La cárcel principal de Milán tiene unos 900 reclusos
En la cárcel de San Vittore (Foto Osservatore © Romano) |
(ZENIT – Roma, 25 Mar. 2017).- En la ciudad de Milán el santo padre
Francisco visitó la cárcel de San Vittore, en donde por tres horas
estuvo lejos de las telecámaras. Después de la visita a un barrio
periférico de la ciudad, y del encuentro con el clero, religiosos y
religiosas en el Duomo de Milán, de rezar el ángelus en la explanada que
da a la plaza, llegó a la prisión de la ciudad, donde fue recibido por
las autoridades locales.
En el corredor de ingreso el Papa saludó al personal de la policía
penitenciaria, y después en las diversas áreas de la estructura saludó a
cada uno de los detenidos, muchos de ellos de origen extranjero. A las
12:30 almorzó con unos cien detenidos, en el en tercer pabellón. Antes
de transferirse en auto a la cercana ciudad de Monza, el Santo Padre
decidió descansar no en el arzobispado, sino hacer una siesta en el
interior de la cárcel, en la habitación del capellán.
Es la primera vez que un Pontífice ingresa en esta prisión,
construido en 1879, cuenta con 779 agentes de policía y los detenidos
son 893. Es una cárcel judiciaria y no penal. O sea los reclusos se
encuentran en fase de juicio y la permanencia media es de 9 a 12 meses.
Hay diversos sectores: el femenino, el clínico, el de jóvenes adultos,
el de quien sufre dependencias, el de los peligrosos, además del de
delitos comunes.
Están presentes en esta cárcel, dos sacerdotes, un diácono, diez monjas y cuatro seminaristas.
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