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quinta-feira, 31 de julho de 2025

Los terribles sucesos que siguieron a la conversión de una bruja: «Los demonios empezaron a atacar»

Tras 15 años como bruja de la Nueva Era, Luisa Lomeli advierte de que en esta corriente se abren puertas al demonio, muchas veces sin saberlo.

Tras 15 años como bruja de la Nueva Era, Luisa Lomeli advierte de que en esta corriente se abren puertas al demonio, muchas veces sin saberlo.

ReL  
03.03.2022 | 06:45  Actualizado: 

    Durante 15 años, la mexicana Luisa Lomeli fue maestra de Feng Shui, una variante New Age de brujería china dedicada a armonizar supuestas corrientes energéticas similar al Reiki pero, en lugar de en los cuerpos, en los espacios. Acosada por extraños sucesos, pronto supo que Dios se valió de otra bruja para su regreso a la fe.

    Luisa Lomeli nació en una familia católica, recibió el bautismo, la comunión y fue a un colegio acorde a su fe. Una vida que, como explica a Jaime Duarte, fundador del Centro de Investigaciones sobre la Nueva Era (CISNE), contrastaba con la ausencia de vida religiosa en su día a día.

    Consagrando personas a Satanás

    No tardó en dar sus primeros pasos en el ocultismo y la Nueva Era. "Empecé con programación neurolingüística, reiki, sanación y me hice consultora de Feng shui sanando la tierra y las casas… estaba totalmente metida en el ocultismo", relata.

    De hecho, fue una de las pioneras en introducir el Feng shui en México y una exitosa maestra de esta disciplina. Desde el principio le reconocían ser "una excelente bruja". Creía estar ayudando a la gente que acudía a ella, pero más tarde supo que sucedía lo contrario. "No te imaginas que estás metiendo a la gente en cosas terribles: estás consagrando la casa y las personas a Satanás", advierte.

    Durante años, un aparente éxito acompañó a Lomeli y las brujas que la seguían pero a más influencia tenía, más "fracasada" se sentía. "Gané mucho dinero que nunca pude disfrutar, pues Satanás se encarga de quitártelo todo y que vivas en la miseria. A veces no tenía ni para comer, todo era para viajes por todo el mundo y perfeccionar la técnica: me dio fama y dinero y [el demonio] se encargó de cobrármelo todo".

    Sirviendo al demonio "sin control"

    Luisa, cada vez más "contaminada" por lo que creía que eran energías negativas llegó a participar en un curso para alcanzar la clarividencia, donde a través de ciertos rituales podría "obtener poderes, ver más allá de la realidad y acceder a conocimientos" ocultos.

    En una de las sesiones fue víctima del llamado "síndrome de kundalini", una dolencia que puede ir acompañada de brotes psicóticos, la sensación de entrar y salir de dimensiones sin controlescuchar voces o tener experiencias extrasensoriales y también sentía hormigueos continuos.

    Aquello no sería nada comparado a lo que comenzaría a pasarle tiempo después. "Yo era una bruja [...] Me contaminé completamente. Cuando toqué fondo dejé de trabajar, sufría cosas terribles y a las 3:00 de la noche sentía que algo me atrapaba. Fui ver miles de brujos y chamanes, pero no encontraba quien me sanara", relata.

    Una bruja le llevó a la fe

    Hundida, Luisa pidió consejo a otra bruja y esta le recomendó una "receta" para lograr la sanación: tenía que acudir a la Iglesia y pedir que le "impusieran los evangelios en latín". Hacía años que había abandonado todo lo relacionado con su fe, pero cuando entró recuerda que sintió "paz y calor".

    "Fue algo impactante, no podía parar de llorar y era muy feliz. Vi que la Eucaristía era un milagro y cuando acabó la misa me dio miedo salir de la Iglesia. Aquí está realmente Dios", pensó.

    Aquel día permaneció horas en la iglesia, comenzó a ir a misa con frecuencia y más tarde aprendió a rezar el rosario, pero continuó con sus prácticas, cursos y materiales de la Nueva Era.

    "Unos días después volví a sentir hormigueos y cuando dije que pertenecía a la Iglesia, los demonios empezaron a atacar. Me pasaron cosas horribles", explica.

    Salir de la Nueva Era, casi imposible

    Solo entonces fue consciente de que había abierto puertas que nunca habría imaginado. "Cuando me confesé, el sacerdote me mandó un rosario que no tenía ni idea de rezar. [Desde entonces] rezaba siete rosarios diarios, estaba toda la mañana en la iglesia y pasé años con muchos exorcistas, pero poco a poco empecé a tener mi corazón en la Iglesia", afirma.

    Recuerda, además, que durante su conversión comenzaron a sucederle "cosas terribles" que más tarde comprendió como una forma del demonio para que pensase que no tenía que seguir por ese camino.

