La carbonización de aire non es a causa de la cantidad de población, sino por la actividad humana que usa materiales fósiles
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| Conferencia de prensa de la Pontificia academia de las ciencias | 
(ZENIT- Ciudad del Vaticano. 2 de marzo de 2017).- Los resultados del
 encuentro sobre la Extinción biológica y cómo salvar el ambiente 
natural del cual depende la humanidad, fueron presentados este jueves en
 la Sala de prensa de la Santa Sede. El ‘Workshop‘ que se realizó en la Academia Pontificia de las Ciencias en el Vaticano, inició el 27 de febrero y concluyó este 1º de marzo.
En la conferencia de prensa intervinieron el prof. Werner Arber, 
premio Nobel de medicina y presidente de la Pontificia Academia de las 
Ciencias, y dos académicos de la misma: Peter Hamilton Raven y Partha 
Sarathi Dasgupta, así como su canciller, Mons. Sánchez Sorondo.
“Estamos convencidos de que –señaló Mons. Sánchez Sorondo, la 
actividad humana con elementos fósiles, principalmente el petróleo y el 
carbón, acaban produciendo calentamiento global, alterando el ciclo del 
agua y produciendo la extinción de la biodiversidad”. Añadió que las 
actividades de este tipo son realizadas principalmente por los países 
industrializados,y todos sienten estos cambios, pero los sufren 
especialmente las poblaciones más pobres.
Los países industrializados son los principales responsables, pero 
también las poblaciones pobres que tienen que vender sus junglas o 
bosques a precios ridículos para poder sobrevivir, dijo. Y las 
soluciones que se proponen, indicó Mons. Sánchez Sorondo, son: “el 
cambio hacia una energía limpia, nuevas técnicas agrícolas, nuevas 
‘ciudades inteligentes’, pequeñas y autosuficientes en energía”.
Pero no solo para las nuevas urbanizaciones, porque “hay ciudades antiguas como New Orleans está realizando cambios importantes”, y estas ‘ciudades inteligentes’ le permiten “vivir mejor también a las periferias”.
Es necesario en un cuadro más global, explico el canciller, la 
erradicación total de la pobreza, causa directa o indirecta de esta 
situación, “no solamente por que lo necesita la vida humana, sino para 
vivir también gracias a la biodiversidad”.
Sobre la población, aseguró, la mejor forma de progresar es la 
existencia de familia en el sentido cristiano, y subrayó que “la 
carbonización de aire non es a causa de la cantidad de población, sino 
por la actividad humana que usa materiales fósiles”.
Por su parte el profesor Werner Arber, premio Nobel consideró de gran
 importancia iniciar este cambio, no solo a medio termino, sino también 
pensando a los próximos siglos, y educando las poblaciones desde ahora 
para eso.
Texto final del seminario:
in

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