Se han inscrito 4 mil personas de 12 países diferentes, entre presos, capellanes, familiares y policía penitenciaria
(ZENIT – Ciudad del
Vaticano).- El Año Jubilar se está acercando a su conclusión y entre los
últimos eventos organizados tendrá lugar el Jubileo de los presos y el
Jubileo de las personas socialmente marginadas. Por ello, monseñor Rino
Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la
Nueva Evangelización, en una rueda de prensa celebrada esta mañana, ha
informado de los últimos eventos del Jubileo de la Misericordia.
Este fin de de semana, 5 y 6 de
noviembre, se celebrará el Jubileo de los presos. Por primera vez –ha
explicado monseñor Fisichella– será posible para un gran número de
detenidos procedentes de distintas partes de Italia y de otros países,
estar presentes en la basílica de San Pedro para vivir el propio Jubileo
con el papa Francisco.
Un colectivo, que como hemos podido
ver en estos primero años de pontificado, que está presente en el
corazón del Santo Padre. En sus viajes, cuando ha sido
posible, Francisco ha visitado cárceles para llevar una palabra de
aliento y consuelo. De vez en cuando, tal y como él mismo ha revelado,
llama por teléfono a cárceles de Argentina. Incluso, ha informado hoy
monseñor Fisichella, el Papa en los últimos meses ha estado en contacto
con condenados a muerte.
En cuanto a la organización de este
gran evento, monseñor Fisichella ha explicado además que en los meses
pasados han escrito a las Conferencias Episcopales del mundo, invitando a
los obispos a vivir este domingo visitando las cárceles y celebrando el
Jubileo con los detenidos. “Han sido muchas las respuestas positivas
que han llegado y podemos realmente pensar que la celebración tendrá un
eco mundial en su realización”, ha explicado.
Asimismo ha indicado que se han
inscrito 4 mil personas, de las que más de mil serán detenidos,
procedentes de 12 países del mundo: México, España, Inglaterra, Italia,
Letonia, Madagascar, Malasia, Holanda, Estados Unidos, Sudáfrica, Suecia
y Portugal. También asistirán miembros de la policía penitenciaria,
funcionarios penitenciarios, capellanes y asociaciones que ofrecen
asistencia dentro y fuera de las cárceles. El grupo más numeroso procede de Italia. Mientras que desde España llegarán 25 presos.
Entre los asistentes estarán
representados menores, personas bajo arresto domiciliario, detenidos con
distintos tipo de condenas… “una presencia verdadera que marca un
compromiso real, para ofrecer un futuro y una esperanza más allá de la
condena y la duración de la pena”.
En el programa de este fin de semana
está previsto para el sábado la posibilidad de confesarse en las
Iglesias jubilares, y realizar la peregrinación hacia la Puerta Santa en
San Pedro. Mientras que el domingo se celebrará la misa con el Santo
Padre en la Basílica de San Pedro. Antes de la eucaristía, se escucharán
varios testimonios: un detenido convertido en la cárcel junto con la
víctima con la que se ha reconciliado, el hermano de una persona
asesinada, un menor condenado y un agente de la policía penitenciaria.
Testimonios que ayudarán a entender
que la misericordia no es una “palabra teórica”, sino “una acción
genuina cotidiana que representa a menudo un verdadero desafío
existencial”.
Existen algunas particularidades que
ayudan a dar mayor significado al desarrollo de esta jornada. Por
ejemplo, el servicio litúrgico será realizado por los detenidos y las
hostias utilizadas para la misa han sido producidas por algunos presos
de una cárcel de Milán.
in
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