    Hoy, alerta continuamente desde su propio canal de YouTube y en las entrevistas que concede para que nadie "se meta en eso, no hay como salir". También se dirige a aquellos que, como ella, se plantean abandonar las prácticas ocultistas y les aconseja "sacar todo lo de la New Age fuera de casa. Un año después yo lo tiré todo", comenta.

    Tras "un proceso sumamente doloroso" desapegándose de una vida consagrada al ocultismo y la brujería, Luisa alerta a sus seguidores para que no comiencen a involucrarse en este tipo de prácticas y agradece "la recompensa de un Dios que no se deja ganar en bendiciones", entre otras la conversión de su familia, el fin de sus ataques espirituales e incluso el trabajo que consiguió al quedarse sin ninguna dedicación como bruja e instructora de Feng shui. Actualmente, se dedica al acompañamiento y asesoramiento de familias desde la fe.

    (Artículo de hemeroteca publicado originalmente el 3 de marzo de 2022).


    Jovens portugueses dizem que querem uma Igreja comprometida com a paz e a casa comum

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    Missa com jovens portugueses na Basílica de São Paulo Fora de Muros, em Roma. Foto © Agência Ecclesia.

    Jubileu católico em Roma

     | 30/07/2025

    “Uma Igreja com rosto de aldeia grande: intergeracional, intercultural, imperfeita, mas profundamente humana”, jovens que recusam “um estilo de vida que consome sem pensar, que produz sem limites, que vive como se houvesse um planeta de reserva”; e que querem ser uma “geração de paz: nos gestos, nas palavras, nos ambientes digitais e nos lugares esquecidos”. Mais de 11 mil portugueses que participam no Jubileu dos Jovens, em Roma, que decorre até domingo, proclamaram ao início da tarde desta quarta-feira o seu “Uma juventude em manifesto”, onde resumem as suas preocupações imediatas para a Igreja e o mundo.

    “Acreditamos numa paz feita de justiça, amizade social e cuidado mútuo”, dizem, a propósito da questão da guerra e da paz. “Não nos conformamos com a guerra em lado nenhum – nem no mundo, nem dentro de nós. A nossa bandeira é o acolhimento, o nosso grito é a reconciliação.”

    Organizados pelo Departamento Nacional da Pastoral Juvenil, da Igreja Católica, os jovens portugueses reuniram-se na Basílica de São Paulo Fora de Muros, terminando o seu encontro com a proclamação do texto “Uma Juventude em Manifesto – Geração Lisboa 23-Roma 25-Seul 27”, numa alusão à próxima Jornada Mundial da Juventude (JMJ), que decorrerá daqui a dois anos na capital da Coreia do Sul. O manifesto surgiu a partir da auscultação que o DNPJ tem promovido nos últimos meses, junto dos jovens portugueses.

    “Por uma Igreja de todos e para todos: sonhamos comunidades onde ninguém é invisível. Valorizamos a escuta, o diálogo, a diferença”, diz ainda o documento, que leva o subtítulo “De Roma com amor”. “Uma Igreja que não espera por nós no templo, mas caminha connosco pelas ruas.”

    “Nascido do caminho vivido desde a JMJ Lisboa 2023, este manifesto é expressão de uma juventude comprometida com a fé, com o cuidado da Casa Comum, com a paz e com uma Igreja mais aberta, próxima e intergeracional”, resume o DNPJ na informação enviada às redacções, que acompanha o manifesto.

    Sobre a emergência climática, o documento diz: “A terra é dom, não recurso. Recusamos um estilo de vida que consome sem pensar, que produz sem limites, que vive como se houvesse um planeta de reserva. Cuidar da Casa Comum é amar o futuro, é proteger quem é mais vulnerável, é viver com simplicidade e gratidão.”

     

    Um sobreiro português

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    Sobreiro levado pelos jovens portugueses participantes no Jubileu dos Jovens em Roma, para ser plantado no Borgo Laudato Si, plantado pelo Papa Francisco em Castel Gandolfo. Foto © Agência Ecclesia

    Simbolicamente, informa a agência Ecclesia, a delegação portuguesa fez-se acompanhar por um sobreiro, para ser plantado no Borgo Laudato Si, um jardim criado pelo Papa Francisco na residência pontifícia de Castel Gandolfo.

    “É um sobreiro tipicamente português, veio de Portugal para Roma. Temos o objectivo de plantar 25 mil e 25 árvores para devolvermos à natureza a nossa pegada de CO2, explicou à Agência Ecclesia o director do DNPJ, Pedro Carvalho. O projecto começou também na Jornada Mundial da Juventude [Lisboa 2023], onde foram plantadas mais de 18 mil árvores. Queremos que este legado da Jornada Mundial da Juventude continue”, acrescentou.

    “Acreditamos numa Igreja com voz jovem, capaz de escutar e aprender, de sair e arriscar”, diz ainda o texto. “Como São Paulo, não ficamos onde estamos – atravessamos muros, rasgamos horizontes, levamos a esperança até onde ela não chega.”

