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segunda-feira, 14 de janeiro de 2019

El Bautismo en la Capilla Sixtina: El deber de transmisión de los padres

Bautismo En La Capilla Sixtina 13 De Enero De 2019 © Vatican Media
Homilía del Papa Francisco

ENERO 13, 2019 16:19 *  * PAPA Y SANTA SEDE

(ZENIT – 13 enero 2019).- La transmisión de la fe es ante todo un deber de los padres, enfatizó el Papa Francisco bautizando a 27 niños de los empleados del Vaticano, este 13 de enero de 2019, para la fiesta del Bautismo del Señor.

El Papa celebró la misa dominical en la Capilla Sixtina en el Vaticano, rodeado de familias de recién nacidos, 12 niños y 15 niñas, a quienes bautizó. Una celebración marcada por bebés llorones, durante la cual el Santo Padre quiso hacer que las madres se sintieran cómodas: “Amamanten a sus hijos, tranquilamente, eso es lo que el Señor quiere”.
“Antes de ser estudiada”, explicó en su homilía, “la fe debe ser  transmitida , y ese es un trabajo que te vuelve a ti. Es un deber que recibes hoy:  transmitir la fe , la transmisión de la fe. Y esto se hace  en casa. Porque la fe se transmite “en dialecto”: el dialecto de la familia, el dialecto de la casa, en el clima de la casa. Es tu tarea: transmitir la fe por el ejemplo, por las palabras”.

“Pero lo importante”, insistió el Papa, “es transmitir la fe a  través de vuestra vida de fe: que vean el amor de los esposos, que vean la paz en el hogar, que vean que Jesús está allí. Y recomendó a los padres: “nunca discutas delante de vuestros hijos, nunca … hacedlo, pero que no lo escuchen, que no lo vean”.
Esta es nuestra traducción de la homilía del Papa.
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Homilía del Papa Francisco

Al comienzo de la ceremonia, se les hizo esta pregunta: “¿Qué pides para tus hijos?” Y todos dijeron: “La fe”. Pides a la Iglesia la fe para tus hijos, y hoy recibirán el Espíritu Santo y el don de la fe, cada uno en sus corazones, en sus almas. Pero esta fe debe desarrollarse, debe crecer. Sí, uno puede decirme: “Sí, sí, deben estudiarla…”. Sí, cuando van al catecismo estudiarán bien la fe, aprenderán catequesis. Pero antes de ser estudiada, la fe debe ser  transmitida, y es un trabajo suyo. Es un deber que reciben hoy:  transmitir la fe, la transmisión de la fe. Y esto se hace en casa. Porque la fe se transmite “en dialecto”: el dialecto de la familia, el dialecto de la casa, en el clima de la casa.
Es su tarea: transmitir la fe con el ejemplo, mediante las palabras, aprendiendo a hacer  la señal de la cruz. Es importante. Ven, hay niños que no saben cómo hacer la señal de la Cruz. “Hagan el signo de la cruz”: y ellos hacen algo así, sin entender lo que es. En primer lugar, enseñen eso.

Pero lo importante es transmitir la fe en vuestra vida de fe: que vean el amor de los esposos, que vean la paz en el hogar, que vean que Jesús está allí. Y me permito un consejo, discúlpenme, pero les aconsejo que nunca discutan delante de sus hijos, nunca. Es normal que los esposos discutan, eso es normal. Lo contrario sería extraño. Hacedlo, pero que no lo escuchen, que no lo vean. No conocéis la angustia de un niño cuando ve a sus padres 

discutiendo. Eso, me permito a mí mismo, es un consejo que os ayudará a transmitir la fe. ¿Es malo discutir? No siempre, es normal, es normal. Pero que los niños no lo vean, no lo oigan, por su angustia.

Y ahora continuaremos con la celebración bautismal, pero tengan esto en cuenta: su deber es transmitirles la fe. Transmitirlo en casa, porque es allí donde se aprende la fe; y luego se estudia en la catequesis, pero en el hogar [recibimos] la fe.
Y antes de continuar, quisiera decirles algo más: ustedes saben que los niños de hoy se sienten en una atmósfera extraña: un poco demasiado caliente, están cubiertos… Y sienten el aire que les asfixia… Entonces lloran porque ellos tienen hambre, ellos tienen hambre.
Y una tercera razón para llorar es “lágrimas preventivas”. Es extraño: no saben lo que va a pasar y piensan: “Primero lloro y luego veremos”. Es una defensa. Les digo: que sea confortable para ellos. Tengan cuidado de no cubrirlos demasiado. Y si lloran de hambre, amamantarlos. Les digo a las madres: Amamanten a sus hijos, tranquilamente, eso es lo que el Señor quiere. Porque ¿dónde está el peligro? es porque ellos también tienen una vocación polifónica: uno empieza a llorar, otro contrapunto y luego otro, y al final hay un coro de lloros. Continuemos en esta ceremonia, en paz, con la conciencia de que la transmisión de la fe es vuestra.

© Traducción de Zenit, Raquel Anillo

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