En Daguestán casi todos son musulmanes: no hay comunidad católica
Leyendo a Víctor Hugo se enamoró de la cultura medieval, rezó el Padrenuestro en latín y quiso bautizarse en Daguestán, donde no hay comunidad católica |
P.J. Ginés / ReL 24 febrero 2016
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El portal católico ruso Ruskatolik.rf publicó una historia acerca de la insólita fe católica de una joven de origen musulmán de la república rusa de Daguestán, zona del Cáucaso entre Chechenia y el Mar Caspio, donde el 83% de la población se declara musulmana y los cristianos, casi todos ortodoxos o pentecostales, no llegan ni al 3%. El portal no muestra la foto ni el nombre de la mujer por razones de seguridad. Es una historia que demuestra que Dios toca almas donde quiere y como quiere... y más en un mundo globalizado.
- Usted es una católica de Daguestán. Por sí solo este hecho es asombroso. ¿Hay más católicos en su familia?
- No, ni católicos ni cristianos de otras denominaciones. Nunca ha habido cristianos en mi familia.
- ¿Cuál ha sido la reacción de sus parientes? ¿Intentaron detenerla antes de bautizarse en la Iglesia Católica?
- Antes de bautizarme, durante tres años estudié por mi cuenta el catolicismo. Mi madre sabía lo de los estudios, pero no de mi bautizo. Ni tampoco de las visitas a la iglesia. Nunca lo habría sabido pero por casualidad alguien le comentó algo. Tuvimos una conversación muy dura para ambas. Me preguntó si era posible dar marcha atrás, le dije que no y le expliqué el significado del sello bautismal. Desde entonces no hemos vuelto al tema pero sé que volveremos a hablar. Sobre los obstáculos... ¡ni hablar de pedir permiso a mi madre para ir al templo, por supuesto! Voy en secreto.
- ¿Se puede decir que usted es una católica conversa del islam?
- Más bien no. Nunca confesé el islam con el corazón y la razón, aunque formalmente viví según sus usos y costumbres tal como se practican en Daguestán.
El camino de esta chica hacia la fe católica en un país donde casi no hay católicos es peculiar: empieza con un sueño especial siendo niña y avanza a través del mundo de la cultura y el amor por la historia y la literatura.
Todo empezó con un sueño
"El paso más importante en mi historia fue un sueño que vi cuando tenía 5 años. Vi una Mujer con un fardo apretado contra su pecho. Recuerdo que estuve mucho tiempo llorando de miedo por no poder saber qué había en el fardo. Me parecía muy importante. Y lloré recordando el sueño durante muchos años. Hasta que vi el cuadro de Leonardo Da Vinci, la “Madonna Litta”, cuando ya tenía alguna noción aislada sobre el cristianismo. Entendí que era precisamente la Mujer de mi sueño pero vestida diferente. Y entonces ahora ya sabía que en el fardo que ella sostenía en su pecho estaba el Niño: a mis cinco años eso no había parecido evidente. Más tarde comprendí cuán importante era y es conocer a ese Niño".
- Usted es una católica de Daguestán. Por sí solo este hecho es asombroso. ¿Hay más católicos en su familia?
- No, ni católicos ni cristianos de otras denominaciones. Nunca ha habido cristianos en mi familia.
- ¿Cuál ha sido la reacción de sus parientes? ¿Intentaron detenerla antes de bautizarse en la Iglesia Católica?
- Antes de bautizarme, durante tres años estudié por mi cuenta el catolicismo. Mi madre sabía lo de los estudios, pero no de mi bautizo. Ni tampoco de las visitas a la iglesia. Nunca lo habría sabido pero por casualidad alguien le comentó algo. Tuvimos una conversación muy dura para ambas. Me preguntó si era posible dar marcha atrás, le dije que no y le expliqué el significado del sello bautismal. Desde entonces no hemos vuelto al tema pero sé que volveremos a hablar. Sobre los obstáculos... ¡ni hablar de pedir permiso a mi madre para ir al templo, por supuesto! Voy en secreto.
- ¿Se puede decir que usted es una católica conversa del islam?
- Más bien no. Nunca confesé el islam con el corazón y la razón, aunque formalmente viví según sus usos y costumbres tal como se practican en Daguestán.
