En el ataque han muerto tres personas y hay una decena de heridos
"La situación de Gaza la están pagando, en particular, los niños, los ancianos y los enfermos", dijo el Papa.
León XIV ha recibido este viernes la llamada de Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel. Una comunicación que tiene lugar un día después del ataque del Ejército israelí contra la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza.
La única iglesia católica de la Franja se utilizaba como refugio para más de 500 personas desde el inicio de la guerra. En el ataque murieron tres personas y dejó una decena de heridos, algunas de ellas de gravedad.
Poner fin a la masacre
Durante la conversación, el Papa instó a reactivar con urgencia un alto el fuego y poner fin a la guerra. León XIV expresó su preocupación por la situación de Gaza, "cuyo precio desgarrador lo están pagando, en particular, los niños, los ancianos y los enfermos".
El Papa León XIV exigió proteger los lugares de culto y, sobre todo, a los fieles y a todas las personas que viven tanto en Palestina como en Israel.
El Papa también llamó este viernes al cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, a quien aseveró que "es hora de poner fin a esta masacre".
Así mismo, el cardenal Pizzaballa y el Patriarca Teófilo III visitaron este viernes la atacada iglesia de la Sagrada Familia. La entrada del patriarca se hizo acompañada de un cargamento de ayuda humanitaria.
Condena de todas las Iglesias
Por su parte, los patriarcas y jefes de las Iglesias locales emitieron un comunicado condenando el bombardeo de la parroquia y apoyando a sus hermanos católicos:
"Nosotros, los Patriarcas y Jefes de las Iglesias en Jerusalén, nos unimos en profunda solidaridad con el Patriarcado Latino de Jerusalén y las personas refugiadas en la Iglesia Católica de la Sagrada Familia en Gaza, al ser testigos del atroz ataque del Ejército israelí contra el recinto de la iglesia allí en la mañana del jueves 17 de julio de 2025. Este ataque no solo causó daños al complejo de la Iglesia, sino que también dejó tres muertos y diez heridos, incluyendo al párroco, P. Gabriel Romanelli, entre los heridos", señala la nota.
"En unidad inquebrantable, denunciamos enérgicamente este crimen. Los lugares de culto son espacios sagrados que deben mantenerse seguros. Además, están protegidos por el derecho internacional", añaden.
"Atacar una iglesia que alberga a aproximadamente 600 refugiados, incluidos niños con necesidades especiales, constituye una violación de estas leyes. Constituye también un atentado contra la dignidad humana, un atropello a la santidad de la vida humana y la profanación de un lugar sagrado", aseguran.
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