Lo explica el portavoz de San Egidio para la paz en Colombia, el
profesor Gianni La Bella, durante un desayuno de trabajo en Roma
(ZENIT – Roma).- Los colombianos a través del referéndum no
aprobaron el Acuerdos de paz. Esto explica porque no hay una sola
Colombia sino diversas realidades que conviven, la afro-descendiente, la
criolla, la paisa, la de las Antillas, la de la jungla, la urbana etc. Y
por ello cada uno percibió la firma del Acuerdo de paz según una propia
experiencia, pero también porque después de tres generaciones que viven
este conflicto, hay desconfianza y aún más, hay quienes después de 52
años que se habla de paz creen que esto no sea más factible.
Lo indicó este miércoles el portavoz de San Egidio para la paz en
Colombia, el profesor Gianni La Bella, durante un desayuno de trabajo en
Roma con diplomáticos y periodistas, organizado por Mediatrens América, moderado
por el periodista Roberto Montoya, y en el que participaron el
embajador de Colombia en Italia, Juan Mesa; el portavoz de San Egidio,
La Bella; y el periodista colombiano Néstor Pongutá.
La Bella señaló también que hace falta un cambio en la psicología de
la gente porque mientras en otros países, como en Argentina, los
conflictos han afectado al máximo a unas 50 mil personas, en Colombia
golpeó directamente al 40 por ciento de la población.
Para explicar las posiciones explicó que más allá de lo complejo del
acuerdo, y simplificando un poco, hay dos lecturas: mientras el
presidente Santos considera que hay un conflicto interno, para el ex
presidente Álvaro Uribe, las FARC son una banda de insurgentes y por lo
tanto tienen que ser castigada por sus crímenes.
Desde el punto de vista técnico, consideró que el actual acuerdo es
fruto de una gran pericia, un recorrido técnico muy importante y que
podrá servir como base para otras situaciones de conflicto, como en
Oriente Medio o con el Estado Islámico. Porque, aseguró, “la paz se hace
con los enemigos y no con los amigos”. El contexto para cualquier
acuerdo, explicó, “es el de buscar el camino que une y no el que
divide”.
Señaló que el de Colombia es el conflicto contemporáneo más largo de
Occidente y que cuando se firmó el acuerdo no se pensaba a un plan B,
porque todos esperaban que el ‘sí’ iba a ganar. Añadió que el tiempo
corre y que el presidente Santos quiere utilizar el resto de su
presidencia para ocuparse principalmente de esto.
El portavoz narró también la labor de San Egidio en este proceso de
paz, que nace años antes en Guatemala, y que “después entramos en puntas de pie
en el contexto colombiano”, dijo, a partir de la amistad y “tratando de
entender las razones de cada una de las partes”. Porque aseguró, “no
creemos en los acuerdos negociados secretamente sino el que obtiene el
consenso de tantas fuerzas diversas”.
Cuando subió el presidente Pastrana, fue la experiencia del Caguán, y
“San Egidio hizo una escuela de diálogo durante una semana con los
jefes de la guerrilla”. Después, subió el presidente Álvaro Uribe “lo
encontramos en Roma cuando vino a saludar al Papa”, pero sin interrumpir
las relaciones con la ELN y las FARC. Y “cuando el presidente Santos
abrió la mesa de negociaciones adherimos a esta decisión”.
El profesor La Bella precisó entretanto que “en este contexto la
Comunidad de San Egidio no fue mediadora, sino facilitadores, en la
segunda fila y en tantos momentos críticos, como en el primer año ‘en el
que las partes se hacían la corte’, durante los cuatro años y medio en
la Habana”.
A veces actuando como correo y otras dando servicio, pero no como
‘asesoría’. O sea facilitando el diálogo como cuando hicieron llegar
diversas cartas al papa Francisco, así como al presidente de la
Conferencia Episcopal.
“De esta comunicación a distancia nació el factor determinante,
marcado por las palabras del Papa en ese ángelus en La Habana” dijo el
portavoz. Señaló también que en Colombia la Iglesia tiene muchas almas
que leen el proceso colombiano con diversos matices.
Otro factor que ha complicado el diálogo, aseguró, es que “la
Comunidad internacional incluyó a las FARC en la lista de los grupos
terroristas, impidiendo cualquier tipo de relaciones internacionales,
comparándolas por así decir al ISIS”.
De otro lado, hay que tomar en consideración, precisó el portavoz de
San Egidio, que “quien vivió en la selva 30 años no percibe bien la
diferencia entre Bush y Obama”, o entre Pablo VI y Francisco. Señaló
como ejemplo que cuando exponentes del ELN hablaron en un programa de
televisión, citaban a Juan XXIII, demostrando saber poco de cuanto
sucedió después.
Sobre el voto de las diversas Iglesias evangelistas, señaló que “la
galaxia pentecostal votó el ‘no’, porque con su ideología
neofundamentalista, la lectura del Acuerdo de paz fue leído como la
llegada de la imposición de la ideología de género.
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