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domingo, 31 de agosto de 2025

Siendo militar, recibió tal «disparo» de Dios... que se planteó dejar a su esposa y hacerse monje

Freddy Séjourné, en una entrevista de Cyril Lepeigneux para KTV sobre su historia de conversión.

Freddy Séjourné, en una entrevista de Cyril Lepeigneux para KTV sobre su historia de conversión.KTV (CAPTURA)

C.L.  
31.08.2025 | 08:45  Actualizado: 


    Freddy Séjourné nació en los año 70 y, si bien fue bautizado, asistió a la escuela pública francesa, donde no recibió ninguna formación religiosa

    Tampoco en casa, donde sus tres hermanos y él presenciaron muchas veces las situaciones de violencia creadas por su padre a consecuencia de su alcoholismo: "Algo difícil de soportar cuando eres niño", confiesa. 

    Cuando tenía 11 años, sus padres se separaron.

    La etapa de Freddy entre los 16 y los 18 años fue complicada e hizo "algunas tonterías", arrastrado por la rabia que sentía contra el mundo. Era un buen deportista que estropeaba su actitud con la "furia" que ponía al competir.

    Paracaidista

    Para huir de una situación que no controlaba, siguió el ejemplo de uno de sus hermanos y se alistó en un cuartel de paracaidistas en Toulouse. Le gustó la vida militar, con su compañerismo y su cohesión.

    Dieciséis años después, en 2002, era suboficial, se había casado y tenía hijos, pero su familia vivía en Nantes, a 600 km de su unidad. Le pesaban la soledad y la lejanía de los suyos.

    En aquel entonces "no sentía ningún interés por la religión". Se había casado por la Iglesia porque su novia -más por costumbre que por convicción- se había empeñado. Pero no tenía amigos cristianos, y ni uno solo de sus compañeros de armas pisaba la iglesia.

    Santiguándose una vez tras otra

    Hasta que llegó una noche que cambiaría su vida, como él mismo contó a Cyril Lepeigneux para el programa Un coeur qui écoute [Un corazón que escucha] de la cadena católica KTV. 

    • El testimonio de Freddy en 'Un coeur qui écoute'.

    Serían en torno a las diez y, conforme a su graduación, dormía solo en una camareta de su pabellón. De repente empezó a sentir un calor intenso y creciente en su corazón: "No sabía decir por qué, pero sentí el impulso de santiguarme", afirma, y durante las dos horas que duró la experiencia calcula que lo hizo un centenar de veces.

    "Sentía un temor dulce, el temor a lo desconocido", explica: "La sensación era como cuando en la adolescencia te enamoras y acudes a la primera cita, una mezcla de aprensión, sorpresa, asombro". Terminó por dormirse.

    En busca de un templo

    La mañana siguiente parecía empezar de forma normal, pero enseguida percibió algo novedoso: se sentía "lleno de amor y de dulzura, y, paradójicamente, como invencible". Durante las actividades del día, nada le molestó, todo le conformaba. Y no tenía más que un único e inesperado objetivo: "Terminar mi jornada a las cinco y buscar una iglesia". 

    Pensó acudir al páter del regimiento para contarle lo sucedido, pero pensó que le tomaría por un loco.

    A las seis entraba por la puerta de la iglesia de Sainte-Germaine de Toulouse: "Me senté delante del altar. Puse las manos en el banco y me dije: 'Estoy en casa. Este es mi hogar'".

    Altar de Sainte-Germaine en Toulouse.

    Altar de Sainte-Germaine en Toulouse.DIDIER DESCOUENS / WIKIPEDIA

    Los días siguientes fueron menguando las sensaciones, pero no la transformación interior. 

    El fin de semana lo pasó con sus hijos y su mujer en Nantes, como solía, pero no le contó nada de lo sucedido. Ella conocía al Freddy anterior: tatuajes, deportes, siempre deseoso de salir de fiesta. Pero ahora no era el mismo: "¡Incluso soñaba con dejar a mi esposa y al ejército para entrar en un monasterio y entregar mi vida a Dios!".

    El tramo final del camino

    Durante los dos años siguientes, los efectos de este encuentro espiritual se apagaron un poco. Freddy continuó visitando iglesias, pero lo hacía a escondidas de su familia y amigos.

