La anulación de Roe vs Wade visibiliza la gran cantidad de mujeres jóvenes provida
La sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos que ha anulado Roe vs Wade, y con ella la protección constitucional del aborto que se estableció en 1973, ha sido una de las noticias más importantes en años en el país y ha tenido una enorme repercusión a nivel internacional.
La revocación de Roe vs Wade ha provocado una gran división en el país. Por un lado hay una gran cantidad de estadounidenses que han celebrado esta decisión judicial y en otro quienes se han opuesto, entre los que se encuentran los radicales que durante estas semanas han atacado numerosas iglesias y centros provida.
El diario The New York Times es el gran referente periodístico de la izquierda de EEUU y es un acérrimo defensor del aborto, y por tanto contrario a que el aborto no esté protegido constitucionalmente.
Pese a todo, el diario estadounidense ha publicado un extenso reportaje titulado La "generación provida": mujeres jóvenes luchan contra el derecho al aborto. Se trata de un sorprendente y detallado artículo con numerosos testimonios de mujeres provida, que explican en libertad qué les ha llevado a defender la vida.
En España también se está librando una importante lucha por la vida. Se ha modificado el Código Penal para imponer penas de cárcel a las personas que rezan cerca de los abortorios o hacen rescates, y además con mucho éxito. Además, está en proceso una nueva reforma de la ley del aborto que elimine los tres días de reflexión antes de abortar, permita hacerlo a las menores de 16 años sin necesitar la autorización de sus padres, y que señala nuevamente a los objetores de conciencia.
El diario El País sería, salvando las distancias, representa el perfil que cubriría The New York Times, con un lector más de izquierdas y proclive a la ideología abortista. ¿Cabría imaginar un superreportaje en el periódico español similar al que ha hecho el periódico estadounidense dando voz sin límites a los militantes provida? Parece difícil imaginar que publicasen algo similar en ese tono tan neutro.
El artículo norteamericano ofrece distintas razones para luchar por la vida: desde las religiosas, a las científicas, pero incluso da voz a feministas antiaborto.
Para una parte de las mujeres –dice el texto- la decisión significó “un triunfo de los derechos humanos, no un impedimento para los derechos de las mujeres”.
Phoebe Purvey, joven de 26 años explica: “Simplemente rechazo la idea de que, como mujer, necesito abortar para tener éxito ser tan próspera como un hombre en mi carrera. No creo que necesite sacrificar una vida para hacer eso”.
The New York Times advierte de que se trata de una batalla cultural en el que participan un gran número de mujeres jóvenes provida, precisamente las que en teoría se podrían beneficiar del derecho al aborto.
Purvey señala que apoya la prohibición total del aborto y que lo más importante pasa por brindar apoyo a las mujeres. Por ello trabaja en una clínica de ayuda a mujeres embarazadas que ofrece atención prenatal gratuita y luego ayuda tras el parto, especialmente entre la población de raza negra.
Esta mujer nació en una comunidad mexicana en el sur de Texas. Su madre era pobre y tenía un matrimonio inestable y llegó a acudir a Planned Parenthood. Posteriormente, la familia recibió apoyo financiero y emocional de su iglesia, lo que inspiró a Purvey a brindar ayuda a mujeres como su madre.
En el reportaje también explican que el estatus de minoría del movimiento es parte de su atractivo, tal y como afirma el historiador Daniel K. Williams, quien ha escrito sobre la historia de la defensa contra el aborto.
“Hasta ahora, el movimiento provida ha tenido lo mejor de ambos mundos en términos de atraer a los jóvenes”, explica. Se posiciona como una alternativa contracultural al pensamiento dominante, pero también defiende creencias ampliamente populares sobre la importancia de la justicia y la igualdad para los vulnerables. Las piedras de toque históricas, comunes dentro del movimiento y muy discutidas fuera de él, incluyen el movimiento de derechos civiles y las sufragistas del siglo XIX y principios del XX.
De hecho, lo que más enfurece a las abortistas es que las mujeres jóvenes que se oponen al aborto se ven a sí mismas como activistas de derechos humanos, guerreras felices en el lado correcto de la historia.
Por su parte, para Kristan Hawkins, presidenta de Students for Life of America, el movimiento provida contemporáneo ofrece una visión más empoderada de las mujeres jóvenes que el feminismo abortista.
“Siempre ha sido un movimiento de jóvenes”, recuerda. Esta organización cuenta con 1250 grupos por campus universitarios de todo el país, pero también en institutos. Sus letreros que dicen "Yo soy la generación provida" son omnipresentes en las manifestaciones contra el aborto, recuerda el diario en el reportaje.
“Esto es 2022, no 1962”, afirma la activista provida, que recuerda que si el feminismo les dice a las mujeres jóvenes que deben poder interrumpir sus embarazos para lograr sus metas educativas y profesionales, el movimiento contra el aborto les dice que pueden tenerlo todo.
Mientras tanto, Clare Fletcher, maestra de escuela con 26 años, asegura haber participado en la multitudinaria Marcha por la Vida al menos en 10 ocasiones. Ella creció en un hogar provida en el que su hermana adoptada sobrevivió a un aborto. El movimiento provida siempre ha sido –asegura- “una fuente de alegría y celebración de la vida, diversión y comunidad”.
Kristin Turner, que se define como feminista, atea y de izquierda, pero declaradamente provida, es una de las que habla en el reportaje / Foto: The New York Times.
Otra joven provida que consulta The New York Times es Lauren Marlowe, que afirma que en su adolescencia llegó a estar confundida y a creer que apoyar el aborto era lo que hacía la gente buena. Pero su postura cambió debido a los avances en las imágenes de las ecografías.
Otra mujer, Kailey Cornett, de 28 años, es directora de la Hope Clinic for Women, en Tennessee, un centro provida que brinda servicios y apoyo a mujeres embarazadas. Cornett asegura que recibió una llamada interior de Dios mientras asistía a una convención de jóvenes cristianos cuando era adolescente: "amar" a las mujeres jóvenes que se enfrentan a embarazos no esperados... Se ofreció como voluntaria en un centro de recursos para el embarazo en Arizona en la escuela secundaria y obtuvo un título en administración sin fines de lucro con el objetivo de liderar uno.
“Soy una firme creyente de que el trauma conduce al trauma. Acabar con la vida de ese niño no hará que su dolor desaparezca”, confirma.
Precisamente, su clínica ha sido una de las que ha sido atacada estos últimos días por extremistas proaborto.
Pero también el reportaje incluye perfiles de activistas provida en los que las creencias religiosas están ausentes. Una de ellas es Kristin Turner, que se define como feminista, atea y de izquierda, pero declaradamente provida.
Es directora de comunicaciones de Progressive Anti-Abortion Uprising, cuyos objetivos incluyen educar al público sobre “la influencia explotadora del complejo industrial del aborto a través de una lente anticapitalista”.
“Si alguien está cometiendo violencia contra otro ser humano, entonces no se deben respetar los límites de propiedad”, explica. Ella dijo que ha sido arrestada tres veces, incluidas dos veces realizando "rescates".
“La realidad es que la gente se está muriendo. Creo que cualquier privilegio que tenga, necesito usarlo y aprovecharlo”, concluye.
Sem comentários:
Enviar um comentário