ReL 27 enero 2016
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Cavaco Silva deja la presidencia de Portugal, pero antes veta dos leyes anti-vida y anti-familia que presentaba el Parlamento |
Aníbal Cavaco Silva ha aprovechado sus últimos días como Presidente de Portugal para vetar dos leyes propuestas por el Parlamento portugués:
- una ley equiparaba en todo la entrega de niños en adopción a parejas del mismo sexo con la adopción a cargo de familias con padre y madre.
- la otra ley eliminaba la necesidad legal de acudir a un asesor profesional autorizado antes de abortar, y dificultaba o impedía que personas con convicciones provida ejercieran esta asesoría.
Aníbal Cavaco Silva se negó este lunes a ratificar la ley aprobada el pasado 18 de diciembre por el Parlamento, que proclamaba el derecho a recibir niños en adopción en los “matrimonios” homosexuales.
En una de sus últimas decisiones antes de traspasar la Presidencia el próximo 9 de marzo a Marcelo Rebelo de Sousa –ganador de las elecciones del pasado domingo, y también de orientación más bien conservadora en temas de familia y vida–, Aníbal Cavaco, de 75 años, ha ejercido una facultad de veto que la Constitución portuguesa de 1976 reconoce, y que solo en contadas ocasiones ha sido invocada desde la Jefatura del Estado.
No a la adopción gay
Sobre la entrega de niños a parejas del mismo sexo, el Presidente saliente ha declarado en una nota que es "un cambio radical que requiere la consulta pública más amplia" y que el Parlamento no ha logrado demostrar que ser entregado en adopción a una pareja donde faltan el padre o la madre conlleve "el interés superior del menor".
El texto también considera que no ha habido suficiente debate público sobre el tema y que "el principio de igualdad no requiere necesariamente la solución que se propone".
No al aborto sin consejería
La ley portuguesa actual permite abortar con facilidad casi absoluta -hay aborto libre en las 10 primeras semanas de gestación- pero requiere que la mujer reciba consejería de médicos o asesores profesionales.
El Parlamento quería eliminar la obligatoriedad de este requisito y además quería impedir que objetores de conciencia al aborto pudieran ejercer como consejeros.
Cavaco Silva ha bloqueado esta reforma, protegiendo así a los consejeros que objetan al aborto y reforzando la información que reciben las mujeres.
Los lobbies abortistas y gais han anunciado que insistirán con estas propuestas en el Parlamento y llegarán otra vez a la mesa del nuevo presidente, Marcelo Rebelo de Sousa... pero puede que éste también las vete.
- una ley equiparaba en todo la entrega de niños en adopción a parejas del mismo sexo con la adopción a cargo de familias con padre y madre.
- la otra ley eliminaba la necesidad legal de acudir a un asesor profesional autorizado antes de abortar, y dificultaba o impedía que personas con convicciones provida ejercieran esta asesoría.
Aníbal Cavaco Silva se negó este lunes a ratificar la ley aprobada el pasado 18 de diciembre por el Parlamento, que proclamaba el derecho a recibir niños en adopción en los “matrimonios” homosexuales.
En una de sus últimas decisiones antes de traspasar la Presidencia el próximo 9 de marzo a Marcelo Rebelo de Sousa –ganador de las elecciones del pasado domingo, y también de orientación más bien conservadora en temas de familia y vida–, Aníbal Cavaco, de 75 años, ha ejercido una facultad de veto que la Constitución portuguesa de 1976 reconoce, y que solo en contadas ocasiones ha sido invocada desde la Jefatura del Estado.
No a la adopción gay
Sobre la entrega de niños a parejas del mismo sexo, el Presidente saliente ha declarado en una nota que es "un cambio radical que requiere la consulta pública más amplia" y que el Parlamento no ha logrado demostrar que ser entregado en adopción a una pareja donde faltan el padre o la madre conlleve "el interés superior del menor".
El texto también considera que no ha habido suficiente debate público sobre el tema y que "el principio de igualdad no requiere necesariamente la solución que se propone".
No al aborto sin consejería
La ley portuguesa actual permite abortar con facilidad casi absoluta -hay aborto libre en las 10 primeras semanas de gestación- pero requiere que la mujer reciba consejería de médicos o asesores profesionales.
El Parlamento quería eliminar la obligatoriedad de este requisito y además quería impedir que objetores de conciencia al aborto pudieran ejercer como consejeros.
Cavaco Silva ha bloqueado esta reforma, protegiendo así a los consejeros que objetan al aborto y reforzando la información que reciben las mujeres.
Los lobbies abortistas y gais han anunciado que insistirán con estas propuestas en el Parlamento y llegarán otra vez a la mesa del nuevo presidente, Marcelo Rebelo de Sousa... pero puede que éste también las vete.
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