ReL / AsiaNews 24 marzo 2016
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Cristianos árabes de Tierra Santa, alegres en peregrinación a Jerusalén |
Al acercarse la Pascua latina, las
autoridades israelíes han otorgado las autorizaciones necesarias a los
cristianos de Gaza para que puedan salir de la Franja y participar de
las celebraciones por la fiesta.
Para asombro de muchos, Israel ha dado el visto bueno a casi todas las solicitudes: el 95% de los solicitantes han recibido permiso. En otros años se denegaba la mayoría de las peticiones, y casi todas las de jóvenes menores de 35 años.
Este año se daba una novedad: por primera vez, la Iglesia Católica era la que centralizaba las peticiones de permisos. Hasta el año pasado era la Iglesia Ortodoxa la que realizaba esta gestión,
Los permisos han generado entusiasmo y satisfacción entre los fieles de la Franja de Gaza, que podrán beneficiarse de la posibilidad de ingresar y salir de Israel en los próximos 45 días (para la Pascua latina y la Pascua ortodoxa, que se celebran en días distintos).
Cuenta la web del Patriarcado latino que son muchos los que en las últimas horas están publicando “con orgullo” la foto del “precioso documento” en las redes sociales.
En realidad, esta reacción es emblemática de la situación de frustración, malestar y desesperación en que vive la comunidad cristiana de Gaza hace años, y particularmente, los más jóvenes. Para muchos de ellos, el permiso de ingreso equivale a ver cumplido el sueño de salir de la cárcel.
Gaza: dos millones de personas encerradas
Hace algunos meses, AsiaNews entrevistó al Padre Raed Abusahlia, director general de Caritas Jerusalén, quien definió la Franja como “la mayor prisión a cielo abierto del mundo”: dos millones de personas por debajo del nivel de supervivencia, con una desocupación que alcanza el 60% y una pobreza que ronda el 80%.
Y lo mismo vale para las familias cristianas, que son cerca de 350 en toda la Franja (unas 1300 personas en total), de las cuales el 34% no tienen ninguna fuente de ingresos”.
Sin embargo, para los cristianos hoy es un día de fiesta, a pesar de que quedan por resolver los problemas logísticos –costo del viaje y alojamiento- y pastorales.
Un solo día para presentar solicitudes
El Padre Mario da Silva, brasileño y responsable de la parroquia de rito latino de la Sagrada Familia, la única de la Franja, cuenta: “Teníamos un solo día para presentar la solicitud”. El 20 de febrero pasado acudieron “890 personas que se registraron para solicitar el permiso”. Muchas de ellas eran jóvenes, que, “sin muchas esperanzas”, solicitaban por enésima vez “el permiso de salida”. “Con una decena de personas trabajamos desde la mañana hasta avanzada la noche para preparar todos los documentos necesarios” agrega el párroco.
“No sabíamos cuántos permisos serían concedidos", subraya el padre Mario, "y para nuestra gran sorpresa, días atrás hemos tomado conocimiento de que fue aprobada una lista de 822 nombres y que otros 25 fueron agregados a ésta en un segundo momento. Por ende, el 95%”.
Lo más importante, concluye el sacerdote brasileño, es que “la mayoría de los jóvenes cristianos ha obtenido la autorización. Algunos de ellos hace por lo menos ocho años que no pueden salir”.
Para asombro de muchos, Israel ha dado el visto bueno a casi todas las solicitudes: el 95% de los solicitantes han recibido permiso. En otros años se denegaba la mayoría de las peticiones, y casi todas las de jóvenes menores de 35 años.
Este año se daba una novedad: por primera vez, la Iglesia Católica era la que centralizaba las peticiones de permisos. Hasta el año pasado era la Iglesia Ortodoxa la que realizaba esta gestión,
Los permisos han generado entusiasmo y satisfacción entre los fieles de la Franja de Gaza, que podrán beneficiarse de la posibilidad de ingresar y salir de Israel en los próximos 45 días (para la Pascua latina y la Pascua ortodoxa, que se celebran en días distintos).
Cuenta la web del Patriarcado latino que son muchos los que en las últimas horas están publicando “con orgullo” la foto del “precioso documento” en las redes sociales.
En realidad, esta reacción es emblemática de la situación de frustración, malestar y desesperación en que vive la comunidad cristiana de Gaza hace años, y particularmente, los más jóvenes. Para muchos de ellos, el permiso de ingreso equivale a ver cumplido el sueño de salir de la cárcel.
Gaza: dos millones de personas encerradas
Hace algunos meses, AsiaNews entrevistó al Padre Raed Abusahlia, director general de Caritas Jerusalén, quien definió la Franja como “la mayor prisión a cielo abierto del mundo”: dos millones de personas por debajo del nivel de supervivencia, con una desocupación que alcanza el 60% y una pobreza que ronda el 80%.
Y lo mismo vale para las familias cristianas, que son cerca de 350 en toda la Franja (unas 1300 personas en total), de las cuales el 34% no tienen ninguna fuente de ingresos”.
Sin embargo, para los cristianos hoy es un día de fiesta, a pesar de que quedan por resolver los problemas logísticos –costo del viaje y alojamiento- y pastorales.
Un solo día para presentar solicitudes
El Padre Mario da Silva, brasileño y responsable de la parroquia de rito latino de la Sagrada Familia, la única de la Franja, cuenta: “Teníamos un solo día para presentar la solicitud”. El 20 de febrero pasado acudieron “890 personas que se registraron para solicitar el permiso”. Muchas de ellas eran jóvenes, que, “sin muchas esperanzas”, solicitaban por enésima vez “el permiso de salida”. “Con una decena de personas trabajamos desde la mañana hasta avanzada la noche para preparar todos los documentos necesarios” agrega el párroco.
“No sabíamos cuántos permisos serían concedidos", subraya el padre Mario, "y para nuestra gran sorpresa, días atrás hemos tomado conocimiento de que fue aprobada una lista de 822 nombres y que otros 25 fueron agregados a ésta en un segundo momento. Por ende, el 95%”.
Lo más importante, concluye el sacerdote brasileño, es que “la mayoría de los jóvenes cristianos ha obtenido la autorización. Algunos de ellos hace por lo menos ocho años que no pueden salir”.
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