El camino de esta chica hacia la fe católica en un país donde casi no hay católicos es peculiar: empieza con un sueño especial siendo niña y avanza a través del mundo de la cultura y el amor por la historia y la literatura.
Todo empezó con un sueño
"El paso más importante en mi historia fue un sueño que vi cuando tenía 5 años. Vi una Mujer con un fardo apretado contra su pecho. Recuerdo que estuve mucho tiempo llorando de miedo por no poder saber qué había en el fardo. Me parecía muy importante. Y lloré recordando el sueño durante muchos años. Hasta que vi el cuadro de Leonardo Da Vinci, la “Madonna Litta”, cuando ya tenía alguna noción aislada sobre el cristianismo. Entendí que era precisamente la Mujer de mi sueño pero vestida diferente. Y entonces ahora ya sabía que en el fardo que ella sostenía en su pecho estaba el Niño: a mis cinco años eso no había parecido evidente. Más tarde comprendí cuán importante era y es conocer a ese Niño".
La Madonna Litta, que se atribuye a Leonardo Da Vinci |
Victor Hugo, lo medieval, el Padrenuestro en latín...
El siguiente paso llegó a los diez años, a través de una versión rusa del musical Notre Dame de París [aquí en YouTube], basado en la famosa novela romántica de Víctor Hugo. A ella le había cautivado la canción "Belle".
"No sabía de qué iba el musical, nada de nada. Sólo sabía algunos trozos de la historia: un sacerdote católico que se enamora de una gitana. Era divertido: todas las chicas de mi edad estaban locas por Britney Spears o Enrique Iglesias… mientras que yo lloraba noches enteras por un desgraciado sacerdote enamorado y adoraba a Viacheslav Petkun que interpretó a Quasimodo. Luego vinieron las novelas de Víctor Hugo, pasión por el latín, lo gótico, lo medieval… Y lo medieval implica lo católico. Algo sobre esta religión sabía, superficialmente. Recuerdo que cuando leía “El hombre que ríe” [el drama de Víctor Hugo de 1869] vi en el episodio del naufragio a los protagonistas rezando el “Paternoster”, en latín. Allí estaba el texto completo de la oración: la copié con amor, la leí con amor y me la aprendí de memoria. Creo que siempre he sido católica en mi interior".
El siguiente paso llegó a los diez años, a través de una versión rusa del musical Notre Dame de París [aquí en YouTube], basado en la famosa novela romántica de Víctor Hugo. A ella le había cautivado la canción "Belle".
"No sabía de qué iba el musical, nada de nada. Sólo sabía algunos trozos de la historia: un sacerdote católico que se enamora de una gitana. Era divertido: todas las chicas de mi edad estaban locas por Britney Spears o Enrique Iglesias… mientras que yo lloraba noches enteras por un desgraciado sacerdote enamorado y adoraba a Viacheslav Petkun que interpretó a Quasimodo. Luego vinieron las novelas de Víctor Hugo, pasión por el latín, lo gótico, lo medieval… Y lo medieval implica lo católico. Algo sobre esta religión sabía, superficialmente. Recuerdo que cuando leía “El hombre que ríe” [el drama de Víctor Hugo de 1869] vi en el episodio del naufragio a los protagonistas rezando el “Paternoster”, en latín. Allí estaba el texto completo de la oración: la copié con amor, la leí con amor y me la aprendí de memoria. Creo que siempre he sido católica en mi interior".
Quasimodo, Esmeralda... y la catedral: el Medievo capturó la imaginación de la joven daguestaní |
Harry Potter y la cantautora católica
Después, siendo una adolescente entusiasta de Harry Potter, y relacionándose con los grupos de fans de estas novelas, conoció las canciones de Lora Bocharova, una cantautora muy popular entre ellos y entre todos los amantes de historias medievales, sobre las que suele componer.
