, donde recordamos a la madre de la Virgen María, y en la que se encuentra también la cripta dedicada a la Inmaculada Concepción, tenemos que resaltar el papel que Dios ha querido dar a la mujer en su plan de salvación.

Santa Ana, la Santísima Virgen María, las mujeres de la mañana de Pascua nos indican un nuevo camino de reconciliación, la ternura materna de tantas mujeres nos puede acompañar —como Iglesia— hacia tiempos nuevamente fecundos, en los que dejar atrás tanta esterilidad y tanta muerte, y colocar en el centro a Jesús, el Crucificado Resucitado.

De hecho, en el centro de nuestras preguntas, de los trabajos que llevamos dentro, de la misma vida pastoral, no podemos ponernos a nosotros mismos y nuestras frustraciones, debemos ponerlo a Él, al Señor Jesús. En el corazón de cada cosa pongamos su Palabra, que ilumina los eventos y nos restituye ojos para ver la presencia eficaz del amor de Dios y la posibilidad del bien incluso en las situaciones aparentemente perdidas. Pongamos, igualmente, el Pan de la Eucaristía, que Jesús parte todavía para nosotros hoy, para compartir su vida con la nuestra, abrazar nuestras debilidades, sostener nuestros pasos cansados y sanar nuestro corazón. Y, reconciliados con Dios, con los otros y con nosotros mismos, podremos también ser instrumentos de reconciliación y de paz en la sociedad en la que vivimos.

Señor Jesús, nuestro camino, nuestra fuerza y consolación, nos dirigimos a ti como los discípulos de Emaús: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde» (Lc 24,29). Quédate con nosotros, Señor, cuando declina la esperanza y cae la noche oscura de la decepción. Quédate con nosotros porque contigo, Jesús, nuestro camino toma una nueva dirección y desde los callejones sin salida de la desconfianza renace el asombro de la alegría. Quédate con nosotros, Señor, porque contigo la noche del dolor se cambia en alba radiante de vida.

Simplemente decimos: quédate con nosotros, Señor, porque si Tú caminas a nuestro lado el fracaso se abre a la esperanza de una vida nueva. Amén.