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quarta-feira, 4 de novembro de 2015

Dos exorcistas lo confirman: el yoga es peligroso, la ouija abre puertas, las levitaciones suceden

Tras diez años de experiencia en dos diócesis de Estados Unidos

A la izquierda de una de las más célebre escenas de El Exorcista (William Friedkin, 1973), Gary Thomas; a la derecha, Vincent Lampert.

Han sido testigos de toda la variedad de recursos del terror de Hollywood, incluida la levitación. Han sido adiestrados por un maestro exorcista en Roma, y han orientado a cientos de personas bajo influencia demoniaca. Son humildes, y aunque reconocen al mal personificado, nunca se asustan, porque el sacrificio de Cristo ya ha derrotado al mal.

Aunque los últimos Papas han insistido en la importancia de los exorcismos, a menudo son mal comprendidos tanto en el interior de la Iglesia como en el mundo. Para iluminar este vital ministerio, recientemente tuvimos la oportunidad de hablar con dos de los más experimentados exorcistas de Estados Unidos.


 
Vincent Lampert es el exorcista de la archidiócesis de Indianápolis. Tiene diez años de experiencia tratando con lo demoniaco, y ha dado numerosas conferencias sobre el asunto, divulgando sus conocimientos y su experiencia.


 
Gary Thomas es el exorcista de la diócesis de San José (California). Su aprendizaje en 2005 en Roma fue la base para el thriller de 2011 El rito, protagonizado por Anthony Hopkins.

-¿Cómo se introdujeron en el ministerio del exorcismo?
-Lampert: No es algo que yo buscara. En 2005 mi obispo me encargó este ministerio porque quería un sacerdote que creyese en la realidad del demonio, pero que no corriese a aceptar que cualquiera que acudiese a él estaba realmente poseído. Un exorcista está entrenado de muchas formas para ser, antes que nada, escéptico. Tuve la suerte de formarme con un experimentado exorcista en Roma durante un periodo de tres meses en 2006 y de asistir a 40 exorcismos.

-Thomas:
Yo no busqué de ninguna manera este cargo, más bien simplemente "me llegó". Al principio, en febrero de 2005, mi obispo le pidió a mi mejor amigo que fuese exorcista. Era un candidato fantástico y habría sido un magnífico exorcista por sus cualificaciones académicas y sus talentos personales. Sin embargo, tras discernirlo, decidió declinar la invitación y me informó. Yo simplemente dije: "Yo podría ser el exorcista"... y el resto es historia. Él informó al obispo con mi autorización y fui enviado a Roma, donde recibí el curso de exorcismos del seminario Regina Apostolorum. Durante ese tiempo, practiqué con un exorcista italiano durante tres meses y medio, durante los cuales tuve tiempo para rezar, estudiar y aprender este ministerio.

-Muchos hoy en Estados Unidos (incluso en la jerarquía de la Iglesia) son escépticos sobre la existencia de los demonios y el ministerio del exorcismo. Como exorcistas cualificados y experimentados, ¿qué dicen a esto?
-Lampert: Mucha gente dentro y fuera de la Iglesia considera la práctica del exorcismo pasada de moda. Sin embargo las Escrituras incluyen numerosos relatos del choque entre el Reino de Dios y el reino de Satanás. El nombre de "Jesús" significa "Dios salva". Si negamos la realidad del malvado, entonces negamos la necesidad de que Cristo sea nuestro Salvador.

-Thomas:
Lea los Evangelios: Cristo practicó exorcismos y los demonios le reconocieron.

-¿Ha cambiado la actitud en la Iglesia en los últimos años?
-Thomas: Hay muchos católicos que no creen en la personificación del mal, esto es, en Satanás y en el ámbito demoniaco. En la Iglesia postconciliar la definición de pecado se desfiguró y el concepto del mal personificado se convirtió en algo vago; y esto en numerosos ámbitos de la Iglesia, incluyendo los seminarios, donde dejó de insistirse en la escatología y en sus temas relacionados. Sin embargo, creo que ha habido un cambio en los últimos años, hay más sacerdotes que creen en la personificación del mal. Desde 2011 la Iglesia en Estados Unidos a quintuplicado el número de los exorcistas conocidos, principalmente porque los obispos reciben muchísimas solicitudes de investigación de actividad demoniaca.

-¿Está creciendo la actividad demoniaca?
-Lampert: Sí, aunque el incremento de la actividad demoniaca no es meramente porque el demonio lo esté "haciendo mejor", sino también porque hoy más gente quiere jugar su juego mediante actividades que abren la puerta al mal en sus vidas.

-La influencia demoniaca se divide en dos categorías: ordinaria y extraordinaria. La influencia ordinaria puede describirse como la tentación normal, y la influencia extraordinaria se divide en cuatro categorías principales: infestación, vejación, obsesión y posesión. ¿Pueden describir brevemente las características de cada una de ellas?
-Lampert: La infestación describe la presencia del mal asociado a un lugar u objeto específicos. Los demonios pueden atormentar a las personas con ruidos inexplicables, como pisadas, golpes en las paredes, sonido de cadenas, voces misteriosas, gritos y carcajadas. la infestación también incluye desplazamiento de objetos, cuadros que se caen de las paredes, muebles que se mueven, levitación de objetos, etc.

