Carlos Herrera conversa pausadamente con el Pontífice durante más de una hora
Durante más de una hora el Papa Francisco conversó en el Vaticano con el locutor de la Cadena COPE, Carlos Herrera, en una entrevista en el que abordó todo tipo de temas que abarcaban desde cuestiones internas de la Iglesia a política internacional o legislaciones como la eutanasia en España. También trató asuntos personales como su actual estado de salud en una charla relajada donde no cerró la puerta a un posible viaje a Santiago de Compostela en 2022, aunque dejando entrever que no sería una visita que se ampliara a otros puntos de la geografía española.
Francisco explicó que fue un enfermero de la Santa Sede el que le advirtió del problema de salud por el que ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente y en el que le han extirpado 33 centímetros de intestino. “Me salvó la vida”, contó el Papa, que señaló que “es la segunda vez que un enfermero me salvó la vida”. La primera fue en el año 1957 cuando estaba en el seminario y tuvo un grave problema en el pulmón.
"Huracán de cónclave"
Con respecto a su reciente operación, el Santo Padre indicó a Carlos Herrera que ahora puede comer de todo aunque aún toma las medicinas postoperatorias. “El cerebro tiene que registrar que tiene 33 centímetros menos de intestino y le lleva un tiempo registrarlo”, afirmó, aunque también dijo que su actividad diaria es ya normal.
Sobre la posibilidad de una renuncia al Papado de la que se ha venido publicando en medios de comunicación a raíz de este último problema de salud, Francisco se lo tomó a broma asegurando que “siempre que hay un Papa enfermo corre brisa o huracán de cónclave”.
"Engaño" o "ingenuidad" con respecto a Afganistán
Uno de los temas de actualidad más candente que se abordó en la entrevista con la Cadena COPE fue la grave crisis de Afganistán con la salida precipitada de las tropas de Estados Unidos y la toma de control del país por parte de los talibán.
El Pontífice quiso destacar una frase que pronunció el canciller alemán Angela Merkel en 2020 y que Francisco ha querido aplicar a la crisis afgana: “Es necesario poner fin a la política irresponsable de intervenir desde fuera y de construir en otros países la democracia ignorando las tradiciones de los pueblos”.
El Papa saluda a Carlos Herrera y Eva Fernández, corresponsal de COPE en la Santa Sede
De este modo, indicó que el hecho de renunciar y dejar el país por parte de EEUU es “lícito” aunque otra cosa es el “modo” y “cómo se negocia una salida” ya que “por lo que se ve aquí no se tuvieron en cuenta todas las eventualidades”. “No sé si habrá alguna revisión, hubo mucho engaño por parte de las nuevas autoridades, o mucha ingenuidad”, destacó.
Corrupción y caso Becciu en el Vaticano
Francisco también trató temas internos de la Iglesia como la corrupción y el juicio al cardenal Becciu, que fue cercano colaborador suyo. “Es una enfermedad en la que se recae”, dijo Francisco que, sin embargo, incidió en que “hoy día se ha progresado en la consolidación de la justicia del Estado Vaticano”.
Sobre el caso Becciu afirmó que todo empezó con dos denuncias de trabajadores del Vaticano que en su labor observaron una irregularidad y preguntaron al Papa qué hacer. Francisco le instó a ir al fiscal. “Eran dos personas de bien, estaban acobardadas y para animarles puse mis firma debajo”, ha informado el pontífice.
Sobre el purpurado, que llegó a ser prefecto vaticano y ocupar un alto cargo en la Secretaría de Estado, dijo que “va a juicio según la legislación vaticana. Yo quiero de todo corazón que sea inocente. Además fue un colaborador mío, me ayudó mucho y personalmente le tengo estima. Es una manera afectiva de la presunción de inocencia pero es la justicia la que va a decidir".
