El Papa Francisco visita este martes Kazajistán para participar en el VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales. Un viaje con el que Francisco alcanza su país visitado número 57º, desde que es el Santo Padre.
Pero, ¿cómo es la Iglesia en una nación donde coexisten religiones y etnias tan diversas como la kazaja, la rusa, o la ucraniana? Independizado de la Unión Soviética en 1991, Kazajistán iba a recibir al primer Papa en 2001, con la visita al país de Juan Pablo II.
Un ejemplo de fe
La nación centroasiática, la novena más grande del mundo en masa terrestre, apenas cuenta con una reducida Iglesia local que supone el 0,1% de la población total. Aún así, la historia de los católicos en Kazajistán es un ejemplo de fe y martirio, soportando persecuciones tan recientes como la del régimen comunista.
La que es considerada la mayor economía de Asia Central alberga el único seminario católico de la región, situado en Karaganda. Kazajistán tiene actualmente unos 19 millones de habitantes, de los que un 70% son musulmanes suníes, y un 26% cristianos, la inmensa mayoría de ellos pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa rusa.
La Iglesia Católica de Kazajistán cuenta con 81 parroquias y 6 obispos (Foto: Vatican News).
La realidad de esta elogiable y creciente Iglesia Católica en Kazajistán, que ha cumplido cincuenta años (apenas 30 desde que pudiera operar con libertad), se traduce, actualmente, en las siguientes cifras:
- 5 circunscripciones eclesiástica.
- 81 parroquias.
- 146 diferentes centros pastorales.
- 6 obispos.
- 78 sacerdotes diocesanos.
- 26 sacerdotes religiosos.
- 133 religiosos profesos.
- 7 seminaristas.
- 18 misioneros laicos.
- 50 catequistas.
- 5 centros de estudios.
- 43 centros sociales (residencias, ambulatorios...).
Uno de los pastores de la Iglesia Católica kazaja es el obispo español José Luis Mumbiela, presidente de la Conferencia Episcopal del país y obispo de la diócesis de Almaty. En octubre de 2021 ReL le entrevistó (leer aquí su testimonio).
José Luis Mumbiela es obispo de Almaty y ha creado 4 nuevas parroquias en 10 años.
Almaty, de la que Mumbiela es su obispo, es uno de los mejores ejemplos del rápido crecimiento de la Iglesia kazaja. En una ciudad con 62.000 habitantes, el obispo comentó a ReL que la mayor dificultad para la evangelización no eran los idiomas, las distancias, el Islam, la corrupción o el poso postsoviético, sino la falta de sacerdotes. Solo en esta diócesis, por ejemplo, se han creado cuatro parroquias en diez años, dos de ellas en 2021.
Los católicos crecen cada día más en esta nación y surgen nuevas iniciativas para dar servicio a la comunidad, y a la evangelización. Una interesante aportación en la vida de la Iglesia de Kazajistán es el Centro Mediático Católico, un servicio que difunde en ruso toda la actividad católica del país, con vídeos, noticias y formación.
(Aquí puede ver el canal de YouTube del Centro Mediático Católico).
Aunque hubo diócesis en lugar desde el siglo XIII, los avatares de la historia y la persecución comunista arrasaron con todo. Actualmente, la inmensa mayoría de los católicos son descendientes de polacos, alemanes o lituanos deportados por los soviéticos. Muchos emigran cada año a Rusia, Polonia y Alemania. La lengua en la que habla la comunidad católica suele ser el ruso, pero ni siquiera cuentan con una Biblia plenamente católica en este idioma.
La forma de financiamiento de esta modesta Iglesia depende, en gran medida, de los donativos del Domund y de las Obras Misionales Pontificias. Aunque se trate de una de las iglesias más recientes y poco numerosas del mundo, la visita del Papa Francisco, del 13 al 15 de septiembre, supondrá un gran apoyo para esta comunidad de decididos católicos.
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