La vejación es la acción mediante la cual el diablo y los demonios atacan y hostigan físicamente a las personas mediante cortes o quemaduras, arañazos, punzadas, mordiscos, golpes que dejan cardenales, llagas inflamadas o sanguinolentas, tatuaje de letras en la piel utilizando palabras o signos que pueden mantenerse un tiempo o desaparecer de golpe.

La obsesión se refiere a ataques mentales en los cuales los demonios atacan los sentidos externos e internos de alguien. Los demonios atacan los sentidos externos mediante visiones terroríficas o tentadoras, ruidos molestos, cantos blasfemos y obscenos y toques físicos. En cuanto a los sentidos internos, la imaginación puede llenarse de pensamientos o imágenes a la vez terribles y racionalmente absurdas. Como la obsesión cambia de grado, es una de las más difíciles de probar, más que la vejación e incluso que la posesión demoniaca.

Durante la posesión, los espíritus diabólicos o malignos toman el control del cuerpo de la persona, de modo que la persona se ve incapaz de actuar. Los demonios pueden controlar todo el cuerpo, haciendo que el individuo hable, camine o haga gestos obscenos. Quienes sufren una posesión demoniaca pueden perder total o parcialmente la conciencia de lo que está sucediendo.

-¿Pueden los demonios leernos el pensamiento?
-Lampert: Los demonios no saben lo que estamos pensando. Son criaturas inteligentes que pueden utilizar su razón para deducir lo que podemos estar pensando o cómo podríamos actuar. Sólo Dios conoce la mente de las personas.

-Un escéptico podría decir que quien padece una obsesión o posesión realmente sufre problemas mentales. ¿Cómo los distinguen?
-Thomas: Un exorcista está entrenado para ser, ante todo, escéptico. Yo consulto con profesionales para descartar causas naturales antes de dar un paso hacia las preternaturales. Cuento con un médico generalista, un psiquiatra y un psicólogo clínico a quienes consulto caso por caso. Todo depende de las circunstancias. Hay indicadores clave de implicación demoniaca: aversión a los sagrado, fuerza física desproporcionada, conocimiento de cosas ocultas, dominio de lenguas extranjeras desconocidas por la persona (incluidos latín y griego), espuma en la boca y movimientos del cuerpo de tipo epiléptico sin ninguna clase de estimulación.

-Lampert: Antes de confirmar la implicación demoniaca, un exorcista consulta con expertos en salud mental y médica para valorar el caso. Busca cualquier posible causa física o mental que explique lo que está sucediendo. He aquí el protoloco que se sigue antes de practicar un exorcismo:
·Examen físico riguroso por un médico cualificado, consultándose a especialistas si es necesario.
·Examen psicológico riguroso por un psicólogo clínico cualificado o un psiquiatra.
·Historial de contacto con demonios, satanismo, lo oculto, brujería o cualquier rito de religiones orientales que cultiva la relación con "dioses" y "diosas".
·Normalización de la vida espiritual y sacramental del energúmeno.
·Listado de los signos extraordinarios de posesión del Ritual de Exorcismos.
·Conformidad con la legislación diocesana y los procesos canónicos.
·Redacción de una carta al obispo sobre la necesidad de un exorcismo mayor.

-¿Puede describir el proceso de un exorcismo?

-Lampert: Primero me preparo a mí mismo confesándome, celebrando misa y dedicando un tiempo a la oración. Luego decido dónde tendrá lugar el exorcismo. Siempre elijo un lugar sagrado. Los pasos son los siguientes. El rito empieza con aspersión de agua bendita, seguida de la recitación de las letanías de los santos, salmos, Evangelios, el Credo de los Apóstoles y la renovación de las promesas del bautismo. Después de bastantes oraciones, a la persona afectada se le muestra un crucifijo, que representa la victoria de Cristo sobre el diablo. Siguendo nuevas oraciones del exorcismo, se le ordena al diablo, en el nombre de Cristo, que salga de la persona atribulada.

-¿Cuáles son las manifestaciones más extremas de posesión de las que han sido testigos?
-Lampert: He visto cosas como fuerza sobrehumana, ojos en blanco, gritos y carcajadas descomunales, voces sobrenaturalmente altas o bajas, espumarajos por la boca, olor nauseabundo, dislocación de la mandíbula y levitación.

-¿Levitación?
-Lampert: Sí, durante un exorcismo en Roma, el demonio se agitó mucho durante las oraciones de liberación. Los golpes violentos y las obscenidades continuaron hasta que todo se calmó y la poseída empezó a elevarse en su silla. Esta manifestación la hizo el demonio en un intento de interrumpir la oración y atemorizar a quienes estaban en la habitación.

-Thomas: Yo he tenido personas que conocían lenguas extranjeras que antes desconocían, ataques físicamente violentos pese a las sujeciones, movimientos de culebra, rostro de serpiente durante las oraciones de liberación y rechazo virulento a la Eucaristía.

