Según el secretario de Estado vaticano, el diálogo católico –
luterano puede convertirse en un antídoto a la imperante cultura del
individualismo
El cardenal Parolín en el congreso en Matera sobre periodismo católico. 5 de marzo de 2016 (foto comunicado de prensa Ucsi) |
(ZENIT – Ciudad del Vaticani).- La
visita del papa Francisco a Suecia representa un momento histórico, en
la medida en la que, los centenarios precedentes de la Reforma luterana,
“fueron siempre conmemorados de forma polémica, en un espíritu de
debate y quizá se puede hablar también de hostilidad”, mientras que esta
vez “se puede hablar realmente de un hito en el camino de
reconciliación y de búsqueda común de la unidad entre las Iglesias y las
comunidades eclesiales”.
Así lo ha indicado en una entrevista a
Radio Vaticana, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin,
subrayando de forma particular la coincidencia del inminente viaje
pontificio con los 50 años del diálogo católico-luterano, iniciado “a
partir del Concilio Vaticano II”.
Uno de los puntos más importantes de
este diálogo, recuerda Parolin, ha sido “la firma, en 1999, de la
Declaración común sobre la Doctrina de la Justificación, uno de los
puntos que había estado en el origen y que se había convertido
precisamente en el centro de la polémica”.
Por lo tanto, añade Parolin, “hay que
agradecer al Señor por haber llegado a este momento que es el fruto del
camino que se está llevando adelante desde hace tiempo y pedirle que
nos ayude, también a través de este momento de conmemoración común, a
proseguir en el camino del diálogo y de la búsqueda de la unidad de la
Iglesia”.
Uno de los momentos importantes de la
visita pastoral, subraya Parolin, será la firma de una acuerdo entre la
sección del servicio para el mundo de la Federación luterana mundial y
Caritas Internationalis: un signo de cómo la reconciliación que
católicos y luteranos están persiguiendo, “debe traducirse en un
encuentro” y “en una actitud de amor compasivo en lo relacionado con
muchas personas que sufren por diferentes causas en el mundo”. Son en
particular “los jóvenes” los que están “llamados en primera personas a
asumir este desafío”, añadió.
Identificando “la solidaridad en lo
relacionado con los últimos y la defensa y la tutela de la casa común”,
como dos de los objetivos que reúnen a las dos iglesias, el cardenal
subraya que el diálogo ecuménico, a través de la “superación del
plegarse en sí mismo que después está en el origen de tantos conflictos”
lleva a estar “unidos en la esperanza”.
Por lo tanto, “católicos y luteranos
están llamados a testimoniar juntos, en nombre de la fe común en Jesús
Salvador, toda la belleza, todo el esplendor y toda la alegría de la
fe, que tienen y que testimonian”.
Señalando que la “elección ecuménica
es una elección irreversible” y, a pesar de las dificultades, debe “ir
adelante con valentía”, el secretario de Estado observa cuánto la
pequeña comunidad católica sueca “se está enriqueciendo de muchos
componentes” y “pueden trabajar juntos con la comunidad luterana
precisamente para el testimonio cristiano”.
in
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