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sábado, 1 de março de 2025

Madre Teresa, en Haití, me dijo: "¡Necesito las raciones de los soldados holandeses!"

Rob J. Padberg y su experiencia con los misioneros y Mary's Meals

Rob J. Padberg, de BND y Mary's Meals, en el hotel NH Balboa de Madrid

Rob Padberg, desde BND y Mary's Meals, busca la forma de alimentar de muchos miles de niños pobres en Haití... y no es sólo comida Pablo J.Ginés

Pablo J. GinésPablo J. Ginés  28.02.2025 | 10:49  Actualizado: 

Rod J. Pardberg es un católico holandés que lleva muchos años ayudando en Haití, con la ONG Bureau de Nutrition et Developpement (www.bndhaiti.org) y en red con Mary's Meals  y su sistema de comidas para niños en colegios.

Nunca olvidará el día que conoció a Madre Teresa de Calcuta, y que de alguna manera marcó su llamado: desde la fe, con organización, dar de comer a los necesitados. Lo ha contado a ReligionEnLibertad en una sala prestada gentilmente por el hotel NH Balboa en Madrid.

"Soy hijo de una familia católica de Holanda. Cada domingo íbamos a misa de 11 con nuestros padres. Nuestra escuela era católica, mi escuela de secundaria, en Amsterdam, era de los jesuitas. Después de casarme fui a trabajar a Surinam [la antigua Guayana Neerlandesa, al norte de Brasil]. Allí conocí personas de muchas culturas y religiones, mucha gente de la India, por ejemplo. Y eso me hizo pensar más en mi propia fe y también en las dificultades que vive la gente con pocos recursos. Surinam es rico en materias primas, creo que tienen todo tipo de metales, su economía podría desarrollarse mucho más, pero sufre problemas políticos", detalla.

En Haití, con las Misioneras de la Caridad

Más adelante, su empresa le trasladó a Haití, que entonces, como hoy, era el país más pobre del continente americano. "En Haití había mucha más pobreza que en Surinam. Conocí a las Misioneras de la Caridad, las hermanas de la Madre Teresa. Además de mi trabajo empresarial, yo era también el Cónsul general de Holanda en el país. Las hermanas acababan de llegar a Haití, a inicios de los 80. Las ayudé a encontrar financiación para construir su hogar de ancianos, su servicio de duchas y acogida para pobres, su trabajo con niños, etc.."

Un día, su secretario le dijo: "Tengo a la Madre Teresa al teléfono". "Pensé que podía ser una broma de mis amigos, pero es verdad que ella había estado un tiempo antes en Venezuela y yo había leído en un artículo que ella decía que rezaba por Haití y quería venir. Y, efectivamente, ¡era Madre Teresa!"

La religiosa estaba ya en Haití y quería apoyar a sus hermanas en su etapa inicial en el país caribeño. "Estaré pocos días aquí y me gustaría encontrarme con usted, ¿puede venir a verme a nuestra casa en Puerto Príncipe?", le dijo ella.

"Fue increíble verla; era tan pequeña, tan delgada y, digamos... ¡tan 'religiosa'! Le pregunté si podíamos hacer algo para ayudar a las hermanas. Y ella lo tenía muy claro. 'Quiero las raciones militares de bizcocho del Ejército holandés', me dijo. '¿Cómo diantres sabe usted de eso?', le dije. Ella estaba muy orientada a la acción, era muy business minded", recuerda Padberg.

Efectivamente, pedir las raciones militares del Ejército holandés era una excelente idea. Es comida duradera y bien envasada, que puede resistir el clima húmedo y las humedades que rodeaban a las religiosas. El Ejército las almacena en grandes cantidades por si hay guerra, pero cuando se acerca una fecha de caducidad es una pena desperdiciarlas. Para las religiosas era una forma de tener almacenada y accesible comida de refuerzo.

Padberg, siendo cónsul y aprovechando sus contactos con Cáritas Holanda movió algunos hilos, y un tiempo después llegaban 24 contenedores de raciones de bizcocho del Ejército. Los misioneros belgas y holandeses con los que trabajaba Padberg se convencieron de que tenía buena mano para conseguir comida.

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La fe del pueblo haitiano


También le asombró la fe del pueblo haitiano. "Cuando yo era niño, en mi ciudad había 5 parroquias católicas y mi parroquia tenía 5 misas en domingo. Hoy hay una única parroquia, con un par de misas, y suelen estar medio vacías. En cambio, en Haití, si llegas 15 minutos antes de la misa, ya es tarde: el templo está repleto y has de seguir la misa desde fuera", explica.

Rob J. Padberg dirige una de las asociaciones veteranas de reparto de comidas que colabora con Mary's Meals

Rob J. Padberg dirige una de las asociaciones veteranas de reparto de comidas que colabora con Mary's MealsPablo J. Ginés

Llegar a sitios remotos y alimentar a los niños

Trabajando con misioneros, Padberg constató que ellos llegan a los sitios más remotos e inalcanzables, donde celebran los sacramentos y también ayudan a organizarse a las comunidades. "Mi vida empezó a girar sobre la relación entre la fe y ayudar a la gente con la que vives", explica.

"Hay gente que no cree que Haití pueda mejorar, pero yo tengo una esperanza arraigada en la fe, y eso incluye optimismo. En el país viven 13 millones de personas, y la mitad necesita ayuda. Nosotros, con Mary's Meals, creemos que una clave está en los niños. Nos centramos en dar comida a los niños en la escuela. Es la mejor forma de que vayan a clase, perseveren y así mejore el futuro".

Arroz con frijoles y salsa en una de las escuelas que se alimenta con el sistema de Mary's Meals en Haití

Arroz con frijoles y salsa en una de las escuelas que se alimenta con el sistema de Mary's Meals en HaitíMary's Meals

En cualquier bosque o colina de Haití es fácil ver filas de niños en uniforme escolar que van a clase. "Pero hay un 30% de niños que nunca van a la escuela. Y otros van tarde, con años de retraso, a cursos que no les corresponden por edad. Si una familia tiene 5 hijos, a lo mejor envían al mayor y, años después, a otro, y no pueden enviar al resto, que ayudan en casa o trabajan. A veces no pueden pagar ni el uniforme ni el material escolar. En ese contexto, ofrecer la comida gratis en el colegio es un gran incentivo para que vayan todos".

"Toda la base de Mary's Meals es: cuida y preocupate por tu prójimo, por tu vecino. La Biblia insiste en que cuidemos unos de otros. Sí, Haití es un país complicado pero, si actuamos, tiene futuro".

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Mary's Meals alimenta a 175.000 niños en Haití

Mary's Meals en Haití trabaja en 500 centros educativos alimentando a 175.000 niños cada día escolar. Eso les da nutrición, educación, estabilidad y les aleja de bandas criminales y varias formas de explotación.

Nacida en 2002, Mary's Meals ofrece comidas a nivel mundial para 2,4 millones de niños cada día escolar. Para ello, se asocia con organizaciones locales, grupos de padres y familias, alimentos locales, etc... Mary's Meals calcula que con esta metodología probada de muchos años, adaptada en cada país, cuesta unos 22 euros alimentar a un niño durante el año escolar entero.

Más sobre Mary's Meals en Haití, y cómo ayudar, aquí en Marysmeals.es .




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