"Algo me decía que no existían muchas verdades separadas sino una verdad, reflejada en las canciones de Lora. Luego me enteré de que ella era católica. Y se me abrieron los ojos. Por fin vi hacia dónde el Señor me había estado llevando durante años. Entonces yo tenía 16. Tres años de estudios de los fundamentos de la fe me convencieron aún más de que había venido a un sitio correcto, y a finales de diciembre de 2012 me vino una idea fija: que debía bautizarme antes de Navidad. Decidí que si antes de la víspera (me quedaban tres días solamente) encontraba a una persona que me pudiera bautizar, sería una señal de que el Señor me estaba apoyando en mi propósito. ¿Encontrar en Daguestán una persona que me pueda bautizar católica? Pues sí, apareció esa persona. Y me doy cuenta de que ahora es cuando viene un torbellino de emociones, pero he de decirlo por muchas razones. Me bautizó una chica formalmente bautizada como ortodoxa que sin embargo, tomó su misión con toda seriedad".
"Cualquiera puede bautizar"... y así lo hicieron
A falta de mejor contacto con el mundo cristiano, nuestra protagonista y su colaboradora acudieron directamente al Catecismo, párrafo 1256, donde se lee: "En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar".
"Ella y yo leímos en el Catecismo de la Iglesia Católica que en un principio, puede bautizar cualquier persona consciente de su acto. Así que fue un bautizo in extremis en todos los sentidos", recuerda.
Ahora su reto era participar en la vida sacramental: "¿Cómo confirmarme, cómo participar en la vida de la Iglesia, cómo acceder a los Sacramentos? La cuestión más acuciante era la de la confesión. Y en aquel momento no podía ni soñar con la Comunión. El único templo accesible en la ciudad era el ortodoxo, pero decidí aplazar mi visita allí, porque primero tenía que confirmar el hecho del bautizo en mi Iglesia. Luego ya los sacerdotes me orientarían".
Confirmación en Moscú
"Al cabo de un medio año tuve la oportunidad de ir a Moscú y lo primero que hice con mi otra amiga católica fue ir a una iglesia. En el viaje a Moscú decidí dejar de torturarme con las dudas y preguntarle a Dios si por el bautizo ya pertenecía a Su iglesia. Recordé el método de mi santo patrón Francisco y, reuniendo ánimos, persigné la Biblia y la abrí rezando, pidiendo una respuesta. No dudaba de que la iba a obtener. Y sí, la recibí. El libro se abrió en la Carta a los Romanos 11:25. Nada más claro…"
Así, el 10 de junio de 2013, pasado medio año desde su bautizo en Daguestán, recibió en Moscú tres Sacramentos en un solo día: la Confirmación, su primera Confesión y su primera Comunión.
Casi la única católica de la ciudad... y el país
Pero ser católica en una ciudad de Daguestán sin comunidad católica ni sacramentos era complicado. Acudió a la parroquia ortodoxa, habló con el sacerdote responsable y éste aceptó encargarse de confesarla de vez en cuando. Pero no podía comulgar. A ella le bastaba orar, confesarse y esperar comulgar en algún futuro. También acudía a la liturgia ortodoxa.
"En un momento dado comencé a desesperarme, entrando en un estado de enajenación y hambre espiritual. Es un estado que creo que conoce toda persona obligada a resistir largo tiempo sin comulgar. Al final no pude resistir más y tras prepararme según el rito ortodoxo, pasé a comulgar en la iglesia ortodoxa. En aquel templo nadie sabe, al menos de momento, que soy católica. Y desde entonces así es mi vida de sacramentos", confiesa.
Después, siendo una adolescente entusiasta de Harry Potter, y relacionándose con los grupos de fans de estas novelas, conoció las canciones de Lora Bocharova, una cantautora muy popular entre ellos y entre todos los amantes de historias medievales, sobre las que suele componer.
"Algo me decía que no existían muchas verdades separadas sino una verdad, reflejada en las canciones de Lora. Luego me enteré de que ella era católica. Y se me abrieron los ojos. Por fin vi hacia dónde el Señor me había estado llevando durante años. Entonces yo tenía 16. Tres años de estudios de los fundamentos de la fe me convencieron aún más de que había venido a un sitio correcto, y a finales de diciembre de 2012 me vino una idea fija: que debía bautizarme antes de Navidad. Decidí que si antes de la víspera (me quedaban tres días solamente) encontraba a una persona que me pudiera bautizar, sería una señal de que el Señor me estaba apoyando en mi propósito. ¿Encontrar en Daguestán una persona que me pueda bautizar católica? Pues sí, apareció esa persona. Y me doy cuenta de que ahora es cuando viene un torbellino de emociones, pero he de decirlo por muchas razones. Me bautizó una chica formalmente bautizada como ortodoxa que sin embargo, tomó su misión con toda seriedad".
