El papa Francisco decidió no usar esta residencia de verano y pasar todo el año en Roma
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El
apartamento pontificio del Palacio Apostólico de Castelgandolfo,
situado a unos 20 kilómetros de Roma, abrirá sus puertas al público por
primera vez este sábado 22 de octubre. Se amplía así el espacio
visitable de las Villas Pontificias: los jardines de Villa Barberini se
pueden visitar ya desde hace dos años y la Galería de los Retratos de
los Pontífices desde el año pasado. Ahora, a partir de este sábado, se
añaden las habitaciones usadas por los Papas como descanso de verano. Será
posible visitar el apartamento pontificio todos los días excepto el
domingo y se podrá reservar la visita desde la página web de los museos vaticanos.
Urbano VIII Barberini (1623-1644), que siendo cardenal ya le gustaba
pasar temporadas en Castelgandolfo, fue el primer Papa que vivió en esta
residencia en la primavera de 1626, una vez terminados los trabajos de
restauración y ampliación del Palacio realizados por Carlo Maderno y
ayudado por Bartolomeo Breccioli y Domenico Castelli como arquitectos
subalternos.
Y desde entonces, Castelgandolfo se convirtió en una segunda
residencia para muchos Pontífices. Benedicto XVI ha sido el último en
utilizar esta ‘casa de verano’ ya que Francisco, desde el principio de
su pontificado, ha preferido permanecer todo el año en Roma. Además, el
papa emérito pasó en este lugar sus primeras semanas de retiro tras su
renuncia. Es decir, desde el 28 de febrero de 2013 hasta su regreso al
Vaticano, el 2 de mayo, tras la elección de Francisco como sucesor de
Pedro.
Una de las curiosidades que encierra este lugar, es el nacimiento de 40 niños en la cama del Papa. Y
es que el 22 de enero de 1944, tras el desembarco de las tropas de
Estados Unidos en el puerto de Anzio, habiéndose convertido toda la zona
en un frente de guerra, los habitantes de Castelgandolfo y de los
alrededores corrieron a las puertas de las Villas. Se calcula que hasta
doce mil personas encontraron refugio en aquel período, y allí
permanecieron hasta la liberación de Roma, el 4 de junio. El apartamento
papal fue reservado a las madres que estaban a punto de dar a luz, de
modo que en aquellos meses pudieron nacer unos cuarenta niños.
Al entrar en las Villas Pontificias
de Castelgandolfo se encuentran con importantes restos de una de las más
famosas villas de la antigüedad, la Albanum Domitiani, grande residencia de campo del emperador Domiciano (81-96 d.C.), que tenía una extensión de 14 km2, desde la Via Appia hasta el lago de Albano.
Las Villas Pontificias se levantan
sobre los restos de la parte central de la residencia imperial que
incluía, según la hipótesis de algunos estudiosos, también la Arx Albana,
situada en el extremo de la colina de Castelgandolfo, donde ahora se
yergue el Palacio Pontificio y que tiempo atrás comprendía el centro de
la antigua Albalonga.
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