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terça-feira, 30 de novembro de 2021

Beja: Diocese viveu Jornada da Juventude «especial» com a cruz e o ícone da JMJ

Padre Francisco Molho revela aposta em chegar a novos «contextos e a mundos juvenis»

Almodôvar, 29 nov 2021 (Ecclesia) – A Diocese de Beja viveu uma Jornada da Juventude “especial” com o acolhimento dos símbolos da JMJ, que vão peregrinar pelo Baixo Alentejo até dia 31 de dezembro, disse hoje o padre Francisco Molho à Agência ECCLESIA.

“Foi sem dúvida especial, porque é a primeira Jornada Diocesana da Juventude (JDJ) neste caminho de preparação para a Jornada Mundial da Juventude em Lisboa, em 2023, depois por esta graça grande que foi recebermos os símbolos e também pelo número de participantes, que cresceu bastante em relação às edições anteriores”, indicou o coordenador do Comité Organizador Diocesano (COD) de Beja para a Jornada Mundial da Juventude (JMJ) 2023, que vai decorrer em Lisboa.

A Diocese de Beja realizou a sua JDJ este sábado, em Mértola, encontro adiado em cerca de uma semana para que pudesse receber os dois símbolos da JMJ, vindos da Diocese do Algarve.

O padre Francisco Molho salienta que esta iniciativa “foi importante” porque há dois anos não se realizava, por causa da pandemia de Covid-19, e “sabe sempre a reencontro, retomar tradições”, gerando um sentimento de “muita alegria”.

Segundo o coordenador do COD de Beja, a escolha de Mértola para esta receção aos símbolos e realização da JDJ foi simbólica, por se tratar de “uma vila no Alentejo interior, até de difícil acesso geográfico”.

“Procuramos que a jornada fosse ali para ter uma dinâmica de evangelização, que a presença desta juventude também pudesse deixar sementes que venham a germinar”, realçou.

O sacerdote de Beja considera que “é bastante importante” a manifestação pública da fé, num “Alentejo muitas vezes esquecido”, e levar os símbolos a todos os contextos de periferia, “quer geográficos, quer sociais”, como quer o Papa Francisco, e mostrar que “Cristo e a sua mãe, a Virgem Santa Maria, estão próximos de todos, sem distinção”.

“Que todas as cidades, vilas e aldeias do Alentejo sintam que são importantes para Deus e também o são para a sua Igreja, por isso, não queremos deixar ninguém de fora e que sintam esta presença próxima e amiga”, acrescentou.

Depois de passarem este sábado e domingo em Mértola, a peregrinação da Cruz Peregrina e do ícone de Nossa Senhora ‘Salus Populi Romani’ prossegue no Baixo Alentejo

“Estamos em Almodôvar, na praça central, e as pessoas estão a passar e a parar, algumas perguntam o que é”, relatou o sacerdote.

O padre Francisco Molho adianta que o programa da peregrinação dos símbolos na Diocese de Beja “não está totalmente definido”, mas existem já “alguns apontamentos interessantes”, como na Paróquia de São Teotónio, que organizou um espetáculo multimédia na fachada da igreja.

“O nosso apelo tem sido no sentido de não ficar só nas igrejas mas também procurar outros locais onde os jovens possam estar. Temos feito um investimento grande para entrar nas escolas, algumas têm-nos aberto as portas, o que parece bastante positivo, e temos procurado estar em espaços públicos, nas praças centrais, nos mercados”, explica.

Certa é a passagem pelo Instituto Politécnico de Beja e também pelo hospital, enquanto ainda esperam resposta dos dois estabelecimentos prisionais que existem no território da diocese.

Foto Samuel Mendonça/Folha do Domingo

O responsável pela pastoral da juvenil na Diocese Beja espera “um mês de profunda evangelização” com a peregrinação dos símbolos, que possa ser “uma etapa de revitalização e renovação da juventude”, até 31 de dezembro.

O COD de Beja tem uma “equipa missionária” a acompanhar os símbolos durante este mês, para que a sua passagem “não fique desapercebida”.

“Estamos apostados em aproveitar esta ocasião como uma oportunidade única para chegar a contextos e a mundos juvenis que dificilmente chegaríamos sem estes símbolos, para que todos os jovens possam ao menos ouvir falar da jornada, que no fundo é ouvir falar de Jesus Cristo”, realçou.

CB




Los pocos sacerdotes y religiosos que quedan en Afganistán se preparan ya para salir del país


Caos en el aeropuerto de Kabul.
La imagen de Saigón en 1975 que Joe Biden prometió que no sucedería se repite desde hace días en el descontrolado aeropuerto de Kabul.