"Cualquiera puede bautizar"... y así lo hicieron
A falta de mejor contacto con el mundo cristiano, nuestra protagonista y su colaboradora acudieron directamente al Catecismo, párrafo 1256, donde se lee: "En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, puede bautizar si tiene la intención requerida y utiliza la fórmula bautismal trinitaria. La intención requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar".
"Ella y yo leímos en el Catecismo de la Iglesia Católica que en un principio, puede bautizar cualquier persona consciente de su acto. Así que fue un bautizo in extremis en todos los sentidos", recuerda.
Ahora su reto era participar en la vida sacramental: "¿Cómo confirmarme, cómo participar en la vida de la Iglesia, cómo acceder a los Sacramentos? La cuestión más acuciante era la de la confesión. Y en aquel momento no podía ni soñar con la Comunión. El único templo accesible en la ciudad era el ortodoxo, pero decidí aplazar mi visita allí, porque primero tenía que confirmar el hecho del bautizo en mi Iglesia. Luego ya los sacerdotes me orientarían".
Confirmación en Moscú
"Al cabo de un medio año tuve la oportunidad de ir a Moscú y lo primero que hice con mi otra amiga católica fue ir a una iglesia. En el viaje a Moscú decidí dejar de torturarme con las dudas y preguntarle a Dios si por el bautizo ya pertenecía a Su iglesia. Recordé el método de mi santo patrón Francisco y, reuniendo ánimos, persigné la Biblia y la abrí rezando, pidiendo una respuesta. No dudaba de que la iba a obtener. Y sí, la recibí. El libro se abrió en la Carta a los Romanos 11:25. Nada más claro…"
Así, el 10 de junio de 2013, pasado medio año desde su bautizo en Daguestán, recibió en Moscú tres Sacramentos en un solo día: la Confirmación, su primera Confesión y su primera Comunión.
Casi la única católica de la ciudad... y el país
Pero ser católica en una ciudad de Daguestán sin comunidad católica ni sacramentos era complicado. Acudió a la parroquia ortodoxa, habló con el sacerdote responsable y éste aceptó encargarse de confesarla de vez en cuando. Pero no podía comulgar. A ella le bastaba orar, confesarse y esperar comulgar en algún futuro. También acudía a la liturgia ortodoxa.
"En un momento dado comencé a desesperarme, entrando en un estado de enajenación y hambre espiritual. Es un estado que creo que conoce toda persona obligada a resistir largo tiempo sin comulgar. Al final no pude resistir más y tras prepararme según el rito ortodoxo, pasé a comulgar en la iglesia ortodoxa. En aquel templo nadie sabe, al menos de momento, que soy católica. Y desde entonces así es mi vida de sacramentos", confiesa.
En su ciudad no hay ninguna comunidad católica desde el año 2000. Antes algunos católicos se habían reunido en un apartamento.
Todas las dificultades prácticas enseñan a esta joven a fiarse de Dios. "Esa capacidad de confiar en Dios es el tesoro por el que valió la pena aguantarlo todo, porque es la llave a otras alegrías mucho más grandes", asegura.
Una fe casi clandestina
No se atreve a anunciar su fe católica a muchos de sus conocidos.
"Descubrir aquí mi fe es un gran riesgo. Cuando eres la única católica de toda esta tierra, en ti aparece una responsabilidad casi de los primeros apóstoles (se ríe). Por una parte, deseas hablar de Cristo. Por otra, tienes que cuidar de tu vida. Si me pasa algo, a lo mejor ya no vendrá nadie más. ¿Quién se atrevería a predicar la fe católica en Daguestán? Y es que antes hubo católicos aquí. Perecieron en los ataques de varios invasores o abrazaron el islam por varias causas. En el siglo XV vivió aquí un franciscano, el hermano Antonio Solpan. Según su segundo nombre fue de los caucasianos conversos. Desde entonces, que yo sepa, la Palabra no crece aquí".
