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terça-feira, 7 de abril de 2015

Cantante de éxito, se convirtió por Santa Teresa y tras su muerte reposa en un convento carmelita

Giuni Russo arrasó en 1982 con «Un´estate al mare»

Giani Russo gozó en los años ochenta de un incontestable éxito musical.

Actualizado 5 abril 2015


Giuni Russo, nombre artístico de Giuseppa Romeo, se hizo en 1982 durante ocho meses con todos los números uno en las listas italianas gracias a Un´estate al mare [Un verano en el mar], un tema escrito por Franco Battiato y que también llegó a España para animar las discotecas.

Éxitos muy precoces

Siciliana de Palermo, nacida en 1951, era hija de una soprano y había empezado a cantar con trece años. En 1968 participó por primera vez en el Festival de San Remo, y su nombre empezó a vincularse artísticamente a estrellas de la época como Fausto Leali, Sacha Distal o Al Bano.

A partir de ahí la carrera artística de Giuni fue in crescendo hasta 1982, su gran explosión, y desde entonces pasó a formar parte del amplio elenco de artistas de la música que caracterizaron la cultura italiana en las dos décadas siguientes, aportando sus composiciones de pop experimental. Dentro y fuera de su país, pues interpretó en italiano, español, inglés, francés, japonés, árabe, persa y latín.

Un look ochentero para Un´estate al mare.
El primer contacto teresiano
Precisamente versionando en 1994 textos de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila, dentro de una colaboración musical con escritores y poetas, algo empezó a cambiar en la vida de la Russo. (Ver abajo el vídeo de su interpretación de Nada te turbe.)

"A mediados de la década de los 90, nos telefoneó para conseguir el texto exacto de la poesía de Santa Teresa Deseo del cielo, con la cual hizo luego la canción Muero porque no muero, que quiso que escucháramos": quien evoca estos hechos, entrevistada por Avvenire, es la Madre Manuela de la Madre de Dios, priora del convento de Santa Teresita del Niño Jesús de carmelitas descalzas en Milán, que tan ligado quedó a la vida de la artista.

Enamorada de Jesús

Aquél fue el primer contacto de Giuni Russo con las monjas, y el inicio de una evolución de diez años a través de los cuales fue convirtiéndose en una "carmelita por amor", ya que no por votos y hábito. "Era muy reservada en cuanto a la fe, pero buscaba lo esencial, y por eso se encontró con Santa Teresa. Su espiritualidad era afín a la del Carmelo: intensa, auténtica, abierta a los demás, femenina, moderna...", recuerda la religiosa.

Un día, durante un retiro espiritual que hizo con las hermanas del convento, Giuni le confesó: "Estoy enamorada de Jesús. Fue aquel amor el que la sostuvo en la enfermedad y al afrontar la muerte".

Giuni Russo continuó trabajando en los escenarios
incluso bajo los efectos de su tratamiento contra
el cáncer.
Porque unos años después le fue detectado un tumor, que enseguida comunicó a Sor Manuela, quien lo recuerda como un momento muy duro. "Añadió que, si el Señor le concedía aún unos años, los emplearía mejor, pero que en cualquier caso se hiciese su voluntad. Estuvo muy lúcida hasta el final, incluso en momentos de gran dolor físico".

Como una carmelita más
Giuni murió el 14 de septiembre de 2004, y al celebrarse ahora el décimo aniversario las monjas del monasterio se han encargado de recordarla y celebrarla. No en vano está enterrada en su cementerio: "Sí, como una hermana nuestra que era. Nos lo pidió y nos alegramos mucho. No es nada extraordinario", dice la priora.

La cantante había tomado "decisiones dolorosas" ya antes de conocer a las carmelitas de Milán, en relación al contraste que iba sintiendo entre su fe y el mundo en el que se movía: "Buscaba la Verdad con canciones que eran siempre espirituales, aunque no lo explicitase".

Por eso, el quinto centenario de Santa Teresa de Jesús tiene unas características muy especiales en el monasterio milanés de Santa Teresita del Niño Jesús: "Lo podemos celebrar con algo que es nuestro, ¡nuestro y de Giuni!".



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