ReL

La única parroquia católica en Afganistán se encuentra en la embajada italiana en Kabul, que ya ha sido evacuada. Fue establecida en 1921 y confiada en 1932 por el Papa Pío XI a los padres barnabitas, aunque el templo actual data de 1960. A él asisten un centenar de extranjeros miembros de la comunidad diplomática internacional, que en estos momentos, como miles de personas, buscan escapar del país desde el aeropuerto de la capital, convertido en un caos.

Se han visto escenas de personas escondidas en el tren de aterrizaje que han caído desde aviones que despegaban, mientras los helicópteros estadounidenses intentan despejar las pistas para que continúe una marcha que recuerda demasiado a la caída de Saigón en 1975.

Preparando el retorno

En ese escenario, los pocos cristianos afganos contemplan con pavor el retorno al poder de los talibanes. El refugiado afgano Ali Eshani ha contado el caso de una familia cuyo padre ya ha sido asesinado, y ahora su viuda y sus cinco hijos buscan escapar, "pero no tienen a nadie que les ayude".

Del mismo modo, según informa Caritas Italiana, "los poquísimos sacerdotes, religiosos y religiosas que se encuentran en Kabul están preparando su obligado retorno", pues no está claro que puedan ejercer su labor bajo el nuevo gobierno. Ya ahora no podían evangelizar ni mostrar su identidad en la calle, pero sí ejercer obras de caridad y atención a los más necesitados, por las que eran socialmente respetados.

Caritas Italiana está presente en Afganistán desde 1990, años antes de la primera llegada al poder de los talibanes, en 1996. Y algunas religiosas pudieron seguir desempeñando su labor en hospitales, llevando el burka, después de esa fecha. Pero ahora la situación es mucho más incierta,  y las imágenes de las calles de Kabul con cadáveres de asesinatos selectivos auguran una etapa intensa de terror.

Culto y desarrollo

Los orígenes de la presencia cristiana en Afganistán se remontan a los primeros siglos de cristianismo, pero fue barrida por el Imperio Otomano. Sin embargo, según recuerda Aciprensa, cuando Italia en 1919 fue la primera nación en reconocer la independencia del país, el nuevo gobierno preguntó qué podía ofrecer a cambio. Italia no pidió favores comerciales o privilegios particulares, sino la posibilidad de construir un lugar de culto, ampliando de hecho la libertad religiosa.

La capilla está confiada a la misión de Afganistán, liderada por los padres barnabitas, que están en el país desde 1934. En 1992, tras el final de la dominación soviética, los barnabitas presentaron un proyecto para construir una iglesia, pero no prosperó a causa de la guerra civil y de la posterior toma del poder de los talibanes. En 2002 llegaron también los jesuitas.

A principios del siglo XXI, tras la derrota del régimen talibán a manos de Estados Unidos, Caritas logró sostener "un amplio programa de ayuda de urgencia, rehabilitación y desarrollo, con la construcción de cuatro escuelas en el valle del Ghor, el regreso de 483 familias de refugiados al valle del Panshir y con la construcción de 100 alojamientos tradicionales para las familias más pobres y la asistencia a las personas con discapacidad”.

La posibilidad de que las organizaciones católicas encuentren un modo de seguir trabajando en Afganistán está aún por ver, y dependerá de las negociaciones con el nuevo poder talibán o de la mediación de otros países, en particular Rusia. Por el momento, la embajada italiana ha sido evacuada y solo quedan los misioneros, que no quieren irse, pero que ven materializarse el riesgo cierto de que la exigua presencia católica, que siempre ha podido mantenerse, desaparezca del todo esta vez.
















































































Anestesió su conciencia para abortos del primer trimestre, pero... un día llegó uno de 23 semanas

Dios le hizo ver así la realidad, dice Kathy Sparks Lesnoff: «Yo estaba matando niños»


Kathy Sparks Lesnoff.
Kathy Sparks Lesnoff trabajó en un abortorio hasta que un caso de 23 semanas, al que nunca había atendido, le hizo reaccionar.

C.L. / ReL

En los años 80, Kathy Sparks Lesnoff encontró trabajo en un abortorio que normalmente solo practicaba abortos dentro del primer trimestre de gestación. Aunque esa actividad ya le iba provocando una angustia creciente, lo que cambió su perspectiva fue matar a un bebé de 23 semanas. Hoy Kathy dirige Mosaic Pregnancy and Health Services, un servicio de atención en Illinois que ayuda a madres en riesgo de abortar por embarazos imprevistos.