Pero sí se lo ha contado a algunos amigos jóvenes.
"Mis amigos tomaron la noticia de mi fe con tranquilidad, algunos hasta se alegraron y me felicitaron. Intenté presentarles la situación en una forma más sencilla posible: en mi vida ha aparecido una Persona Amada que me gustaría presentarles. Si tengo éxito en esa presentación, no lo sé, no puedo juzgarlo. Lo único que puedo afirmar es que ha surgido un gran interés por un católico vivo, portador de una fe que para muchos era, en el mejor de los casos, una palabra vacía, en el peor, un lío tremendo de desinformación e información mal presentada y mal entendida: que si perdonar los pecados por dinero, que si adoración al Papa, etc. Una vez encontré un meme en inglés que explicaba en cuatro viñetas los errores más comunes sobre el catolicismo. Un hermano me aconsejó traducirlo, ya que el tema era muy actual para el internet rusohablante. Lo traduje y colgué en mi muro de VKontakte: ¡la reacción ha sido impresionante!"
Pero sigue siendo casi la única católica que conoce. "Conocí a una chica de Chechenia que quería bautizarse católica en secreto. Pero ahora no tengo contacto con ella y no sé decir si pudo cumplir con su propósito", detalla. A cualquier persona en una situación como la suya le recomienda un clásico: "¡Ora y labora!", dice riendo.
(Con información de Ruskatolik.rf traducida del ruso por Tatiana Fedótova)
Lea también: Musulmanes sueñan con Jesús, María u otros santos y se hacen cristianos: un goteo en todo el mundo (aquí)
Todas las dificultades prácticas enseñan a esta joven a fiarse de Dios. "Esa capacidad de confiar en Dios es el tesoro por el que valió la pena aguantarlo todo, porque es la llave a otras alegrías mucho más grandes", asegura.
Una fe casi clandestina
No se atreve a anunciar su fe católica a muchos de sus conocidos.
"Descubrir aquí mi fe es un gran riesgo. Cuando eres la única católica de toda esta tierra, en ti aparece una responsabilidad casi de los primeros apóstoles (se ríe). Por una parte, deseas hablar de Cristo. Por otra, tienes que cuidar de tu vida. Si me pasa algo, a lo mejor ya no vendrá nadie más. ¿Quién se atrevería a predicar la fe católica en Daguestán? Y es que antes hubo católicos aquí. Perecieron en los ataques de varios invasores o abrazaron el islam por varias causas. En el siglo XV vivió aquí un franciscano, el hermano Antonio Solpan. Según su segundo nombre fue de los caucasianos conversos. Desde entonces, que yo sepa, la Palabra no crece aquí".
Pero sí se lo ha contado a algunos amigos jóvenes.
"Mis amigos tomaron la noticia de mi fe con tranquilidad, algunos hasta se alegraron y me felicitaron. Intenté presentarles la situación en una forma más sencilla posible: en mi vida ha aparecido una Persona Amada que me gustaría presentarles. Si tengo éxito en esa presentación, no lo sé, no puedo juzgarlo. Lo único que puedo afirmar es que ha surgido un gran interés por un católico vivo, portador de una fe que para muchos era, en el mejor de los casos, una palabra vacía, en el peor, un lío tremendo de desinformación e información mal presentada y mal entendida: que si perdonar los pecados por dinero, que si adoración al Papa, etc. Una vez encontré un meme en inglés que explicaba en cuatro viñetas los errores más comunes sobre el catolicismo. Un hermano me aconsejó traducirlo, ya que el tema era muy actual para el internet rusohablante. Lo traduje y colgué en mi muro de VKontakte: ¡la reacción ha sido impresionante!"
Pero sigue siendo casi la única católica que conoce. "Conocí a una chica de Chechenia que quería bautizarse católica en secreto. Pero ahora no tengo contacto con ella y no sé decir si pudo cumplir con su propósito", detalla. A cualquier persona en una situación como la suya le recomienda un clásico: "¡Ora y labora!", dice riendo.
(Con información de Ruskatolik.rf traducida del ruso por Tatiana Fedótova)
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