Un spot tailandés consigue en una semana millones de visionados
Las cosas no siempre son lo que parecen... |
ReL 3 septiembre 2015
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Su título es Lo que veo con los ojos y fue lanzado el 27 de agosto por Vizer, una compañía tailandesa fabricante de cámaras de seguridad, que lo acompañó de un comentario: "En realidad, en el mundo hay mucho más que lo que ven los ojos, algo que nos revela el bien y el mal...".
Decir esto no es decir demasiado antes de ver la historia, porque los creativos han hecho bien su trabajo. Aunque desde el principio, casi humorístico, se intuye que las cosas no van a ser lo que parecen, el final, dramático y emotivo, consigue sorprender.
El vídeo original acumula en sólo una semana casi cuatro millones y medio de visitas, pero además ha sido traducido y repicado en redes sociales hasta convertirse en uno de los últimos spots virales que provienen de países orientales, que siempre tocan la fibra sensible.
Y que, en este caso, evocan aquellas palabras de Jesucristo: "Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará... Porque con la medida con que midáis se os medirá" (Lc 6, 36-38).
Decir esto no es decir demasiado antes de ver la historia, porque los creativos han hecho bien su trabajo. Aunque desde el principio, casi humorístico, se intuye que las cosas no van a ser lo que parecen, el final, dramático y emotivo, consigue sorprender.
El vídeo original acumula en sólo una semana casi cuatro millones y medio de visitas, pero además ha sido traducido y repicado en redes sociales hasta convertirse en uno de los últimos spots virales que provienen de países orientales, que siempre tocan la fibra sensible.
Y que, en este caso, evocan aquellas palabras de Jesucristo: "Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará... Porque con la medida con que midáis se os medirá" (Lc 6, 36-38).
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