El Papa Francisco, en el Congreso |
Francisco ya ha llegado a Nueva York tras una jornada histórica en Washington
John Kerry, "encantado y conmovido" por el llamado del pontífice a "resolver las disputas por la diplomacia"
Redacción, 24 de septiembre de 2015 a las 22:26
(J. B./Agencias).- El histórico discurso del Papa Francisco en el Congreso de los Estados Unidos ha conseguido un inusual consenso entre republicanos y demócratas. Con contadas excepciones, Bergoglio -que ya ha aterrizado en Nueva York- conquistó a los políticos estadounidenses con un discurso crítico y vitalista, como ya había conquistado al pueblo norteamericano. Y es que el viaje a EE.UU. parece condenado al éxito.
Así, el secretario de Estado, John Kerry, quien se encontrará este viernes con el Papa en la ONU, se mostró "encantado y conmovido por el llamamiento del pontífice para resolver las disputas por la diplomacia, abordar el cambio climático y proteger a los vulnerables de nuestro mundo".
Francisco trató muchos temas, pero casi todos sin nombrarlos, como el matrimonio homosexual, asunto en el que pese a la tolerancia mostrada hace unos meses mantiene la doctrina social de la iglesia, abrazada también por los republicanos.
"No puedo esconder mi preocupación por la familia, que está amenazada, quizás como nunca, desde el interior y desde el exterior. Las relaciones fundamentales son puestas en duda", dijo.
Esas palabras pronto encontraron eco en las filas republicanas. "Una voz firme por la virtud de la vida, el matrimonio y la libertad religiosa", escribió en twitter el senador Ted Cruz, que busca ser el candidato conservador a la presidencia.
No mencionó el aborto directamente, aunque sí con sutileza. "La regla de oro nos recuerda la responsabilidad que tenemos de custodiar y defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo", afirmó Francisco, antes de hacer un alegato específico contra la pena de muerte, legal en 31 de los 50 estados.
Si temas como el aborto o el matrimonio homosexual lo acercan más a los republicanos, sus apelaciones a la apertura a la inmigración latina desde el sur y su preocupación por el cambio climático lo situaron de nuevo más próximo a los demócratas.
El congresista republicano por Arizona, Paul Gosar, fue uno de los pocos que decidió no acudir al discurso. "Si el papa quiere dedicar su vida a luchar contra el cambio climático, puede hacerlo en su tiempo libre. Pero promocionar ciencia dudosa como dogma católico es ridículo", criticó.
Pero los más de 500 congresistas escucharon atentos -algunos con lágrimas- los 50 minutos de discurso, en el que unos y otros encontraron motivos de aplauso para interrumpirlo.
El momento que, sin embargo, unió sin fisuras a unos y a otros fue cuando el papa agradeció estar en "la tierra de los libres y en la patria de los valientes", como dice el himno de Estados Unidos.
El pontífice sí elevó el tono y fue más firme para defender la inmigración y condenar el tráfico de armas. "¿Por qué las armas letales son vendidas a aquellos que pretenden infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos y la sociedad? Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente por dinero; un dinero impregnado de sangre", lanzó.
También criticó "ser esclavo de las finanzas" en el centro de un país que lleva el capitalismo en su ADN.
"Tocó muchos temas de los que a mucha gente aquí no les gusta hablar", dijo en la cadena CNN el senador progresista Bernie Sanders, que quiere ser el candidato demócrata para las elecciones presidenciales de 2016.
"El papa no es republicano ni demócrata, es el papa", resumió en CNN el congresista conservador Mario Díaz-Balart el ánimo en el Capitolio tras el acto más político del pontífice en su visita a Estados Unidos.
La republicana Ilena Ros-Lehtinen ha tildado el día de hoy como «una jornada histórica y llena de emoción». «Es un Papa de todos, uno no tiene que ser católico para escuchar las palabras de Su Santidad. (...) La protección de la vida y la protección del planeta le tocan a la iglesia el corazón», ha declarado.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha asegurado que el discurso del Santo Sadre fue «extraordinario» y ha destacado que Francisco hizo un llamamiento a ser responsables con quienes sufren «la pobreza, la persecución y la guerra». «Su Santidad nos instó a vivir nuestros valores y llegar más allá de nuestras divisiones», ha subrayado Pelosi.
El presidente de la Cámara de los Representantes John Boehner se ha mostrado visiblemente emocionado durante todo el discurso de Francisco, y consideró que su intervención «es, sin duda, una bendición para todos», aunque también conlleva «grandes responsabilidades». «Vayamos todos hacia delante y estemos a la altura de sus palabras», ha dicho sin hacer referencia a ningún asunto en concreto.
