En su audiencia ante los representantes de los medios de comunicación
En su audiencia con los periodistas de este 12 de mayo, reiteró “la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por buscar e informar de la verdad” y pidió su liberación.
Entre una sonora y larga ovación de los representantes de los medios de comunicación globales, el Papa León XIV recorría este lunes por el aula Pablo VI del Vaticano para pronunciar una de sus primeras audiencias públicas tras su elección.
Su discurso, breve, sencillo y directo, esbozó algunas de las que parecen las líneas y gestos que podrían definir su primer pontificado.
La paz, tan mencionada en su discurso tras el nombramiento a los fieles el pasado jueves, fue evocada directamente en cinco ocasiones, a las que se unieron no pocas alusiones al fin de la guerra en sus distintas formas, también “de palabras e imágenes”.
Buscar la paz, pero también la verdad y no el consenso "a toda costa"
Ya desde el mismo comienzo de su discurso, León XIV orientó sus palabras en torno a la bienaventuranza de quienes trabajan por la paz, destacando además la importancia de una comunicación anclada en la verdad.
Una bienaventuranza, dijo, “particularmente relevante [para los comunicadores], llamando a cada uno a esforzarse por una comunicación diferente, que no busque el consenso a toda costa, que no use palabras agresivas, que no siga la cultura de la competencia y que nunca separe la búsqueda de la verdad del amor”.
El pontífice remarcó que la búsqueda de la paz “comienza en cada uno”, incluso “en la forma en que miramos, escuchamos y hablamos de los demás. En este sentido, nuestra forma de comunicarnos es fundamental: debemos decir "no" a la guerra de palabras e imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”.
"Pido la liberación de los periodistas encarcelados"
Acto seguido transmitió “la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por intentar informar de la verdad”, en lo que podría considerarse una referencia a casos como el del periodista Víctor Ticay. El periodista nicaragüense fue arrestado el jueves santo de 2023 tras realizar una cobertura a una de las actividades de la Iglesia y que habían sido prohibidas por el gobierno de Daniel Ortega.
Ticay es solo uno de otros casos sucedidos en Nicaragua o en otros países, destacando también al bieloruso Ihar Losik, encarcelado en 2020, o Jimmy Lai, el empresario de Hong Kong que lleva cuatro años en la cárcel y se enfrenta a una condena a cadena perpetua por oponerse al régimen comunista chino.
“Con estas palabras pido también la liberación de estos periodistas encarcelados. El sufrimiento de estos periodistas encarcelados interpela la conciencia de las naciones y de la comunidad internacional”, expresó León XIV, que también se detuvo a recordar como “testigos” a quienes informan sobre las guerras y conflictos incluso a costa de sus propias vidas.
"La Iglesia debe afrontar los desafíos de los tiempos"
El pontífice enmarcó sus palabras en unos “tiempos difíciles de afrontar y compartir” que suponen “un desafío para todos” del que “no debemos huir. Al contrario, nos piden a cada uno de nosotros, en nuestras diferentes funciones y servicios, que no cedamos nunca a la mediocridad. La Iglesia debe afrontar los desafíos de los tiempos. Del mismo modo, la comunicación y el periodismo no existen al margen del tiempo y la historia”.
El pontífice agradeció a los comunicadores el hecho de “ir más allá de los estereotipos y clichés” con los que se interpretan la vida cristiana y de la Iglesia, llamando también a promover una comunicación “que nos saque de la torre de Babel en que a veces nos encontramos, de confusión de lenguajes sin amor, ideológicos o partidistas”.
"Responsabilidad y discernimiento" con la IA
No faltó tampoco una mención directa a una inteligencia artificial que podría tener un peso destacado en el pontificado y que ya destacó en su reunión con los cardenales el 10 de mayo, al situarse como sucesor de León XIII a la hora de responder con la Doctrina Social “a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial”.
“Pienso en particular en la inteligencia artificial, con su inmenso potencial, que, sin embargo, requiere responsabilidad y discernimiento para garantizar que pueda utilizarse para el bien de todos, de modo que beneficie a toda la humanidad. Esta responsabilidad incumbe a todos en proporción a su edad y a su papel en la sociedad”, mencionó.
En un último llamado a la comunicación de la paz, el pontífice alentó a “desarmar la comunicación de todo prejuicio y resentimiento, fanatismo e incluso odio”.
“Liberémosla de la agresividad. No necesitamos una comunicación ruidosa y enérgica, sino una comunicación capaz de escuchar y de recoger las voces de los débiles que no tienen voz. Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar el mundo. Una comunicación desarmada y desarmadora nos permite compartir una visión diferente del mundo y actuar de manera coherente con nuestra dignidad humana”, concluyó.
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