Luchando con esperanza por la dignidad |
Inmigrantes de Chicago también viajarán para pedir ayuda al Papa
Redacción, 25 de agosto de 2015 a las 19:18
La activista Juana Flores, codirectora
de “Mujeres Unidas y Activas”, de California |
Cien mujeres recorrerán 100 millas (160 kilómetros) para pedir al
papa Francisco, que en septiembre visita Estados Unidos, que alce su voz
por los inmigrantes indocumentados para frenar las deportaciones, impedir la separación de familias y acabar con la discriminación que aseguran sufrir en este país.
Según informaron hoy algunas de las mujeres inmigrantes, originarias de El Salvador, Honduras o México,
la peregrinación comenzará el 15 de septiembre frente a una prisión del
condado de York (Pensilvania), donde los organizadores aseguran que
permanecen encerrados varios indocumentados a la espera de ser
deportados.
Después de recorrer ciudades como New Freedom (Pensilvania) y Baltimore (Maryland), el grupo llegará al Congreso,
en Washington, el 22 de septiembre para celebrar al día siguiente una
vigilia de cierre, que coincidirá con las primeras jornadas de la visita
del papa en Estados Unidos, entre el 22 y el 27 de septiembre.
Trump, contra los inmigrantes
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Carrasco, que viajará desde Chicago (Illinois), forma parte de Comunidades Organizadas contra las Deportaciones (OCAD), una organización que ha exigido a las autoridades migratorias que frenen la separación de familias.
Carrasco, originaria de Oaxaca (sur de México), llegó hace 21 años a Estados Unidos con sus dos hijas, que ahora han acabado la Universidad, pero dado que no tiene hijos estadounidenses, no califica para el alivio migratorio.
En noviembre, ante la falta de acción del Congreso para sacar adelante una reforma migratoria, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
anunció una serie de acciones ejecutivas para regularizar a cinco de
los once millones de indocumentados, especialmente jóvenes y padres con
hijos estadounidenses.
"El papa tiene el poder de tocar el corazón de las personas",
consideró otra de las participantes, Rosa Sanluis, que espera que el
Sumo Pontífice traslade las exigencias de las mujeres a Obama, con el
que encontrará el 23 de septiembre, y al Congreso, al que se dirigirá al
día siguiente.
Sanluis, que llegó a Texas hace 25 años desde San Luis Potosí (México), indicó que las mujeres ya se han puesto en contacto con varias iglesias católicas, donde comerán y dormirán,
y están elaborando pancartas que llevarán en su recorrido, algunas con
declaraciones del papa en defensa de la dignidad de los inmigrantes.
En mayo, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos pidió el fin de los centros de detención para indocumentados y
su sustitución por programas de libertad vigilada, que permitan a los
inmigrantes permanecer libres mientras tramitan su asilo o comparecen
ante las autoridades migratorias.
Estas declaraciones y la visita del primer Pontífice latinoamericano a
Estados Unidos han generado una gran expectación en la comunidad
inmigrante, que espera que el papa Bergoglio se ponga de su lado con un
mensaje de reconciliación en un momento en el que el debate migratorio y
las tensiones raciales están a flor de piel.
Por su parte, un grupo de inmigrantes hispanos que se prepara para viajar a Washington y
Nueva York el próximo mes de septiembre para ver al papa Francisco dice
tener fe de que el sumo pontífice interceda por los indocumentados que
viven en el país.
"El papa Francisco tiene que dar la cara por nosotros, tiene que
echarnos la mano", dijo Eduardo Piña, quien forma parte de un grupo de cien personas que ultiman su viaje para ver a Francisco durante la visita papal a Estados Unidos los días 23, 24 y 25 de septiembre.
Estos hispanos son fieles de iglesias católicas de Chicago, Joliet, Melrose Park y otras comunidades de Illinois, y representan a inmigrantes de países como México, Colombia, Argentina, Venezuela, Guatemala y Uruguay, entre otros.
El propósito primordial de los viajeros de Illinois será pedir al
papa que interceda por los inmigrantes en el país, ya que muchos están
detenidos en centros de detención y otros sufren los ataques raciales de
candidatos republicanos a la Presidencia como el magnate Donald Trump.
"Queremos suplicarle al Papa que por favor intervenga para ponerle
fin al sufrimiento de las comunidades inmigrantes", recalcó Piña, un activista laico que trabaja con los inmigrantes.
Piña destacó que actualmente se vive una "cacería de brujas" contra
los inmigrantes y que esto incluye los "ataques racistas" de Trump,
quien quiere deportar a todos los inmigrantes y quitar la ciudadanía a los hijos de indocumentados que estén en el país.
"Él (Trump) no es nadie para quitarle la ciudadanía a los niños de
los inmigrantes", destacó Piña. "Lástima que tenga tanto dinero, pero
que esté espiritualmente vacío".
Otro de los integrantes de este grupo, que estará el 23 de septiembre
en Washington y al día siguiente en Nueva York, es Ubertino Vega, un
inmigrante mexicano quien trabaja con el Cicero Area Project, entidad que busca evitar que los jóvenes ingresen a las pandillas.
"La vida de un ilegal actualmente es estar deprimido, de estar frustrado, solo va de la casa al trabajo", finalizó Vega. "Queremos que el papa interceda por los inmigrantes".
(RD/Agencias)
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