    Hasta que un día, mientras tomaban algo en grupo, contó su historia, para enfado de su mujer, por sentirse marginada de la vida de su marido y traicionada

    Él empezó a leer autores espirituales, pero aún pasaron diez años antes de que, tras hablarlo con su párroco en Nantes, empezase un catecumenado

    El vuelco religioso de Freddy le suponía problemas de pareja: "Mientras que yo leía la Biblia, ella tenía Cincuenta sombras de Grey en la mesilla de noche" y tenía la impresión de haber perdido al hombre con quien se casó.

    Sin embargo, fueron fieles a sus compromisos, siguieron juntos y a los 42 años Freddy hizo su Primera Comunión y se confirmó

    El odio a su padre, que le consumió durante tantos años por la violencia a la que había asistido de niño, desapareció y con ese espíritu pudo acudir a rezar a su tumba en acto de perdón.

    Educaron religiosamente a sus hijos, que hoy son católicos practicantes. La madre les acompaña a veces a misa, y siempre en Navidad, donde se siente feliz porque ahora todos "comparten la misma fe". 

    Freddy dejó la vida militar y estuvo trabajando un tiempo como camionero antes de ocupar su puesto actual como supervisor de operaciones de transporte nocturnas. 

    Trabajar de madrugada le da calma y tiempo para cuidar su vida espiritual. Aunque el lugar donde reza con mayor frecuencia y gusto es otro: "La Custodia de mi iglesia".




    sábado, 30 de agosto de 2025

    Un experto advierte: la IA está matando internet, no dejemos que mate también la educación

    En torno a la mitad de los contenidos en internet podrían estar ya generados artificialmente. ¿Con quién interactuamos realmente?

    En torno a la mitad de los contenidos en internet podrían estar ya generados artificialmente. ¿Con quién interactuamos realmente?Amine Mouzaoui / Unsplash

    C.L.  
    30.08.2025 | 09:18  Actualizado: 


      Existe una Teoría de la Muerte de Internet que sostiene que la Inteligencia Artificial (IA) y el contenido generado por bots ya ha superado en la red al contenido de origen humano. La difusión se lleva a cabo hoy principalmente a través de las redes sociales y consiste esencialmente en multiplicar la interacción, algo para lo que la IA se ha mostrado particularmente eficaz (clics, likes, comentarios, etc.). Es más: buena parte de las cuentas que responden positivamente a esa interacción son ellas mismas agentes de IA. El sistema ha empezado a realimentarse.

      Bots que interactúan entre sí

      Esto es lo que sostiene dicha teoría, pero… “la verdad es más siniestra”, afirman Jake Renzella y Vlada Rozova, expertos en computación y en aprendizaje de máquinas de las Universidades de Nueva Gales del Sur y de Melbourne, respectivamente. Porque está empezando a utilizarse para la difusión de propaganda al servicio de intereses poco claros, y que no consisten solo en el beneficio económico, sino en la afirmación de estructuras de poder totalitarias.

      En Australia, en tres años, el porcentaje de jóvenes entre 18 y 24 años para los que internet es la principal fuente de noticias ha pasado del 28 al 46%. La huida de la juventud de los medios de comunicación sistémicos sostenidos por el establishment (las grandes cabeceras de prensa, radio y televisión) la hace más impermeable a las fake news de los grupos de poder globalistas, porque internet es aún un foro de debate mucho más libre. Los intentos de controlarlo no han logrado el éxito al que aspiraban. De ahí que la fabricación de bulos y su difusión por IA como instrumento para desacreditar la auténtica resistencia a la ideología dominante se haya convertido en un instrumento deslegitimador en manos de un poder deslegitimado.

      “Internet sigue estando lleno de debate y opiniones no filtradas. Sin embargo se percibe como mucho menos vivo -y mucho menos humano- de lo que fue en tiempos”, lamenta Craig Booth, jefe de Tecnología de Packback, una plataforma de aprendizaje basada en un “uso responsable” de la IA.

      De hecho, afirma que probablemente el 40% del contenido evergreen de Faceook y más del 50% del contenido evergreen de LinkedIn está generado por inteligencia artificial, y que una parte creciente de los contenidos de TikTok se generan con IA solo con la finalidad “de que un bot de IA los recomiende a otro bot de IA” para generarles autoridad y tráfico. Este puede ser luego utilizado tanto para la inserción de publicidad como -y esto es lo más peligroso- al servicio de las ideas que convienen al poder globalista o deslegitiman a la oposición.