Recientemente fue entrevistada por Virginia Allen para The Daily Signal, un medio vinculado a The Heritage Foundation, y contó su historia con detalle.

Un negocio muy rentable

Kathy se educó en un hogar “conservador”, pero al llegar a la universidad para estudiar enfermería cambió su perspectiva y en apenas un año se convirtió en “muy pro-aborto”. Durante ese periodo conoció a su marido, Mike, y se casó con él.

Las circunstancias le obligaron entonces a buscar un trabajo. Un amigo le habló de que iba a abrirse e Illinois uno de los mayores abortorios del Medio Oeste y necesitaban personal para asistir en las intervenciones. “Pagaban más que si terminaba los estudios”, confiesa, así que se presentó y fue contratada.

Aunque su tarea era colaborar con el médico, realmente se ocupaba de muchas otras, desde responder al teléfono a las sesiones de asesoramiento e incluso hacer las camas: “Así que, de principio a fin, fui testigo de todo lo que experimenta una mujer” que acude a un centro de este tipo.

“Practicábamos un mínimo de 40 abortos durante la semana y 60 los sábados”, recuerda, y también cuál era el sentido del asesoramiento que prestaban: “No queríamos que cambiasen de opinión, ni que sus padres se enteraran y las convenciesen, ni que se fuesen al vecino estado de Missouri a abortar allí. Era un negocio muy rentable. En realidad no les importaban las mujeres. Les importaba cuántos abortos podían hacer al día”.

Corazón endurecido

Kathy recuerda la confusa mezcla de sentimientos que abrigaba al trabajar en ese lugar: “Veía brazos y piernas, niños. Lo veía. Y sin embargo mi corazón estaba muy endurecido. Te entrenan para ello, y era mucho dinero. Estaba muy engañada, creía que estaba ayudando a mujeres. Pero también sabía que lo que allí había eran bebés”.

La entrevista a Kathy Sparks Lesnoff. También participa Elissa Graves, abogada de Alliance Defending Freedom, quien habla sobre las leyes que en Estados Unidos pretenden obligar a los centros provida a que recomienden el aborto a las madres que acudan a ellos.

En muy poco tiempo, el mundo de Kathy empezó a venirse abajo. Al poco de casarse, Mike y ella tuvieron una hija, Shannon, pero también muchos problemas de pareja que acabaron en una petición de divorcio. Por otro lado, ella veía que sus compañeros iban acabando los estudios mientras ella había perdido un año. Por último, su padre, alcohólico, murió.

“Yo estaba sufriendo una profunda depresión”, dice, que pensó aliviar divorciándose, volviendo a casa de su madre con su hijo y retomando los estudios. Pero su madre le dijo que no, que debía continuar con la vida que había empezado: “Fue devastador para mí. Volví a casa con mi pequeña. Mi marido era policía y tenía turno de noche. Decidí suicidarme. Esperé a que Shannon estuviese dormida, apunté con la pistola contra mi cabeza y apreté el gatillo. El arma no funcionó”.

Una oportunidad para el Señor

Desesperada, acudió a su suegra, quien la sacudió interiormente al preguntarle: “Kathy, estás intentando quitarte la vida. ¿Por qué no le das al Señor una oportunidad de vivir en ti?”.

“Aquel día recé y me arrepentí, y entregué mi corazón al Señor”, evoca Kathy. Decidió no divorciarse, y cuando Mike acudió también a pedir consejo a su madre, ella hizo pensar a su hijo como lo había hecho con su nuera. Al cabo de tres semanas, Mike “entregó su corazón al Señor”: “Decidimos comprometernos seriamente en nuestro matrimonio”.

“Y al día siguiente, Dios me permitió ver un aborto muy tardío”, continúa Kathy: “Era un aborto de 23 semanas. Ellos solo tenían licencia para abortos en el primer trimestre, aunque los hacían constantemente de 14, 15 y 16 semanas. Pero ésta era la primera vez que yo veía un aborto de 23 semanas. Normalmente una intervención en el primer trimestre dura entre cinco y ocho minutos. Para éste, el doctor necesitó 55 minutos”.

Para ella fue providencial: “Dios me reveló así que, ya fuese el aborto de 6, 8, 10 o 23 semanas, todos eran niños, y yo estaba matando niños”.