Misa tradicional, desafío sinodal alemán y acuerdo con China
También abordó la limitación de la misa tradicional y la gran polvareda que se ha producido a raíz de su Motu Proprio Traditionis Custodes. Informó que es una historia “larga” y que tiene su inicio en los intentos de San Juan Pablo II y después más intensamente de Benedicto XVI para ayudar a “aquellos que no se sentían bien con la liturgia” que se aplicó tras el concilio.
Francisco explicó que tras la evaluación 13 años después del Summorum Pontificum entre todos los obispos del mundo “la inquietud que más aparecía es que una cosa que se hizo para ayudar pastoralmente se fuera transformando en ideología. De pastoral a ideología. Y había que reaccionar con normas claras, normas que pusieran un límite a quienes no habían vivido esa esperanza. Parece que se ha puesto de moda entre sacerdotes jóvenes, que no saben latín, no saben lo que dicen…”.
Por ello, una de las novedades es que las lecturas de la misa deban proclamarse en lengua vernácula y que los que quieran celebrar la misa tridentina deban pedir permiso a Roma al igual que deben hacer los sacerdotes que celebran el rito latino y el oriental. “Si usted lee bien la carta y el decreto vera que es reordenar constructivamente y evitar un exceso”, comentó a Carlos Herrera.
Menos tiempo dedicó al desafío del camino sinodal alemán. “Me permití mandar una carta que hice yo sólo en castellano, un mes tardé entre pensar y escribir”, dijo el Papa sobre una misiva que traducida al alemán generó gran polémica en la Iglesia en Alemania en su intento de ir por libre sin seguir las directrices de Roma. “No me pondría demasiado trágico, muchos obispos con los que hablé no tienen mala voluntad aunque no tienen en cuenta algunas cosas que yo digo en la carta".
Del mismo modo, Francisco fue preguntado sobre el acuerdo provisional entre la Santa Sede y China del que públicamente sólo se conoce el nombramiento de obispos. Así, indicó que no es una cuestión “fácil” pero dijo estar “convencido de que no se debe renunciar al diálogo, te pueden engañar, puedes equivocarte, pero no hay que renunciar. Lo que se ha logrado de momento es dialogar, alguna cosa concreta, como el nombramiento de obispos”. Y su apuesta sigue siendo ir “pasito a pasito” tendiendo "puentes”.
España: eutanasia, nacionalismo y viaje a Santiago
La segunda parte de la entrevista tuvo a España como tema central, donde se abordó la ley de la eutanasia ya vigente, el nacionalismo o una posible visita al país.
Sobre el primero de los temas, Francisco citó una de sus frases más reconocibles: “Estamos viviendo una cultura del descarte”. En su opinión, “lo que no sirve se descarta, los hijos son material descartable, molestan. También los viejos y los enfermos más terminales. Los chicos no queridos también y se mandan al remitente antes de que nazcan”.
Por ello, el Papa lanzó dos preguntas: “¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema? Y con estas dos preguntas se solucionan la eliminación de personas por un lado y por otro”. Francisco recordó que “lo que se siembra con el descarte se va a recibir después”.
Sobre el nacionalismo y la cuestión catalana, el Papa dijo que “en el caso de España son ustedes los españoles los que tienen que juzgar, pero para mí la clave en este momento en cualquier país con este tipo de problema es preguntarme si se han reconciliado con su propia historia. No sé si España está reconciliada con su propia historia, la del siglo pasado.
Su opinión pasa por “entrar en un proceso de diálogo y reconciliación y sobre todo huir de las ideologías, que son las que impiden cualquier tipo de reconciliación” además de instar a que “cualquier gobierno, del signo que sea, debe hacerse cargo de la reconciliación. Deben ir como hermanos y no como enemigos”.
Con respecto a un posible viaje a España, Francisco fue claro: “Mi opinión de Europa es ir a países chicos”. Dijo que fue a Estrasburgo a un acto sobre Europa, pero no visitó Francia, y e caso de ir a Santiago para el Año Xacobeo de 2020 explicó: “Si voy a Santiago voy a Santiago, pero no a España. Pero eso está por decidir”.
Puede escuchar aquí la entrevista íntegra al Papa en COPE
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