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sexta-feira, 7 de agosto de 2015

Miles de niñas cristianas en Pakistán, obligadas a casarse con musulmanes: denunciar es aún peor

Agencia Fides  31 julio 2015

Una vez convertida a la fuerza al islam,
querer volver a la fe cristiana original
es considerado blasfemia.
Cada año en Pakistán más de mil chicas hindúes o cristianas se ven obligadas a convertirse al islam y casarse con hombres musulmanes: lo afirma un reciente informe publicado por la ONG de Pakistán Fundación Aurat.

En una nota enviada a la Agencia Fides, la directora de la Fundación, Mahnaz Rehman, presenta una situación difícil para las mujeres en Pakistán, abordando la cuestión específica de la discriminación religiosa. El delito de “conversión forzada” al Islam está muy extendido y es común, pero no es tomado con la debida consideración por la policía y las autoridades civiles, nota el texto.
Según las cifras contenidas en el informe y los casos documentados en el mismo, una media de un millar de chicas sufren esta suerte cada año en Pakistán. La gran mayoría de las víctimas pertenecen a las comunidades hindú y cristiana.

La práctica habitual es usar amenazas y presiones sobre las víctimas y sus familias. Es un patrón que se repite constantemente, refiere la Aurat Foundation: las chicas, a menudo menores de edad, son secuestradas y entregadas en matrimonio a sus secuestradores o a terceros, sin su consentimiento. Si la familia presenta una denuncia, el secuestrador, a su vez, presenta una contra-denuncia, acusando a la familia y afirmando que ella se ha convertido por su propia voluntad. Cuando es llamada a declarar ante un juez, la chica, objeto de amenazas y presiones incalificables, afirma haberse convertido voluntariamente y estar de acuerdo con el matrimonio. Así que el caso queda cerrado.

“A tales casos les falta la realización de una investigación seria que demuestre este fenómeno y el mecanismo que se establece”, denuncia el informe. Un hecho parece decisivo: “En el momento en que se presenta la denuncia y surge la controversia, hasta la audiencia en la corte, las chicas permanecen en custodia de los secuestradores y sufren traumas y violencia de todo tipo”.

Entre las presiones aplicadas a las adolescentes, frágiles y vulnerables, se les dice que “ahora son musulmanas y, en caso de cambio de religión, el castigo por apostasía es la muerte”. El informe hace un llamamiento a las autoridades policiales y civiles para que desenmascaren esta práctica y y salven a las chicas de las minorías religiosas. La Aurat Foundation también ha presentado una propuesta de ley para prevenir las conversiones forzadas.  


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