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quinta-feira, 11 de setembro de 2025

«Kit de Santidad» explora con expertos 6 prácticas espirituales que vivió Carlo Acutis

Con enseñanzas del obispo Munilla (sobre el Rosario), el arzobispo Gómez de Los Ángeles (la Eucaristía) o la Hermana Adela (las obras de caridad)

El Padre Borre, como Padre Gabriel, y el actor Antonio Mauri, como Sebastián, en Kit de Santidad

El Padre Borre, como Padre Gabriel, y el actor Antonio Mauri, como Sebastián, en Kit de SantidadKIT DE SANTIDAD / AVEMARIA FILMS

Pablo J. Ginés
11.09.2025 | 07:11  Actualizado: 

Llega a los cines de España Kit de Santidad , una película mexicana sobre las prácticas espirituales que San Carlo Acutis vivió y recomendó. La publicidad de la película lo declara: "un método sencillo y poderoso para alcanzar la santidad; en la película lo conocerás y te inspirará a vivirlo".

Esa es la gran debilidad de la película: no trata sobre Carlo Acutis, ni trata de testimonios de vidas cambiadas por Carlo Acutis. Es una película sobre un método.

Si usted no conoce más películas sobre métodos (métodos para adelgazar, para encontrar pareja o para aprender idiomas) es por una razón: las películas no sirven para eso, para explicar métodos. Quizá sí los memes, los cómics con viñetas y esquemas y algunos vídeos breves de recetas, pero no las películas. Las películas sirven para contar vidas (de santos, por ejemplo, o de personas impactadas por santos) y para contar historias.

Hay documentales con la vida de Carlo Acutis, como este de EWTN, o los dos de José María Zavala, El Cielo no puede esperar El latido del Cielo, uno más centrado en su biografía, otro en testimonios, milagros y espiritualidad. A veces usan actores y dramatizaciones. Otras, animación. Funcionan bien porque cuentan vidas, la de Carlo o la de sus seres queridos o la de personas transformadas por él. El espectador conecta con el santo o con sus admiradores.

En cambio, Kit de Santidad enumera una lista de prácticas, de cosas-que-has-de-hacer, y luego explica con expertos por qué esas prácticas son muy buenas. 

Las 6 piezas del Kit de Santidad de Carlo Acutis

Las seis prácticas, que sumadas son "el Kit de Santidad", son: el rezo diario del Rosario; la misa diaria, o al menos la adoración eucarística, leer algo de la Biblia cada día, realizar buenas obras, orar al ángel custodio, y la Confesión (sin detallar la frecuencia, aunque Carlo, que falleció con 15 años, se confesaba cada semana porque los pecados veniales le molestaban; los comparaba con el lastre que impide ascender a un globo que ya vuela).

No hay duda que estas seis prácticas, juntas o por separado, con esa frecuencia o con otra, son cosas buenas y recomendables para el cristiano. Pero recomendarlas no da para una película. Sobre todo, porque no hablan de ellas personas dando su testimonio, en primera persona. Ninguno dice: "yo era un desastre hasta que logré agendar mi rosario diario, sí o sí, te contaré como lo conseguí y lo que pasó". No, los que hablan son catequistas o predicadores dando una charla, aunque sean buenos predicadores, como el obispo Munilla o la Hermana Adela. Son seis predicaciones, una detrás de otra, hablando al espectador y al joven Sebastián (el actor mexicano Antonio Mauri Alemán), quien responde a todo "qué bonito" y "muchas gracias", sin oponer ninguna resistencia ni matiz. Cada pieza va precedida por un breve vídeo de Antonia, la madre de Carlo, recomendando estas prácticas.

Hay bastantes películas cristianas que combinan una trama de ficción con una serie de testimonios. Por lo general, se trata de un periodista o estudioso con problemas personales al que encargan investigar sobre un santo o una devoción. Eso da pie a entrevistar a testimonios emocionantes y a veces la trama de ficción está bien. Kit de Santidad falla porque no hay testimonios emocionantes (no hay testimonios, punto) y porque, además, la trama de ficción es muy floja.

El actor principal, y casi el único profesional, Antonio Mauri, hijo del cantante y actor Toño Mauri, lo hace bien, es bueno transmitiendo emociones, pero no basta para sostener el filme. Todo lo demás es "preachy", es decir, es sermoneante.

El actor Antonio Mauri, Gaby Jácoba y la Hermana Adela, en Kit de Santidad

El actor Antonio Mauri, Gaby Jácoba y la Hermana Adela, en Kit de Santidad

Pongamos el caso de los grupos de jóvenes cristianos que siguen el modelo de Carlo Acutis. La película se apoya en jóvenes reales de una parroquia de Texas y de otra de Florida, que en la vida real deben tener unas relaciones muy vivas y una fe auténtica. Casi cualquier joven en un grupo de fe u oración te dirá que lo bueno del grupo, además de la fe, es tener amigos en él, gente de edad similar con la que interaccionar. Aquí, en cambio, toda la interacción es del grupo con el párroco, nunca entre ellos. No hay conflictos, no hay disonancias, son jóvenes tan unánimes y disciplinados que, en fin, ¡parecen una secta! Los manuales anti-sectas lo dicen: "Si parecen demasiado perfectos para ser verdad, desconfía, la vida real no es así".