    Os jovens católicos assumem-se também como “enviados – à escola, ao trabalho, à aldeia e à cidade”. E acrescentam: “No mundo digital, mas ainda mais no mundo real. Somos discípulos e somos apóstolos. Anunciamos com a vida o que acreditamos com o coração. O mundo é o nosso campo, e o amor, a nossa linguagem.”

    No grupo português estavam inscritos 11.527 participantes, a maior delegação estrangeira presente. Depois de duas missas celebradas na Basílica de São Paulo, os jovens portugueses foram convidados a conhecer, durante a tarde, as igrejas de Roma atribuídas aos cardeais do país e onde decorreram momentos de oração, espectáculos de música ou exposições.

     

    Um Papa a pedir um grito pela paz

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    Papa Leão XIV no final da missa de início do Jubileu dos jovens: “Digamos todos: queremos a paz no mundo.” Foto © Vatican Media

    Na véspera ao final do dia, o Papa Leão XIV encerrou a missa de boas-vindas dos participantes no Jubileu dos Jovens, aparecendo de surpresa na praça de São Pedro, pedindo-lhes “um grito pela paz” e que os peregrinos dos cinco continentes fossem “sinais de esperança”.

    “Estão a começar uns dias, um caminho, o Jubileu da Esperança. E o mundo precisa de mensagens de esperança: vocês são essa mensagem e têm de continuar a dar esperança a todos. Esperamos que todos sejam sempre sinais esperança do mundo”, disse Leão XIV perante uma multidão calculada em 100 mil pessoas.

    Elogiando o entusiasmo dos jovens, o Papa pediu um “grito pela paz no mundo”, conta a Ecclesia. “Digamos todos: queremos a paz no mundo. Queremos a paz no mundo. Rezemos pela paz e sejamos testemunhas da paz de Jesus Cristo, da reconciliação, esta luz do mundo de que todos estamos à procura.”

    No fim-de-semana, quando se celebram os actos centrais deste Jubileu dos Jovens, os jovens concentram-se na área junto à Universidade de Tor Vergata a partir das 9h (8h da manhã em Lisboa). Durante a tarde, haverá animação com música de várias bandas e depoimentos. A partir das 20h30 (menos uma hora em Lisboa), já com o Papa Leão presente, decorre uma vigília de oração. Três jovens farão perguntas ao Papa sobre a amizade, coragem e espiritualidade. Um milhão de participantes devem ficar a pernoitar no local, onde o Papa preside à missa, a partir das 9h locais de domingo.




    Juventude em Roma e incêndios em Portugal

    Bom dia!

    Foto: Lusa

    O cenário repete-se todos os anos e deixa em desespero populações que temem perder casas, animais e bens. Nos últimos dias, os incêndios voltaram a assolar Portugal, com o vento e as temperaturas altas a dificultar o combate aos fogos. Viana do Castelo é um dos distritos atingidos e o bispo diocesano lamentou a “tragédia” que acontece “ano após ano”. D. João Lavrador deixou ainda indicações para que as várias estruturas católicas possam disponibilizar ajuda. Já antes, o capelão da Liga dos Bombeiros e o bispo da Guarda se tinham manifestado face à situação vivida em território nacional.

    Foto: Agência ECCLESIA

    Em Roma, o jornalista Carlos Borges e o repórter de imagem João Gralha continuam a acompanhar o Jubileu dos Jovens. Ontem, os portugueses presentes em Roma lançaram um manifesto conjunto por uma Igreja mais aberta, próxima e comprometida na defesa do ambiente. O texto foi apresentado no final das celebrações que reuniram a delegação nacional na Basílica de São Paulo Fora de Muros.

    Esta quarta-feira foi vivida como o “dia dos portugueses”, com passagem por vários locais da capital italiana. Margarida Livramento, Inês Gaspar e Tiago Cardoso são três dos jovens em Roma e contaram à reportagem da Agência ECCLESIA como está a ser participar no encontro. Para o presidente da Conferência Episcopal Portuguesa, a presença de mais de 11 mil participantes portugueses no Jubileu é “um sopro de esperança”.

    Após a pausa de verão, o Papa regressou à Praça de São Pedro para a audiência pública semanal, na qual alertou para o impacto das notícias falsas e do que chamou de “bulimia” das ligações digitais. No final, Leão XIV reforçou a sua condenação do “brutal ataque terrorista” que aconteceu na noite entre o 27 e o 28 de julho, na República Democrática do Congo (RDC).

    Lanço-lhe também o convite para conhecer a história de Rosário Farmhouse, antiga Alta Comissária para as Imigrações e Diálogo Intercultural, a partir de uma conversa com a jornalista Lígia Silveira, que pode ser escutada no podcast “Alarga a tua tenda”.

    Hoje, não perca o programa ECCLESIA, na RTP2, pelas 15h07, que inclui a vivência dos dias no Jubileu dos Jovens.

    Desejo-lhe uma ótima quinta-feira!

    Leonor João

     

     


    www.agencia.ecclesia.pt