Rezó con los presentes un Ave María e invitó a seguir orando por ellos
Los socorredores trabajando en Rigopiano (Foto Youreporter.it) |
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco rezó este domingo
la oración del ángelus desde la ventana de su estudio que da hacia la
plaza de San Pedro, donde le aguardaban miles de fieles y peregrinos.
Después de explicar las lecturas del día y rezar el ángelus el Santo
Padre dirigió su pensamiento a las víctimas y familiares de quienes
sufrieron un alud que arrasó y sepultó el lujoso hotel Rigopiano, en Italia Central, con al menos 34 personas en su interior, varios de ellos niños.
“En los días pasados el terremoto y las fuertes nevadas han puesto
nuevamente a dura prueba a muchos de nuestros hermanos y hermanas de
Italia Central, especialmente en Abruzzo, Marche y Lazio”,
dijo Francisco. Y añadió: “Estoy cerca con la oración y con el cariño,
de las familias que han tenido víctimas entre sus seres queridos”.
“Animo a todos los que se están empeñando con gran generosidad
–prosiguió el Papa– en las operaciones de socorro y de asistencia, como a
las Iglesias locales, que se esfuercen para aliviar los sufrimientos y
dificultades”. Así el Santo Padre no solo invitó a orar por ellos, sino
que con los presentes rezó un Ave María.
La avalancha de 120 mil toneladas de nieve con una velocidad de cien
kilómetros horarios, cayó en la tarde del pasado miércoles 18, el mismo
día en el que el centro de Italia fue nuevamente sacudido por cuatro
nuevos movimientos telúricos superiores a los 5° en la escala de
Richter.
El saldo provisorio es de 5 muertos, 9 salvados que habían quedado
muchas horas sepultados en las estructuras destruidas del hotel entre
los cuales niños. Hay aún 23 personas desaparecidas. Las operaciones
prosiguen en medio de las dificultades del mal tiempo y de la nieve que
mantiene aisladas a diversas localidades de Italia Central.
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