Dejar hablar a los pobres

Tenemos también el caso de la predicación sobre ayudar al pobre. No hay ningún pobre de verdad en esta película. Sebastián empieza sentado en una mesa preparando abalorios para financiar algo en misiones. Luego encuentra un pobre tiritando a la entrada de la iglesia (no en un puente lejano) y le da su chaqueta. Sí, Carlo Acutis daba ropa y sacos de dormir a los sin techo. Y San Martín dio la mitad de su capa y su ejemplo se ha repetido en el arte durante 16 siglos. Pero Carlo era un niño y Sebastián es un adulto joven con acceso a una organización. Resuena problemático. Y el pobre no tiene voz, sólo tirita. Por contraste, en la película Sólo Javier que se estrena estos días, se deja hablar a los pobres, tienen cosas que decir y que enseñar al personaje que luego ganará santidad.

Kit de Santidad en la Casa de México en Madrid - Gaby Jácoba es la productora y su hijo Pablo Casso el director

Kit de Santidad en la Casa de México en Madrid - Gaby Jácoba es la productora y su hijo Pablo Casso el directorPABLO J. GINÉS / REL

Intuición: sanación para jóvenes tristes, cómo acercarse

Hay intuiciones en Kit de Santidad que están bien, como la necesidad de abordar con una dimensión sanadora la soledad y tristeza de tantos jóvenes hoy. El Padre Borre es un sacerdote mexicano afable, y conocido en redes sociales, que en la película se acerca al joven Sebastián, y sus palabras de acercamiento son muy eficaces. Se nota que Gaby Jácoba, la productora, ha escrito de temas de sanación. "¿Estás bien? Soy el padre Gabriel, ¿te puedo ayudar en algo? Dicen que hablar aligera la carga. ¿Cómo te llamas? Para Dios nada es imposible", dice el sacerdote. ¡Es un párrafo muy útil que muchos cristianos podríamos usar con nuestros amigos afligidos!

La misma Gaby explicó a ReL que ella quería proclamar ese mensaje de esperanza: "¡Para Dios nada es imposible de resolver!" Pero no entra en el tema de que, a veces, Dios no lo resuelve, a veces hay que vivir con esa cruz, esa derrota, esa humillación, aunque acompañado por Cristo y sus auxilios.

Para impulsar el cine católico

Gaby Jácoba, que estudió ópera y Bellas Artes, conoce bien el cine cristiano moderno, que ha apoyado desde el Festival de Cine Católico, primero en EEUU, luego en México, luego difundiendo películas en Hispanoamérica, y que desembarca ahora en España con esta película. Tiene planes para una Semana de Cine Católico en 2026 en España que puede ser un proyecto muy útil para la evangelización y para el sector.

También tiene ya rodada una película sobre la Virgen María como Desatadora de Nudos, que aplazó para centrarse en Kit de Santidad con motivo de la canonización de Carlo. Antonia, la madre del joven santo, le habló del "kit de santidad", de las 6 prácticas como un "camino", y ella se sintió llamada a difundirlo. Lo presenta como "un camino sencillo" (aunque pedir misa diaria, rosario diario y Biblia diaria muchos cristianos no lo considerarán nada sencillo a menos que uno viva en un convento).

El encaje con el público joven

Preguntada por ReL, en el marco siempre fascinante de la Casa de México en Madrid, dijo que pensaba en un público joven, de 15 a 35 años, que se sintiera relacionado con los temas de la película: soledad, tristeza, crisis en casa, adicciones... Y que viendo que los documentales no atraen mucho al público, quiso enmarcar las enseñanzas de los expertos en una trama de ficción para que hablaran de forma "más platicada, más humana".

Por desgracia, es difícil que encaje con un público así, incluso entre jóvenes católicos practicantes. El personaje de Sebastián no tiene vida de verdad. La novia que aparece llega tarde y sin desarrollo. No tiene amigos, no llega a hablar ni con los chicos de su grupo de oración. La película acumula demasiadas predicaciones para atraer a los de 15, y los de 25 pueden aceptar retos, pero no hojas de ruta muy prefabricadas.

Lo interesante de Carlo Acutis es el mismo Carlo, y cómo Dios hacía cosas asombrosas en él. El cómic de 200 páginas de ediciones San Pablo, por ejemplo, consigue divulgarlo muy bien. Pero esta película ofrece muy poco de Carlo y, en cambio, encarga al espectador muchas tareas por hacer. 



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