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quinta-feira, 12 de maio de 2016

Era agnóstico, pero las matemáticas, la historia y las manifestaciones profamilia le trajeron la fe

Émile Kufel se bautiza a los 23 años y explica por qué

Émile Kufel se ha bautizado a los 23 años después de varios años de lecturas y reflexión y motivado también por las Manif Pour Tous de Francia
P.J.G. / ReL  12 mayo 2016

Émile Kufel es un joven francés que se ha bautizado a los 23 años en Bruselas y que acude ahora a la misa dominical según la forma extraordinaria del rito romano con la Fraternidad de San Pedro de la capital belga (www.fssp.be).

Las matemáticas le llevaron a Dios, la historia le acercó a Cristo y las manifestaciones profamilia en Francia le condujeron al bautismo católico.

De familia agnóstica y escuela pública
Émile es de familia agnóstica, y se educó sin religión alguna, acudiendo siempre a escuelas públicas.

Como siempre le gustó la historia, se planteaba sus orígenes. Por parte de padre, antepasados polacos: “la fe católica debió ayudarles cuando llegaron a Francia”, comenta en Famille Chrétienne. Por parte de madre, ancestros de La Vendée, la región devota del Sagrado Corazón de Jesús que sufrió un auténtico genocidio por parte de las tropas republicanas y laicistas al final del siglo XVIII.

Émile estudió matemáticas dos años en Tours antes de pasarse a la arquitectura en Bruselas. Su cuenta de twitter está llena de fotos de estructuras arquitectónicas creativas, armoniosas, ingeniosas… Admira la inteligencia tras la creatividad. Y eso es lo que captó en las matemáticas y la naturaleza.

Las constantes matemáticas en el universo están perfectamente fijadas. La naturaleza está tan bien hecha… debe haber una Inteligencia superior”, deduce.

También su amor por la música y sus proporciones de belleza y matemática le convencen de ello. “Si tocas al azar un piano, no saldrá una bella melodía, se necesita antes una inteligencia”, argumenta.

Los grandes hombres de la Historia
Desde niño le interesaba la cuestión por Dios. Y leyendo historia y filosofía fue conociendo muchos grandes hombres que le inspiraron… y eran cristianos. “Todos los grandes hombres de la Historia que me inspiraban creían en Jesucristo, y me dije que la Iglesia estaba legitimada para hablar de Dios”.

En 2013 llegó el gran movimiento de las Manif pour Tous en Francia, en defensa de la familia, del derecho de los niños a tener un papá y una mamá, a que el matrimonio se mantuviese como una unión muy concreta: la de la complementariedad entre hombre y mujer, lo masculino con lo femenino. Cientos de miles de franceses salieron a las calles en manifestaciones masivas cinco veces. Otros muchos participaban en actos más pequeños: los “centinelas de pie”, las veladas, sentadas…

Una velada pro-familia callejera de las muchas que se han organizado en Francia en contra de las políticas anti-familia del gobierno socialista de Hollande
“Esta gente me tocó profundamente, encarna todo lo que pensaba sobre el matrimonio, la adopción, los vientres de alquiler… Para mí fue un despertar espiritual. ¿Por qué eran en su gran mayoría los católicos los que tenían el coraje de recordar que la familia es sagrada?”

(Este testimonio parece confirmar las previsiones del padre Daniel Ange de que este testimonio pro-familia de las Manif atraerían a muchas personas de valía: lo vaticinó en su artículo 10 frutos buenos de que los cristianos salgan en grandes manifestaciones).

"Dios miraba desde arriba"
Eso le llevó a pensar más y más en Dios y en la Iglesia.

“Tenía la impresión de que Dios me estaba mirando desde arriba y me invitaba a seguir adelante. Ya no podía volver atrás”, recuerda.

Para entonces ya vivía en Bruselas, volcado en sus estudios. Sentía con fuerza el deseo de ser bautizado pero ¿dónde acudir? Hizo lo mismo que todo el mundo en esta generación: buscar en Google.

Tecleó las palabras “bautismo adulto”. Y encontró una web publicada por la Conferencia Episcopal Belga sobre el tema: www.baptemeadulte.be

“Después de leérmela por completo me dije: tengo que hacerme católico”, explica.


 
Buscando parroquia... la de su barrio
Así se puso en contacto por primera vez con un cura. Era el padre Mario Rosas, que le invitó a explorar las distintas parroquias de Bruselas y elegir la que le hiciera sentir mejor. En el centro de su barrio encontró la misa celebrada por la forma extraordinaria del rito latino por un sacerdote de la Fraternidad de San Pedro, una congregación tradicional católica plenamente fiel a la Santa Sede. “Encontré la sacralidad que mi fe necesitaba para desarrollarse”, afirma.

Desde febrero de 2015 este estudiante de arquitectura va a misa cada domingo y acude a las charlas en su parroquia multicultural que le acoge con gusto. En Pascua de 2016 se bautizó. Y después de un primer momento de asombro en su familia, ahora uno de sus primos, inspirado por él, se anima también a ir a misa cada domingo.

En el vídeo bajo estas líneas, la Manif pour Tous de febrero de 2014 en París, la quinta gran manifestacion profamilia en un año


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