      Impacto educativo

      Esto, que ya es así en la red, puede tener efectos similarmente devastadores sobre el sistema educativo. Booth titula su artículo exactamente con esa idea: La IA está matando internet. No dejemos que mate también la enseñanza.

      Un riesgo muy real, porque, según un estudio del Digital Education Council, el 86% de los alumnos de secundaria ya usan la IA en sus estudios, un 54% semanalmente y un 25% diariamente. A nivel universitario, “se usa cada vez más la IA para generar materiales educativos, potenciar la implicación de los estudiantes y producir una respuesta del estudiante, aunque la mayoría hablan de un uso mínimo o moderado de la IA".

      En España, Catherine L’Ecuyer ha señalado reiteradamente el destrozo cognitivo y volitivo producido en los alumnos de enseñanza primaria y secundaria por la introducción masiva y acrítica de las pantallas en el ámbito educativo.

      Booth alerta de que algo parecido puede suceder con la IA. No porque no deba capacitarse a los alumnos para su uso, que inevitablemente va a dispararse en el ámbito profesional, sino porque “la IA puede eliminar de la educación el conflicto y la lucha, que son el lugar donde sucede el aprendizaje real”. Hay estudios que muestran que la aceptación sin cuestionarlas de las sugerencias de la IA generativa “pueden dañar el pensamiento crítico, el razonamiento analítico y otras capacidades cognitivas fundamentales”.

      Un riesgo del que advertía no hace mucho el escritor Juan Manuel de Prada: "La inteligencia artificial, por el contrario, propone una uniformización de las almas indolora, aséptica, amable, incluso redentora; porque hace creer a sus usuarios que suple sus lagunas, sus carencias, sus falibilidades e ignorancias. Los 'empodera', a la vez que los despoja de lo que los hace humanos, que es su especificidad, su unicidad, su alma singularísima y nunca repetida; y de este modo, haciéndoles creer que tienen todo el conocimiento del mundo a su disposición, no hace sino brindarles la vida propia de los insectos (que es también la vida de las máquinas): una vida indistinta, gregaria, refractaria a toda forma de disidencia, de mónadas idénticas que forman parte de un enjambre o nube de moscas (aunque, por supuesto, la tecnología brinda siempre un espejismo de individualismo liberador, que no es otra cosa sino desarraigo de las realidades cálidas que integran nuestra humanidad)".

      Un estudio del MIT (Massachusetts Institute of Technology) que midió la actividad cerebral de los estudiantes al escribir un ensayo encontró que quienes usaban ChatGPT “quedaban consistentemente por debajo a nivel neurológico, lingüístico y actitudinal”.

      "Las instituciones de educación superior y sus responsables tienen que ser cada vez más escépticos para que las herramientas de IA no supriman la experiencia de aprendizaje o la lucha productiva (el desorden colaborativo y confuso del aprendizaje) que se supone deben aportar las clases", concluye Booth: "Deben ser especialmente precavidos con los algoritmos de caja negra [cuyo funcionamiento el usuario desconoce], que asumen taras humanas y producen alejamiento de la realidad, sutiles confusiones, razonamiento lógico erróneo y otros resultados inexplicables que pueden desbordar nuestra capacidad para pensar críticamente y revisar con sentido".



      Missionárias ajudam quenianas a criar os seus próprios empregos

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      A irmã Isabel Gomes com um grupo de mulheres que beneficiam dos projetos de microcrédito. Foto: Direitos reservados

      Missão e microcrédito

       | 28/08/2025

       

      Num país da África Oriental repleto de grandes contrastes, missionários e missionárias trabalham para aproximar a água das populações, e para ajudar as mulheres a criarem os seus próprios negócios, como conta Isabel Gomes, uma Missionária Comboniana que regressou há um mês do Quénia, onde esteve 18 anos em missão.

