Poprad es una pintoresca ciudad eslovaca de 50.000 habitantes, donde el diácono Petro Tokach, católico ucraniano de rito griego, es cónsul honorario y ha establecido su base para buscar ambulancias, minibuses y todoterrenos que envía a Ucrania.
Con ayuda de un equipo de voluntarios, y habiendo empezado ya en 2014, cuando Rusia ocupó Crimea y empezaron los disparos en Dombás, a finales de noviembre de 2023 el diácono Petro alcanzó su vehículo número 100, que fue bendecido por el arzobispo mayor grecocatólico, Sviatoslav Shevchuk.
El arzobispo bendice los vehículos
En la ceremonia, junto a la catedral grecocatólica de Kiev, Shevchuk bendijo dos ambulancias y un todoterreno. Las ambulancias están bien equipadas, con desfibrilador, concentrador de oxígeno y una mochila de paramédico, y se entregarán a una brigada médica militar que opera en Donetsk.
El arzobispo Shevchuk en Kiev bendice una ambulancia que se enviará al frente; lleva la etiqueta "TokachTeam", un homenaje al equipo de voluntarios que ha logrado enviar ya cien vehículos.
La mayoría de los vehículos que ha conseguido el diácono Petro son ambulancias, siempre necesarias para trasladar heridos en el frente y en la segunda línea de atención. Hay que tener en cuenta que en los últimos meses, la mitad de los civiles que mueren en la guerra lo hacen en explosiones de misiles de largo alcance y munición de racimo muy lejos del frente.
Los minibuses sirven para trasladar desplazados, refugiados y equipos de sanitarios.
Los vehículos todoterreno llevan paquetes de comida o combustible en invierno a hogares cerca de la línea de combate donde apenas hay carreteras o están ya muy dañadas.
El arzobispo Shevchuk está asombrado con el diácono Petro Tokach y su equipo, y por eso pegan a las últimas ambulancias la pegatina "Tokachteam". Con todo, Shevchuk detalla que en muchos países hay equipos similares ligados a las comunidades grecocatólicas que recogen ayuda para paliar los sufrimientos de la guerra.
"Hemos bendecido este vehículo para que sirva el mayor tiempo y lo mejor posible y para que, junto con la enorme comunidad ucraniana que se reúne en nuestra Iglesia greco-católica, este día de victoria llegue lo antes posible", declara Shevchuk, que es el pastor de la mayor Iglesia católica de rito oriental en todo el mundo.
El diácono Tokach, de camuflaje, con el arzobispo mayor grecocatólico, Shevchuk, al entregar su vehículo número cien.
La ayuda de muchos donantes y feligreses
El diácono Petro detalla que muchos coches los ha comprado con sus ahorros y con la ayuda de muchos pequeños y medianos donantes voluntarios. Las ambulancias, más caras y complejas, se han adquirido con ayuda de subvenciones. "Los coches venían de Poprad. Otros vehículos los conseguimos por toda Europa. Tenemos varios socios en Polonia. Nuestro grupo de voluntarios está formado por ucranianos, checos y eslovacos", señala.
En estos años de esfuerzo, además de muchos amigos, feligreses y pequeños donantes de Polonia, Chequia y Eslovaquia, han colaborado con el diácono un club rotario de Eslovaquia y la ONG ucraniana Asociación de Médicos de la Revolución de la Dignidad, especializada en localizar, equipar y asignar ambulancias.
Ya se alcanzaron los 10.000 mil civiles muertos, según la ONU
El 21 de noviembre, la HRMMU (la Misión de Naciones Unidas de Derechos Humanos en Ucrania) anunció que se habían alcanzado los 10.000 civiles muertos a causa de la guerra desde febrero de 2022, incluyendo 560 niños, a lo que hay que sumar 18.500 civiles heridos.
Desde verano, el 85% de los civiles fallecidos son víctimas de misiles y artillería de área extensa. La mitad de los civiles muertos cayeron muy lejos del frente, a causa de los misiles de larga distancia.
Lea más sobre la situación en el país en nuestra sección Iglesia en Ucrania.
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