El congresista demócrata Raul Grijalva ha relatado en una entrevista con Efe que las palabras del Santo Padre fueron «muy profundas y poderosas» y desea que ayuden a reactivar el debate sobre una reforma migratoria en el país, así como sobre las acciones que son necesarias para frenar la degradación del planeta. «Reconoció que la historia de este país está construida sobre inmigrantes».
(RD/Agencias)
Así, el secretario de Estado, John Kerry, quien se encontrará este viernes con el Papa en la ONU, se mostró "encantado y conmovido por el llamamiento del pontífice para resolver las disputas por la diplomacia, abordar el cambio climático y proteger a los vulnerables de nuestro mundo".
Francisco trató muchos temas, pero casi todos sin nombrarlos, como el matrimonio homosexual, asunto en el que pese a la tolerancia mostrada hace unos meses mantiene la doctrina social de la iglesia, abrazada también por los republicanos.
"No puedo esconder mi preocupación por la familia, que está amenazada, quizás como nunca, desde el interior y desde el exterior. Las relaciones fundamentales son puestas en duda", dijo.
Esas palabras pronto encontraron eco en las filas republicanas. "Una voz firme por la virtud de la vida, el matrimonio y la libertad religiosa", escribió en twitter el senador Ted Cruz, que busca ser el candidato conservador a la presidencia.
No mencionó el aborto directamente, aunque sí con sutileza. "La regla de oro nos recuerda la responsabilidad que tenemos de custodiar y defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo", afirmó Francisco, antes de hacer un alegato específico contra la pena de muerte, legal en 31 de los 50 estados.
Si temas como el aborto o el matrimonio homosexual lo acercan más a los republicanos, sus apelaciones a la apertura a la inmigración latina desde el sur y su preocupación por el cambio climático lo situaron de nuevo más próximo a los demócratas.
El congresista republicano por Arizona, Paul Gosar, fue uno de los pocos que decidió no acudir al discurso. "Si el papa quiere dedicar su vida a luchar contra el cambio climático, puede hacerlo en su tiempo libre. Pero promocionar ciencia dudosa como dogma católico es ridículo", criticó.
Pero los más de 500 congresistas escucharon atentos -algunos con lágrimas- los 50 minutos de discurso, en el que unos y otros encontraron motivos de aplauso para interrumpirlo.
El momento que, sin embargo, unió sin fisuras a unos y a otros fue cuando el papa agradeció estar en "la tierra de los libres y en la patria de los valientes", como dice el himno de Estados Unidos.
El pontífice sí elevó el tono y fue más firme para defender la inmigración y condenar el tráfico de armas. "¿Por qué las armas letales son vendidas a aquellos que pretenden infligir un sufrimiento indecible sobre los individuos y la sociedad? Tristemente, la respuesta, que todos conocemos, es simplemente por dinero; un dinero impregnado de sangre", lanzó.
También criticó "ser esclavo de las finanzas" en el centro de un país que lleva el capitalismo en su ADN.
"Tocó muchos temas de los que a mucha gente aquí no les gusta hablar", dijo en la cadena CNN el senador progresista Bernie Sanders, que quiere ser el candidato demócrata para las elecciones presidenciales de 2016.
"El papa no es republicano ni demócrata, es el papa", resumió en CNN el congresista conservador Mario Díaz-Balart el ánimo en el Capitolio tras el acto más político del pontífice en su visita a Estados Unidos.
La republicana Ilena Ros-Lehtinen ha tildado el día de hoy como «una jornada histórica y llena de emoción». «Es un Papa de todos, uno no tiene que ser católico para escuchar las palabras de Su Santidad. (...) La protección de la vida y la protección del planeta le tocan a la iglesia el corazón», ha declarado.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha asegurado que el discurso del Santo Sadre fue «extraordinario» y ha destacado que Francisco hizo un llamamiento a ser responsables con quienes sufren «la pobreza, la persecución y la guerra». «Su Santidad nos instó a vivir nuestros valores y llegar más allá de nuestras divisiones», ha subrayado Pelosi.
El presidente de la Cámara de los Representantes John Boehner se ha mostrado visiblemente emocionado durante todo el discurso de Francisco, y consideró que su intervención «es, sin duda, una bendición para todos», aunque también conlleva «grandes responsabilidades». «Vayamos todos hacia delante y estemos a la altura de sus palabras», ha dicho sin hacer referencia a ningún asunto en concreto.
El congresista demócrata Raul Grijalva ha relatado en una entrevista con Efe que las palabras del Santo Padre fueron «muy profundas y poderosas» y desea que ayuden a reactivar el debate sobre una reforma migratoria en el país, así como sobre las acciones que son necesarias para frenar la degradación del planeta. «Reconoció que la historia de este país está construida sobre inmigrantes».
(RD/Agencias)
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