      “Há neste país uma injustiça e uma corrupção muito grandes. Nas grandes cidades, parece que estamos numa cidade da Europa. As cidades são bem desenvolvidas, com grandes centros comerciais e com tudo. Mas depois, quando vamos mesmo para o interior, para as aldeias, vemos um contraste muito grande. Nem parece que estamos no mesmo país. Nas aldeias as estradas não estão alcatroadas. Por vezes, quando chove, temos de parar por duas ou três horas para deixar a água do rio passar porque não há pontes. A eletricidade e a água potável não existem”, conta a religiosa de 44 anos, natural de Ovar, que ainda se lembra bem dos seus primeiros tempos no Quénia, numa altura em que tinha apenas 26 anos.

      “Ao ir para uma missão numa aldeia remota fiquei com dúvidas sobre se aguentaria ficar ali. Foi mesmo um choque. Foi impressionante ver as condições de vida em que as pessoas vivem, e a forma como as mulheres são tratadas. Quando tínhamos os encontros da comunidade, os homens sentavam-se nas cadeiras, e as mulheres estavam de lado, sentadas no chão. Era como se elas observassem, mas não pudessem ter uma voz. Custou-me muito também ver a forma como elas eram dadas em casamento. Não escolhiam o marido com quem queriam casar. Eram dadas em casamento pelos pais. Uma coisa que está a mudar é que estas mulheres que viveram isso não querem que as filhas delas vivam a mesma coisa. Estas mulheres não foram à escola, e agora fazem tudo para que as filhas frequentem as aulas.” Foi com estas mulheres que as Missionárias Combonianas iniciaram um programa para as ensinar a ler e a escrever. “Este programa iniciou antes da minha chegada, e eu continuei-o. E com este projeto, começámos outros projetos de microcrédito.”

       

      O poder do microcrédito

      Quénia

      Ir. Isabel Gomes: ‘No entanto, as “mulheres não queriam o dinheiro para levar para suas casas porque diziam que se o fizessem, os maridos ficariam com ele”.’ Foto © Juliana Batista

      Os projetos de microcrédito promovidos pelas missionárias estão ligados à criação de cabras, à produção de terços, e à confeção de produtos com aloé vera. “Plantámos seis hectares de cactos, e com a aloé vera dali resultante começámos a produzir sabonetes, champôs e cremes de corpo. Chamámos um especialista na produção destes artigos, e ele ensinou as mulheres a fazerem estes produtos, e elas fazem-nos. Estes produtos são depois vendidos, para que se obtenha um rendimento”, explica a irmã Isabel.

      No entanto, as “mulheres não queriam o dinheiro para levar para suas casas porque diziam que se o fizessem, os maridos ficariam com ele”. Para contornar esta situação, o dinheiro tem estado a ser usado para construir casas de banho nos locais de residência daquelas mulheres, algo que elas desejam muito, e também para comprar tanques para recolher água. “O objetivo é acumular água e evitar que se façam tantos quilómetros para a ir buscar”, indica a irmã Isabel, esclarecendo que estes projetos decorrem perto do Monte Quénia.

       

      Uma vida em busca de água

      A necessidade de água em algumas áreas do interior do país é um problema “muito grande”, de acordo com a irmã Isabel. Numa região onde “só existia um furo de água criado pelo governo para mais de oito aldeias”, os “Missionários Combonianos fizeram um furo de água, e os Missionários da Consolata fizeram outro”. A irmã Isabel explica que a construção destes furos de água tem um impacto significativo na vida de pessoas que têm de caminhar cerca de dez quilómetros para ir buscar água. “Toda a vida da pessoa é ir buscar água. Parte de manhã e regressa à noite. Podem ter feijão e milho para cozinhar, mas se não têm água, não se pode fazer nada”, demonstra a religiosa.

       

      Daniel Comboni: uma inspiração

      Depois de 18 anos de missão no Quénia, o seu primeiro destino missionário e onde se licenciou em “Agronomia sustentável para o desenvolvimento rural”, a religiosa encontra-se agora a residir na comunidade de Lisboa das Missionárias Combonianas. O contacto de Isabel com esta congregação religiosa aconteceu aos 17 anos, através do grupo de jovens da sua paróquia. A vida e obra de Daniel Comboni (1831-1881) – fundador dos Missionários e Missionárias Combonianos – fascinou Isabel, particularmente o facto deste religioso se ter empenhado em prol da abolição da escravatura.

       

      Texto publicado ao abrigo da parceria 7MARGENS/Fátima Missionária.