-¿Creen los demonios en la Eucaristía?
-Thomas: Por supuesto, los demonios creen en la Presencia Real y con frecuencia muestran una aversión violenta y dramática a ella.

-¿Qué produce la implicación demoniaca? ¿Qué debe evitarse?
-Thomas: Las tablas de ouija, la magia negra, las sesiones espiritistas, los videojuegos violentos, el Charlie Challenge, las cartas del tarot y cualquier instrumento que pueda congregar a algún tipo de espíritu evitando a Dios en la forma que sea.

-Lampert: La gente puede pensar que estas cosas son sólo diversiones y entretenimientos, pero la verdad es que coquetean con el mal y pueden meterlos en problemas.

-Thomas: También la pornografía y las drogas pueden abrir puertas a lo demoniaco, especialmente algunas drogas como la cocaína o las metanfetaminas. En algunos casos se les añaden maleficios para que sean más adictivas.

-Maleficios, hechizos, rituales satánicos y magia negra: ¿suceden hoy o son sólo viejas supersticiones?
-Thomas: Sí, hay gente que sabe cómo hacer hechizos y magia de esa clase.

-Lampert: Estas cosas son todas reales. Pienso que sólo son eficaces si somos débiles en nuestro compromiso con Dios. No podemos controlar lo que hace otra persona, ni siquiera si nos hacen un mal de ojo. Pero podemos convertir sus acciones en insignificantes poniéndonos la armadura de Dios.

-¿Cuánto dura una posesión? ¿Basta con un exorcismo?
-Thomas: Las posesiones pueden durar años o incluso periodos de tiempo enteros, según la situación del individuo y su estilo de vida. Rara vez "basta" con un exorcismo, porque normalmente hay varios demonios con una jerarquía organizada.

-Un exorcismo prolongado parece algo agotador. ¿Cómo se relajan después de algo así?
-Lampert: ¡Busco el Dairy Queen [restaurante de comida rápida] más cercano!

-Antes comentaron que el declive de la moral social está ligado al incremento en la actividad demoniaca. ¿Cuáles son los indicadores clave en la sociedad actual? Por ejemplo, ¿hay algo diabólico en el aborto?
-Thomas: El aborto es una puerta abierta al demonio porque implica la destrucción de un ser humano inocente. La nueva ley en California que legaliza el suicidio asistido es también una puerta de entrada por la misma razón. Este declive de la moralidad crece rápidamente y ofrece a Satanás la oportunidad de poner un pie en la vida familiar. No creo que la mayoría de los partidiarios del "derecho a decidir" se den cuenta de esto. Es parte de la seducción de Satanás, que oculta su presencia en estas "decisiones".

-Lampert: Cualquier cosa que ataque la vida humana debe considerarse diabólico, porque la persona humana es creada a imagen y semejanza de Dios. Dicho esto, siempre hay que distinguir entre el mal como una acción de nuestro libre albedrío y el mal que es resultado de la actividad demoniaca.

-¿Pueden infestarse otros objetos inanimados?
-Thomas: Por supuesto. Hace un par de años, un conocido mío compró una figura de un hada en una librería New Age. Tras experimentar numerosas y extrañas molestias en su casa, aconsejé a la familia que tirasen todo lo que hubiesen adquirido en esa tienda. Al ir a tirar esa imagen, se hizo añicos, apareciendo un mini-amuleto satánico de un sacerdote sin cabeza con sus manos pegadas a un altar. Nunca había visto nada tan repulsivo y grotesco. En cuanto los objetos fueron bendecidos y tirados a la basura, las molestias cesaron.

-¿Advierten ustedes contra la meditación oriental, como el yoga?

-Lampert: La cuestión no son los beneficios que produzcan los ejercicios de yoga. El problema está en las llamadas a energías, espíritus o fuerzas que se hacen durante esas prácticas.

-Thomas:  Cuando alguien que practica yoga reconoce y llama a espíritus o energías vinculados a determinados ejercicios, esto produce serios problemas. Lo sé por experiencia, porque he tenido gente que era ferviente practicante de yoga que vino a mí con problemas cuando rindieron tributo a los dioses vinculados a los movimientos del yoga.

-¿Alguna vez han tenido miedo?

-Thomas: No, debo ser especial porque nunca tengo miedo. Soy humilde y muy respetuoso con el mal personificado, porque sin Nuestro Señor no tengo ninguna oportunidad, pero con Él no tengo nada que temer.

-Por último, ¿cuál es la mejor defensa contra las fuerzas del mal?
-Thomas: Hay cuatro medios ordinarios de protección contra el Demonio: una vida de oración, una vida de fe, una vida moral y una vida sacramental. Haz todo eso y te habrás construido la armadura de la Fe contra las fuerzas del infierno.

Lampert:
La mejor defensa contra el demonio es dedicarnos devotamente a las cosas de Dios y pensar en los aspectos positivos de la vida: "Todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de vuestros pensamientos" (Filipenses 4, 8).

Publicado en The Christian Review.
Traducido por Carmelo López-Arias.

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