El secretario de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos explica el evento
Mons. Arthur Roche en la entrevista a ZENIT |
(ZENIT- Roma).- Un nuevo paso importante en el camino ecuménico se ha
registrado este lunes 13 de marzo, en la basílica de San Pedro: la
recitación de las vísperas anglicanas.
Ha presidido la oración el arzobispo anglicano David Moxon, director
del Centro Anglicano de Roma, mientras que Mons. Artur Roche, secretario
de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los
Sacramentos realizó la homilía. El coro del Merton College de Oxford
acompañó la liturgia.
La ceremonia se realizó dos semanas después de la visita de Francisco, el 26 de febrero pasado a la iglesia anglicana de All Saints, la primera de un Pontífice, en la que el Santo Padre señaló que el ecumenismo se realiza caminando juntos.
ZENIT conversó con Mons. Artur Roche, secretario de la Congregación
del Culto Divino, quien precisó que el evento sucede en el aniversario
de los 1420 años de la elección del monje Agustín como evangelizador de
Inglaterra. Agustín de Canterbury, venerado como santo por los católicos
y anglicanos, quien fue enviado junto al rey Bretwalda , Ethelber del
Kent, por el papa san Gregorio I, en el 597.
“Estas vísperas se registran pocos días después de la visita del papa Francisco a la Iglesia anglicana All Saints”,
dijo el arzobispo inglés y precisó que “en esta ocasión el Santo Padre
ha dicho que la palabra humildad no es solamente una linda virtud sino
que distingue a nuestra identidad cristiana, y yo he pensado que esta
humildad se tiene que traducir en un servicio mutuo en este momento del
camino ecumenico, con generosidad de corazón y una gran fe. Porque
Cristo rezó por la unidad”.
Mons. Roche señaló que el Papa en el día de Pentecostés dijo que “los
cristianos tienen que salir del refectorio, en misión, para anunciar el
Evangelio, sin volver al refectorio para sentir un clima de seguridad,
contrariamente se quedan en un refectorio que es un poco oscuro y no
tiene la luz fruto de la alegría de predicar el Evangelio”.
“El Papa recuerda a los anglicanos y también a los católicos -señala
el número dos del Congregación del Culto Divino- que no debemos
anunciarnos a nosotros mismos, sino a Jesucristo”. Precisa así que “el
triunfalismo es algo del pasado, no es un puente sino un puesto de
bloque. No favorece el caminar juntos, con fe, aunque procedamos de la
misma fuente”.
Sobre la diferencia existente en la oración entre las vísperas
católicas y anglicanas, Mons. Roche indica que “hay elementos comunes
como el canto de los salmos y el Magníficat” si bien “la forma y
organización de estos textos es un poco diversa”.
El prelado quiso así subrayar que “sobre todo tenemos que rezar
juntos, porque la unidad es un don de Dios, no es un proceso humano. Y
esperamos en este momento esta gracia de Dios” y que en estas vísperas
“se ha rezado juntos para obtener de Dios el don de la unidad, como un
signo de la fraternidad entre los cristianos”.
Interrogado sobre los sacerdotes anglicanos que regresaron al
catolicismo, Mons. Roche indicó que “el papa Benedicto creó un
ordinariato para los sacerdotes anglicanos que retornaron”. Pero que no
hay que olvidarse de los otros, porque “los obstáculos y desafíos en
este momento son muchos, como la ordenación de las mujeres y el tema de
la homosexualidad”. Así “estas dificultades demuestran que la unidad
será un don de Dios”.
Indicó entretanto que es necesario “estar más cerca, porque cuando
una persona está lejos de otro grupo humano hay también una distancia en
la evaluación de los temas. En cambio cuando estamos más cerca de los
otros es posible que vean nuestra fe en Cristo y nuestra fe eclesial, y
que la otra persona sepa la verdad, sobre los temas más centrales. Pero
tenemos que caminar para ello, tenemos que comunicar con los otros”.
Estas vísperas en el Vaticano no es el primer acto de este tipo que
se realiza en conjunto, dijo: el Coro de la Capilla Pontificia Sixtina
ya cantó con el de Westminster, incluso el Tu es Petrus en la
basílica de San Pedro, “donde nuestra fe es muy evidente porque está
edificada sobre la tumba de Pedro de quien es sucesora”.
Y recordó que “muchos años atrás, 30 o 40, era mal visto que un
anglicano hiciera una peregrinación a Roma, y también para un católico
ir a una peregrinación a Canterbury. Ahora es menos difícil, y esta
cercanía en el orden de la caridad y hermandad, es algo que debemos
hacer, porque es obedecer a la recomendación del Señor”. Al concluir
recordó que “un cardenal hace años atrás dijo que el ecumenismo es un
camino del cual no es posible salirse”. Por eso “tenemos que caminar
juntos hacia adelante, esperando este don de Dios de que será la
unidad”.
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