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quinta-feira, 31 de dezembro de 2015

Un ex masón maestro grado 14º: «Las leyes contra la familia son promovidas por las logias»

Serge Abad-Gallardo perteneció a la masonería durante 23 años

Serge Abad-Gallardo conoció desde dentro lo que denuncia: el desproporcionado poder político de la masonería.
Javier Lozano / Actuall  28 diciembre 2015

Serge Abad-Gallardo es un francés de origen español que sabe muy bien cómo funciona la masonería. Durante más de veinte años fue miembro de una de las logias, que dejó tras convertirse al catolicismo. En su libro Por qué dejé de ser masón explica este proceso y cómo funciona esta sociedad. El precio ha sido caro para él pues poco después de su publicación fue despedido de su trabajo.

Actuall ha hablado con Serge para conocer la influencia de la masonería en las leyes sociales que se están imponiendo en todo el mundo, cuál es el verdadero poder que ostenta y quién es su principal enemigo.

-¿Qué relación tiene la masonería con las leyes de ingeniería social como el aborto, la eutanasia, el divorcio o el matrimonio homosexual?
-Las leyes que han sido promulgadas por la Asamblea Nacional francesa han sido reflexionadas y formalizadas en las logias. En particular en la Gran Logia de Francia, Gran Oriente y Derecho Humano de Francia. De esto puedo dar testimonio porque cada año todas las logias del Derecho Humano, en la cual yo fui masón durante 23 años, trabajan en un tema social común y realizan un documento de síntesis que las logias envían a sus dirigentes nacionales. Y éstos, tras una última revisión lo transmiten al Presidente de la República.

En Por qué dejé de ser masón, Serge Abad-Gallardo recoge su experiencia personal de 23 años en la masonería.
-¿Y tanta influencia tiene?
-Hay un grupo importante de masones presentes en el Parlamento. Se llama “Fraternidad Parlamentaria” y está constituido de 400 masones de todas la obediencias masónicas, siendo todos ellos altos funcionarios y diputados. Son casi el 20% del Parlamento. Y todo ello sin tener en cuenta a los diputados masones que no pertenecen a este grupo. Ellos votan estas leyes sociales (aborto, matrimonio homosexual, etc.) en primer lugar como masones, sea cual que sea su partido político. Todas estas leyes sociales que son contrarias al derecho natural ya han sido elaboradas y escritas en las logias antes de ser votadas.

-Pero eso es un fraude a los ciudadanos…

-Hay que fijarse que todo este poder masónico es antidemocrático. Los masones de Francia representan el 0,3% de la población francesa pero los masones de la Fraternidad Parlamentaria son el 20% de los diputados.

-¿Por qué apoya la masonería esta serie de leyes contra la familia?
-La masonería es en la mayoría de las obediencias anti-catolica y anticlerical. La masonería es para ellos una religión verdadera tal y como cuento en mi libro. Sus fundamentos son totalmente diferentes y opuestos a la moral católica, que por ejemplo hace de la familia la base de la sociedad. Promoviendo leyes contra la familia intentan destruir la Iglesia Católica. Este es uno de los motivos por lo cual yo afirmo que no es posible ser católico y masón.

-¿Qué intereses hay detrás de estas maniobras políticas para cambiar la sociedad?
-Hay varios intereses. En primer lugar la masonería quiere imponer su manera de ver y de ser. Ellos hablan de tolerancia, pero son tolerantes únicamente con las ideas que no son contrarias a la ideología masónica. Por ejemplo yo puedo testimoniar que siendo masón no se puede decir en una logia que el aborto es un crimen. En segundo lugar, la masonería está convencida de tener las llaves de la felicidad de la humanidad y que sólo ellos pueden “dar luz” a los “pobres hombres”. Por último, hay probablemente motivos económicos. El hombre que no tiene familia se vuelve un ser que el poder económico mundial puede emplear de todas las maneras y en cualquier sitio. Por eso Jacques Attali (miembro del grupo Bilderberg, y masón), consejero de varios presidentes franceses, explica en su libro L’Homme Nomade que el hecho de no tener familia es la llave del desarrollo cultural y económico, y por tanto de la felicidad.

-¿Cómo ingresó en la masonería?
-Cuando tenía 33 años. Y salí a los 56. En aquella época empezaba una carrera de funcionario como arquitecto y director del Urbanismo de un ayuntamiento de 50.000 habitantes. Un agente inmobiliario que era amigo mío, y que era oficial en la masonería, me propuso entrar. Ingresé porque estaba buscando respuestas a las preguntas sobre la vida, el por qué de estar vivo y el sentido de la vida.

-¿Y cómo es su funcionamiento?

-La masonería dice que funciona de manera democrática. Pero es mentira. Los masones que están en los Altos Grados lo controlan todo y las elecciones internas están previstas y arregladas por ellos. Luego, cuando todo está preparado, entonces se vota para elegir el venerable maestro y los oficiales. La masonería no es un grupo democrático, sino iniciático. Hay que saber que en cuando uno ingresa en la masonería, siempre los masones oficiales, o de Altos Grados lo van observando. Y luego ven si puede alcanzar los grados más altos.

