El vicepresidente de EEUU, católico desde 2019, acude acompañado de su esposa y tres hijos
JD Vance es recibido por el cardenal Parolin en el Vaticano en la mañana de Sábado Santo
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, que es católico desde 2019, se reunió este Sábado Santo por la mañana con el Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y con el Arzobispo Paul R. Gallagher, ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, en el Palacio Apostólico.
El vicepresidente llegó al Vaticano con su esposa, Usha (de origen hindú) y sus tres hijos: Ewan, Vivek y Mirabel. El Cardenal Parolin los saludó a todos antes de pasar a conversar con el político y su séquito oficial.
El día anterior, la familia Vance participó en los oficios de la Pasión del Señor, el Viernes Santo por la tarde, en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
Migrantes, refugiados y prisioneros
La Santa Sede divulgó una nota oficial sobre el encuentro entre Vance y Parolin: "Hubo un intercambio de opiniones sobre la situación internacional, especialmente con respecto a los países afectados por la guerra, las tensiones políticas y las difíciles situaciones humanitarias, con especial atención a los migrantes, refugiados y prisioneros", dijo el comunicado del Vaticano.
La nota añade: "Se expresó la esperanza de una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia Católica en los Estados Unidos, cuyo valioso servicio a las personas más vulnerables fue reconocido".

El cardenal Parolin saluda a la esposa e hijos de JD Vance, el vicepresidente de EEUU
También hablaron de defender la libertad religiosa (que en EEUU puede implicar el asilo a refugiados en suelo sagrado o locales eclesiales) y de puntos de tensión entre ambas administraciones.
Es sabido que la administración Trump (donde Vance es el número 2) mantiene discursos y prácticas sobre migración y ayuda extranjera, así pronunciamientos sobre Ucrania y Gaza, que no acaban de encajar bien con la Doctrina Social Católica, al menos tal como la entiende la administración vaticana actual. Pero en el mundo de las relaciones internacionales, una cosa es lo que los políticos dicen de cara a sus votantes y otra lo que se acuerda entre pasillos o se delega en los tribunales.
En un video de la visita se escucha a Vance admirarse por la belleza del edificio y mostrarse orgulloso de que sus hijos pequeños se portaron bastante bien en la larga liturgia de Viernes Santo.
Se espera que la familia Vance asista también a la Misa Matutina de Pascua en la Plaza de San Pedro el 20 de abril. Un encuentro con el Papa parece haberse descartado debido a la necesidad de reposo del Pontífice, que mide mucho sus salidas, aunque se espera que el Papa haga un saludo a los fieles este Domingo de Resurrección.
El Papa, en una carta a los obispos estadounidenses a principios de febrero, apoyó firmemente la ayuda de la Iglesia Católica en EEUU a migrantes y refugiados, muchos de ellos católicos e hispanohablantes. En su carta criticaba lo que llamaba "deportaciones masivas" anunciadas por Trump y defendidas enérgicamente por Vance. Unas semanas después, EEUU empezó a usar una ley olvidada escrita en el siglo XIX para tiempos de guerra para deportar a El Salvador a personas de todo tipo de procedencias, sin juicio ni derecho a defensa, según denuncian muchas asociaciones.
"El hecho de deportar a personas que en muchos casos han abandonado su propia tierra por razones de extrema pobreza, inseguridad, explotación, persecución o grave deterioro del medio ambiente, daña la dignidad de muchos hombres y mujeres, y de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión", escribió el Papa en febrero.
En una entrevista de enero, Vance sugirió que los obispos ganaban dinero o recursos con los migrantes, mientras que los obispos respondieron que acoger al extranjero es un principio del Evangelio y que la Iglesia gasta más con cada migrante que acoge en sus programas de lo que cubren las subvenciones del gobierno.
Vance, en una entrevista con la cadena conservadora Fox News, dijo que hay un orden en el amor: "amas a tu familia, y después amas a tu prójimo, y luego amas a tu comunidad, y luego amas a tus conciudadanos en tu propio país. Y luego, después de eso, puedes concentrarte y priorizar al resto del mundo".
Pero el Papa en su carta lo planteó de otra manera: "el amor cristiano no es una expansión concéntrica de intereses que poco a poco se extienden a otras personas y grupos. En otras palabras: ¡la persona humana no es un mero individuo, relativamente expansivo, con algunos sentimientos filantrópicos!"
En cuanto a la política internacional, mientras Vance ya estaba en Italia entrevistándose con las autoridades italiana, el cardenal Parolin, entrevistado en el periódico italiano La Repubblica el 18 de abril, pidió soluciones diplomáticas basadas en el "multilateralismo y una política basada en la cooperación entre los Estados, el derecho internacional y la diplomacia, en lugar de en la oposición y la lógica del poder."
Sobre la ineficacia de la administración Trump para detener la guerra en Ucrania, que presumió de poder detener muy rápido, y mientras bombas y misiles rusos caen sobre ciudades de Ucrania en plena Semana Santa, Parolin dijo: "Como el Papa Francisco nos ha recordado repetidamente, la paz no se puede imponer, se construye con paciencia, día tras día, a través del diálogo y el respeto mutuo". Añadió que "cualquier cosa que promueva una paz justa y duradera debe considerarse útil."
Y enunció unos principios generales que el Vaticano reclama también para Tierra Santa: "Los principios de la doctrina social de la iglesia siguen siendo claros; la legítima defensa es legal, pero nunca puede implicar la aniquilación total o parcial de otro pueblo o la negación de su derecho a vivir en su propia tierra".
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