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quinta-feira, 6 de agosto de 2015

La valentía de los cristianos chinos: contra la demolición de cruces, fabricarán y portarán miles

Asia News  29 julio 2015

En China hay represión y persecución
desde el poder, pero no vergüenza ni
respetos humanos en los cristianos.
Una campaña “ecuménica” para construir en casa y llevar por todos lados la cruz, símbolo del cristianismo, une en estos días a los católicos y a los protestantes de la provincia oriental de Zhejiang (China).

Pretexto de mejora urbanística
La zona está desde hace tiempo en el centro de una política de demolición de iglesias y cruces, ordenada por las autoridades locales por presuntos “abusos a los reglamentos municipales”. Lanzada en las redes sociales, la idea de desobedecer en modo legal y pacífico está teniendo un enorme éxito.

Desde el año 2013, cuando se estableció que Zhejiang será un área de gran desarrollo antes de 2020, se lanzó una política para “embellecer” la región eliminando las estructuras ilegales. La campaña se denomina Tres revisiones y una demolición, indicando así el porcentaje de edificios que hay que destruir, recuperando terrenos para utilizar para un rico desarrollo municipal. Según el gobierno provincial las demoliciones que afectan a todas las comunidades y lugares privados en modo indistinto. Pero es un hecho que la campaña está tomando como punto de mira sobre todo los lugares cristianos.

Los fieles destacan que los avisos de destrucción empezaron a circular después de que Xia Baolong, secretario del Partido Comunista de Zhejiang, realizase una inspección a principios de año y considerase que en Baiquan había una iglesia con una cruz que aparecía en “modo demasiado evidente” y ofensivo a la vista. Viendo después en otras ciudades una selva de cruces recortándose en el horizonte, dio una orden de “rectificar” aquella visión. Desde entonces, demoler las cruces, destruir las estatuas y derruir iglesias se convirtió en el compromiso más conspicuo del partido.

Resistencia pacífica, pero activa
La comunidad cristiana no se contentó con mirar. El pasado 24 de julio, el obispo católico Vincent Zhu Weifang, de Wenzhou, de casi 90 años, y 26 sacerdotes de su diócesis se concentraron delante de la sede del gobierno de la ciudad para pedir la finalización del programa. Algunas comunidades protestantes han preparado un largo memorándum que define a la campaña como “poco más que una broma de mal gusto”.

A estas protestas se une ahora el compromiso de construir una cruz en casa. Un cristiano de Wenzhou publicó en Weibo (popularísima web china de microblogging) una imagen que muestra a un grupo de fieles ocupados en fabricar cruces de madera (foto que acompaña a esta noticia).

Un sacerdote que enseña en el seminario católico de Sichuan publicó un mensaje similar en el cual invita a los fieles “de toda la nación” a unirse al movimiento. Se trata, escribe, “de un modo seguro, legal y no violento de desobedecer a la campaña de las demoliciones. Desde mañana veremos cruces por todos lados en la provincia de Zhejiang”.


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