Al día siguiente, cuando acudió al trabajo, la directora de la clínica se acercó y le dijo que había soñado que Kathy tenía que dejar el trabajo por causa de su religión: “¡Yo no le había dicho a nadie que me había hecho cristiana! Así que supe que Dios le había dado a ella ese sueño para mí. Me fui aquel día, para no volver nunca”.

Hoy recuerda aquella época como “un tiempo oscuro y horrible”, que Dios usó para su conversión: “Me arrepentí de haber sido parte de aquello. Tenía mucha vergüenza y mucho sentimiento de culpa. Me sentía desconcertada. Me costaba mucho compartir con nadie que yo había estado implicada en tanta oscuridad”.

Testimonio y acción

Pero un día, cinco años después, durante un curso de estudio sobre la Biblia, alguien habló de la cuestión del aborto y ella decidió ofrecer su testimonio. Siguió haciéndolo durante un año, y durante ese tiempo conoció a otras personas con las que decidió poner en marcha Mosaic Pregnancy and Health Centers “para ayudar a mujeres ante un embarazo imprevisto”: “Pensé que mi conocimiento de la industria del aborto me serviría para empoderar a las mujeres con la verdad y con alternativas al aborto en un entorno cristiano y acogedor, y así probablemente muchas escogerían la vida. Y la mayor parte de ellas lo hacen”.

Ecografía de embarazo.

La mayoría de las madres a quienes se les plantean alternativas al aborto no lo hacen, explica Kathy desde su experiencia.

Es así como nació el servicio que prestan ahora en Illinois, tanto en sus oficinas como en una unidad móvil que mantienen permanentemente junto a un abortorio de Planned Parenthood, donde cinco días a la semana prestan información a las madres que acuden al centro para ofrecerles otro camino, incluidas ecografías.

Blindaje al aborto

Actualmente, en el estado de Illinois se tramita una ley que pretende obligar a los centros provida a informar a las madres que acudan a ellos de la posibilidad y de los beneficios de abortar, y a dirigirlas a los médicos que lo hacen. Algo que está siendo bloqueado por los tribunales, por ser manifiestamente contrario a la libertad de conciencia, pero que ya han intentado otros estados, como California y Connecticut.

“Recomendar a alguien el aborto va contra la esencia de lo que somos”, confirma Kathy: “Creemos que el aborto acaba con una vida inocente. Pase lo que pase, nunca remitiremos a nadie a un abortorio. Es también una violación de nuestra libertad de expresión. Nunca hablaremos de los denominados beneficios del aborto. El estado quiere que mintamos. Por haber estado implicada en la industria del aborto, puedo asegurar que no hay beneficios. El aborto hace daño a las mujeres. No las ayuda. Les hace daño”. 
















































































El cardenal Chibly Langlois, herido tras el terremoto de Haití, con más de un millar de muertos


El cardenal Chibly Langlois.
El cardenal Chibly Langlois, herido durante el terremoto de Haití, salvo y sin peligro.

ReL

Durante la mañana de este sábado 14 de agosto, un fuerte terremoto de magnitud 7,2 sacudía Haití, dejando al menos 1300 muertos según las últimas cifras y aterrorizando a la población, afectada por otro devastador seísmo que se llevó la vida de cerca de 200.000 personas, hiriendo a otras 300.000.

El cardenal Chibly Langlois, herido pero sin riesgo

El cardenal Chibly Langlois, obispo de Les Cayes y presidente Conferencia Episcopal de Haití ha resultado herido, “pero su vida no está en riesgo”, según informó el director en Haití de la agencia humanitaria Catholic Relief Services (CRS), Akim Kikonda.

Entrevistado  en ACI Prensa, Kikonda afirmó que su agencia “habló con personal de la casa de los Obispos en Les Cayes, quienes reportaron que quedó severamente dañada. Lamentablemente, hubo tres fallecidos en la casa de los obispos, incluyendo un sacerdote y dos empleados”, informó el directivo.

Kikonda también informó que “el personal de CRS se encuentra a salvo, pero desafortunadamente la esposa de uno de nuestros empleados falleció por causa del incidente y su bebé está gravemente herido”.

Otro de los lugares severamente afectados fue iglesia del Sagrado Corazón en Les Cayes.

El terremoto ocurrió cerca de las 8:30 a.m. (hora local). Según un reporte del Servicio Geológico de los Estados Unidos, el epicentro fue a 12 kilómetros al noreste de Saint-Louis du Sud.

Hospitales colapsados

En un mensaje en Twitter, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, dijo que la situación en la isla es “dramática” y llamó “al espíritu de solidaridad y compromiso de todos los haitianos” para enfrentar “esta dramática situación que vivimos actualmente”.