-Entonces, ¿por qué dejó usted de ser masón?
-Pues porque volví a la fe y a la Iglesia Católica. El Señor me concedió la gracia de que yo pudiera comprender su presencia y su amor absoluto. En 2002 me encontré un sacerdote franciscano. Hablé con él varias horas y sentí la presencia de Jesús a mi lado. Aunque creí en este momento en Dios, no volví a la Iglesia. Luego me encontré otro sacerdote en Antibes. Le dije que sentía la necesidad de rezar y de comulgar pero que había olvidado todas mis oraciones. Él me sonrió y me dijo que lo que Dios amaba más eran las oraciones con nuestras palabras, y nuestro corazón. Así hice. Mucho más tarde, en 2011, oí en la radio de mi coche la oración del Rosario, que ni la conocía, y fue como una “espada de Amor” que me traspasó el corazón. Decidí ir unos días a Lourdes. Un año después, en 2012 volví de nuevo a Lourdes. Y fui a rezar el Rosario ante la Gruta de la Virgen María. Cuando acabé de rezarlo, de repente me caí al suelo y sentía que mis piernas estaban paralizadas y eso que yo siempre he sido muy deportista. La gente me levantó pasado un rato y en ese momento comprendí el Amor y el Poder de Dios. Un tiempo después fui a pasar una semana de retiro a una abadía. Y entonces mi fe se desarrolló totalmente. Volví a misa cada día. Me puse a rezar cada mañana y cada tarde. Entonces comprendí que la masonería no era compatible con la fe. Lo averigüé por mi mismo.

-¿Por qué odian las logias masónicas al catolicismo?
-Porque por supuesto la ideología de la masonería es totalmente antagónica y contraria a la Palabra de Dios. Esto no quiere decir que los católicos no puedan hablar con los masones. Nosotros, católicos, tenemos que hablar con todos los hombres. Y por supuesto con los masones. Pero tenemos que decirles lo que es verdaderamente la Iglesia y la Palabra de Dios, porque desde hace siglos la masonería no para de denigrar a la Iglesia. Y la masonería engaña a las personas para hacerlas ingresar en sus logias. El sueño de la masonería sería robar a los católicos de las iglesias para acogerlos en las logias.

-¿Cuál es el verdadero poder la masonería en la política y la economía mundial?
-Hay que fijarse en que en todo el mundo se están promulgando leyes muy similares: aborto, divorcio, matrimonio homosexual, eutanasia… Estas leyes son de origen masónico. Y es que escogen a profesores, funcionarios y políticos, es decir, personas que pueden influir en la sociedad y esto llega a todo el mundo. Por ello, nos acercamos cada día más, sin darnos cuenta, a la ideología masónica.

-Escuchando todo esto, ¿cuántos masones hay en el Gobierno de Francia?
-Los masones han sido siempre más numerosos en los gobiernos de izquierdas que en los de derechas. Por ejemplo en el gobierno de Jean Marc Ayrault (primer ministro de François Hollande antes de Manuel Valls) los masones eran muchísimos. Tres de cada cuatro ministros eran masones. Esto no se había visto desde la Tercera República Francesa. En el gobierno de Manuel Valls son mucho menos. Porque él quiere atraer al Partido Socialista el voto de personas del centro-derecha. Pero él fue masón del Gran Oriente de Francia durante más de 10 años. Su logia, situada en Evry se llama “Ni Dios, ni Maestros” y tiene como objeto el desarrollar la utopía masónica. Quedan como ministros de Manuel Valls, Taubira, Le Drian y Le Foll que son masones. Pero además, Manuel Valls es muy amigo de Alain Bauer, que fue Gran Maestro nacional del Gran Oriente. Él le sirve a Valls de nexo con la masonería francesa y sobre todo con el Gran Oriente que es la logia la más potente en Francia.

-¿Hay en España también una gran influencia de la masonería en la política?
-Por supuesto. Hay que comprender que la masonería tiene influencia en todos los países. Yo no vivo en España pero en abril de 2015 pasé una semana en Madrid para la promoción de la de mi libro y me percaté de esta influencia. Existe pero se ve menos que en Francia. Por ejemplo leyendo en la prensa española que miembros del PSOE querían imponer en colegios privados y católicos, cursos de ciudadanía en vez de Religión. ¡Como si un católico no pudiera ser un verdadero ciudadano! Esto por ejemplo es una ideología típica de la masonería. Además la Gran Logia Femenina de España fue a manifestar cuando Gallardón quiso aprobar una ley del aborto más restrictiva. Sostenida en Francia por la Gran Logia Femenina de Francia, el Derecho Humano y el Gran Oriente se manifestaron en París y publicaron artículos de prensa contra el gobierno Rajoy.

Publicado en Actuall.

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