No dejarse desanimar porque ‘todo lo que el hombre ha desfigurado en su impiedad, Dios lo recrea y reconcilia en su amor’
Audiencia del 22 de febrero de 2017 |
(ZENIT – Ciudad del Vaticano. 22 Feb. 2017).- En ese miércoles frío y
nublado en Italia, miles de peregrinos reunidos en la plaza de San
Pedro recibieron a santo padre Francisco con calor y entusiasmo. El Papa
ingresó en el jeep abierto, saludando a todos y bendiciendo a algunos
niños y ancianos. En la catequesis Francisco prosiguió con el ciclo
sobre el tema de la esperanza cristiana, porque “en la esperanza nos
reconocemos todos salvados”.
En el resumen de la catequesis que el Pontífice hizo en español,
recordó a los presentes que “la creación es un don maravilloso que Dios
ha puesto en nuestras manos para que entremos en relación con él y
colaboremos en su designio de amor”.
“Sin embargo –prosiguió Francisco– experimentamos constantemente el
pecado que daña nuestra comunión con Dios y con todo lo que nos rodea.
Ante este drama, el Señor no nos deja solos, nos ofrece una prospectiva
nueva de salvación universal”, dijo.
El Papa recuerda que “el apóstol Pablo nos invita a que escuchemos
los gemidos de toda la creación, que sufre las consecuencias del pecado;
y así mismo, nos anima a mantener firme la esperanza porque hemos sido
salvados por el Señor”.
“A través de su Resurrección, contemplamos los signos de la nueva
creación. El cristiano vive en el mundo y sufre los signos del mal y del
egoísmo pero, al mismo tiempo, ve todo con los ojos de la Pascua; sabe
que ahora vive un momento de espera, que va más allá del momento
presente” dijo.
“No nos dejemos llevar –exhortó el Papa– por la desilusión o el
pesimismo. El Señor quiere sanar con su misericordia los corazones
heridos y humillados. Todo lo que el hombre ha desfigurado en su
impiedad, él lo recrea y reconcilia en su amor”.
Francisco concluyó esta parte de la catequesis saludando a los
peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y
Latinoamérica.
“Los invito –dijo– a pedir con insistencia la presencia del Espíritu
Santo en sus vidas. Él nos asiste para que vayamos más allá de las
apariencias negativas del presente y aguardemos con esperanza los cielos
nuevos y la tierra nueva, que el Señor prepara para toda la humanidad”.
Después del resumen de la catequesis en los diversos idiomas, el
Santo Padre saludó a diversos grupos de peregrinos allí presentes y
dirigió un llamado ante la grave situación que atraviesa el Sud Sudán.
L’Udienza Generale si conclude con il canto del Pater Noster y la bendición apostólica.
in
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