Kikonda, directivo de CRS, informó que Les Cayes fue el área más afectada por el terremoto, donde se puede encontrar “daños significativos en edificaciones, muchas colapsadas”.

Asimismo, la agencia humanitaria católica alertó de que el hospital público está colapsado debido al número de heridos y que los médicos están devolviendo a los pacientes sin ser atendidos.

“Nuestras organizaciones socias en terreno, están realizando en este momento una evaluación del impacto del terremoto. Prevemos que la población necesitará mucha ayuda con refugio temporal y atención médica de emergencia. Una vez tengamos la evaluación completa de daños, heridos y fallecidos, procederemos a brindar atención de emergencia en la zona más afectada, especialmente a la población más pobre y vulnerable”, sostuvo.

Actualmente, Catholic Relief Services (CRS), organización de caridad creada por los obispos de Estados Unidos, ha activado una página de donación en línea e invitó “a que nos unamos como Iglesia en oración y ayudar con nuestras donaciones”.

Imágenes del terremoto en Haití, tras el que se contabilizan, al menos, 304 fallecidos. 











































































A salvo el matrimonio cristiano de Pakistán que fue injustamente condenado a muerte por «blasfemia»


Shagufta Kausar y su marido Shafaqat Emmanuel.
Condenados a muerte en Pakistán por una blasfemia que nunca cometieron, el matrimonio de los cristianos Shagufta Kausar y Shafaqat Emmanuel ha sido liberado.

ReL

Shagufta Kausar y su marido Shafaqat Emmanuel son un matrimonio cristiano originario de Pakistán que tienen cuatro hijos. Ambos son analfabetos y ella no tenía teléfono en 2013, pero en su país, las evidencias no importan en exceso cuando se trata de acusaciones de blasfemia.

Como ha contado el hermano de Shagufta, Joseph Anwar, a Alfa y Omega, aquel año arrestaron al matrimonio, acusados de haber enviado mensajes blasfemos a un clérigo desde un teléfono móvil supuestamente registrado a nombre de la mujer.

Afirmó ser culpable para que no abusasen de su mujer

Ante la falta de evidencias, las autoridades torturaron a Shafaqat y amenazándolo con abusar de su mujer, afirmó ser culpable de un delito que nunca había cometido. “Ningún hombre puede soportar ver a su esposa siendo torturada”, afirmó el pakistaní.

En 2014, las autoridades fijaron la sentencia, que parecía irrevocable. Su condena, la pena capital, con la que se castiga el delito de “blasfemia” en virtud de una ley vigente en Pakistán desde 1985 en caso de “ofender a Mahoma” o dañar el Corán.

El matrimonio tuvo acceso al mismo abogado que llevó el caso de Asia Bibi, Saiful Malook, que llevó el caso bajo mucha presión y amenazas de muerte. Tuvo éxito, pero la familia está convencida de que la implicación del Parlamento Europeo en su caso fue definitiva.

Shafaqat Emmanuel junto a su mujer, Shagufta Kausar.

Shafaqat Emmanuel junto a su mujer, Shagufta Kausar, ya libres y residiendo en Europa. (Foto cedida a Alfa y Omega por Joseph Anwar).  

El abogado de Asia Bibi y el Parlamento Europeo, "definitivos" en su liberación

El pasado mes de abril, el organismo europeo emitió una resolución contra la ley de la blasfemia, centrada en el caso del matrimonio, en la que instaba a las autoridades paquistaníes a poner en libertad “de forma inmediata e incondicional” al matrimonio y a anular la sentencia. “Las pruebas sobre las que se condenó a la pareja pueden considerarse profundamente defectuosas”, decía el texto. Y añadía: “Las leyes sobre blasfemia de Pakistán incitan al acoso, la violencia y el asesinato contras los acusados”.

Ocho años después, las apelaciones y recursos tuvieron éxito y el matrimonio ha sido puesto en libertad este mes de junio, después de que la Corte Superior de Lahore declarase nula la sentencia. Ya están a salvo en Europa.

“Han estado en un campo militar, donde para garantizar su seguridad no podían casi ni salir de su habitación” mientras, a contrarreloj, trataban de “arreglar los papeles de salida”. “Gracias a Dios han podido salir. Dan gracias a Dios y esperan que nadie pase por lo que han pasado ellos”, cuenta Anwar, en referencia a una ley que “debe ser abolida” porque; “la gente la usa para perseguir a los cristianos”.