Monseñor López Romero señala el carácter básicamente foráneo de la Iglesia en Marruecos, que se vuelca en una gran acción social. |
El Papa ha dirigido un videomensaje a los marroquíesexpresando sus intenciones ante la visita que hará al país este fin de semana. "Vengo como peregrino de paz y de fraternidad en un mundo que tanto necesita de ellas", afirma Francisco.
"Como cristianos y musulmanes creemos en Dios creador, misericordioso, que ha creado a los hombres y los ha puesto en el mundo para que vivan como hermanos, respetándose en la diversidad y ayudándose en las necesidades", añadió: "Les ha entregado la tierra, nuestra casa común, para custodiarla con responsabilidad y conservarla para las futuras generaciones".
"Este viaje me ofrecerá la preciosa ocasión de visitar la comunidad cristiana presente en Marruecos y de animarla en su camino. También me reuniré con los migrantes, que representan una llamada a construir juntos un mundo más justo y solidario", concluye.
En referencia al viaje apostólico de Francisco, el segundo de un Papa tras la visita de Juan Pablo II en 1985, el obispo de Rabat, Cristóbal López Romero, ha destacado en declaraciones a ACI Prensa cuáles son sus expectativas: "Como comunidad cristiana esperamos que nos confirme en esta vivencia cristiana en esta tierra de islam, que refuerce nuestra esperanza, porque le esperamos como servidor de la esperanza y también que nos ayude a encender nuestro corazón en el amor”.
Además de recordar las buenas relaciones diplomáticas entre el Vaticano y el reino de Marruecos, monseñor López espera "que el mensaje que el Papa está dando en relación con el diálogo interreligioso y el acercamiento entre cristianos y musulmanes para trabajar a favor de la paz y la fraternidad universal reciba un impulso fuerte, porque se encuentra con otro líder religioso y político muy importante como es el rey de Marruecos... Es el momento de demostrar que las religiones no son un problema, sino que deben ser parte de la solución de los problema del mundo".
El prelado, miembro de la congregación salesiana y director entre 2003 y 2010 del colegio Don Bosco de Kénitra, afirma que la comunidad cristiana en Marruecos consta de unos 30.000 miembros en un país de 37 millones de habitantes, una minoría "insignificante" pero "viva, vibrante y gozosa" formada en su mayoría por estudiantes subsaharianos becados por el gobierno marroquí: "Somos una Iglesia muy cambiante... Cada año van y vienen unos seis mil estudiantes. Además, en nuestras comunidades hay cristianos de más de cien nacionalidades. Sólo entre los religiosos y sacerdotes presentes en el país juntamos cuarenta nacionalidades. Aquí todos somos todos migrantes porque todos los católicos somos extranjeros".
El obispo de Rabat, español de Vélez-Rubio (Almería), destaca la intensa actividad ecuménica que viven los cristianos en Marruecos, que tendrá su plasmación en el Angelus del domingo, donde estarán presentes representantes anglicanos, ortodoxos y evangélicos. López destacó la importancia del Instituto Ecuménico de Teología Al Mowafaqa: "Lo compartimos con los protestantes y es algo único en el mundo, donde se puede estudiar la teología cristiana y obtener la licencia en estudios eclesiásticos... Pertenece el 50% a la Iglesia católica y el otro 50% a la iglesia protestante. De hecho, yo soy copresidente junto con la pastora protestante". En él hay “profesores cristianos, católicos y protestantes, pero también musulmanes para que los alumnos comprendan las fuentes del islam. Es algo muy interesante”.
Por último, monseñor López destaca la labor de Cáritas en Rabat: "Acogemos al que está en necesidad, sobre todo en el campo de las personas migrantes y los marroquíes que están en necesidad y lo hacemos sin preguntar, sin pedirles explicaciones. Vemos un herido y lo atendemos, si alguien tiene hambre y podemos, le damos de comer. Salimos al encuentro del ser humano que está en situación de desesperación o de necesidad extrema”. Como en el Centro Rural Servicios Sociales de Témara, que visitará el Papa: "Es una obra maravillosa, donde todo lo que se hace es a favor de la gente pobre marroquí, concretamente de enfermos de quemaduras, que son muchos, porque es un dispensario especializado en la curación de grandes quemados. Además tienen una guardería, un centro de promoción de la mujer… Es asombroso cómo trabajan las tres religiosas que lo llevan, en medio de un ambiente totalmente rural y a favor de tantas personas necesitadas”.
Además recordó un proyecto por el que se pueden operar de diversas cardiopatías a niñosque de otra manera estarían abocados a la muerte, y que es posible gracias a la Iglesia católica: “Ya se han operado más de cincuenta y de otra manera hubieran muerto".
"Queremos ser testigos del amor de Dios a este pueblo que nos acoge", concluye, "y lo hacemos sin mirar a quién y con todo el cariño de nuestro ser cristiano, que es la esencia de nuestra fe”.
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