Hijo de madre protestante y padre católico; el irlandés se reconoce «medio católico»
Paul David Hewson (Dublín, 10 de mayo de 1960) más conocido por su nombre artístico como Bono, es un músico irlandés, vocalista del grupo de rock U2 y uno de los cantantes más importantes de las últimas décadas en el panorama internacional.
Ganador de dos Globos de Oro, caballero de la Orden del Imperio Británico y miembro de la Legión de Honor Francesa, Bono lleva 46 años en la música y ha vendido 170 millones de discos y ha conseguido 22 Grammys. El cantante irlandés forma parte del olimpo musical en el que se encuentran nombres como Bob Dylan o Elton John.
Nacido en un hospital de Dublín (Irlanda), Bono creció en el barrio de Glasnevin, en la parte norte de la ciudad. Fue el segundo hijo de Iris Rankin Hewson, anglicana y Brendan Robert "Bobby" Hewson, católico. El cantante siempre ha dejado entrever un lado espiritual muy acentuado, tanto en entrevistas como en sus propias canciones. Al ser preguntado en una ocasión si se consideraba católico o protestante, el cantante contestó: "Siempre me he sentido como nadando entre dos aguas".
"El matrimonio de mis padres había escapado al sectarismo de la Irlanda de la época. Y, como mi padre creía que la madre debía tener el voto decisivo en la instrucción religiosa de los hijos, los domingos por la mañana nos dejaba a mi hermano y a mí con nuestra madre en la iglesia protestante de St. Canice, en Finglas. Después, mi padre escuchaba misa en la misma calle, pero en la iglesia católica, que también se llamaba St. Canice. ¿Confuso? ¡Sí!", reconoce Bono en sus memorias.
La editorial Penguin Random House publicó a finales de 2022 las memorias de Bono: Surrender: 40 Songs, One Story. En las que, a través de cuarenta canciones, cuenta cómo ha sido su vida desde que era un niño en su Irlanda natal hasta momentos como el encuentro con el Papa Juan Pablo II, con la ya icónica imagen del santo polaco con sus gafas de sol. Las palabras Dios o Biblia son una constante en la biografía de este cristiano, un tanto heterodoxo, y músico genial.
Nueve intuiciones de Bono sobre Dios, Cristo y la fe:
1. El primero en responder
Recordando el grupo pentecostal de catequesis para niños al que acudía de pequeño, Bono afirma: "Poseía cierto sentido de lo divino, pero era rudimentario e informe, así que, cuando empecé a hallar pistas sobre la naturaleza de esa presencia, me quedé fascinado. La Biblia me atrapó. Las palabras salían de la página y me seguían a casa. Encontraba algo más que poesía en esa caligrafía gótica del rey Jacob".
"Siempre era el primero en responder cuando nos llamaban al altar, cuando llegaba el momento de 'acercarse a Jesús'. Todavía soy así. Si estuviera en una cafetería ahora mismo y alguien dijera: 'Levantaos si estáis preparados para dar la vida por Cristo', sería el primero en ponerme de pie. Llevaba a Jesús conmigo allá donde fuera, y todavía lo hago. Nunca he apartado a Jesús de las acciones más banales o profanas de mi vida".
Las memorias del cantante Bono, 'Surrender: 40 Songs, One Story', fueron publicadas a finales de 2022.
2. Latiendo a su lado
"Buscamos que alguien nos salve o una solución a un problema y lo tenemos delante de las narices, oculto a simple vista. En nuestra casa hay colgada una obra de arte que ocupa toda una pared, del director de cine Win Wenders. El Camino a Emaús es una fotografía reciente de ese sendero, justo a la entrada de Jerusalén, donde se dice que los amigos más cercanos a Jesucristo caminaron junto a Él sin saberlo".
"Un par de días después de su crucifixión. Se rumorea que está vivo y nadie encuentra el cadaver. Sus amigos estan confundidos, abrumados por la pena, aterrorizados, ajenos a la identidad de ese desconocido, hasta que este despide de ellos. Entonces se plantean la posibilidad de que el propio corazón de su fe haya estado latiendo con fuerza a su lado. Ojalá hubieran tenido ojos para ver".
3. El anhelo del padre
A raíz de su canción I Will Follow, Bono relata: "Muchas personas conocen la parábola del hijo pródigo, un joven que despilfarra la herencia de su padre en diversiones y caprichos y que, al cabo de un tiempo, pasa penurias y tiene que regresar a casa, humillado y con las manos vacías. Lo que pocas personas captan es la descripción del buen padre, que no está en casa esperando el regreso del hijo pródigo, sino que, en lugar de eso, está lo más lejos posible, buscándolo con anhelo".
4. Que no da la talla
"Suscribo esta frase atribuida a San Francisco de Asís, el cual dijo a sus feligreses: 'Predica el Evangelio en todo momento y, cuando sea necesario, utiliza las palabras'. Lo que nos hace falta no es tanto que nos digan como debemos vivir, sino el ver a personas que predican con el ejemplo, que llevan vidas que nos inspiran. También soy más que consciente de que no puedo estar a la altura de la chapa que me he puesto en la solapa. Soy un seguidor de Cristo que no da la talla".
5. Salvarnos a nosotros
"La pregunta no era si nuestras canciones podían salvar al mundo, sino más bien si esas canciones podían salvarnos a nosotros. La música tiene una función: puede lleva a la gente de la A a la Z. Pero no lo conseguirá, a menos que antes te lleve a ti a ese punto: tú, el cantante, o tú, el músico. Antes de que la música pueda empezar a hacer buenas obras, su primera labor es salvar a quienes hacen música; en este caso, a la banda en general y al guitarrista en particular".
6. El perdón y la "capillita"
"Primavera de 2002, mi mujer y yo visitamos la capilla de Èze, en Francia, una iglesia de pescadores con una cima desde una colina que lo ha visto todo (...).Tras la liturgia regresé a los bancos por mi cuenta. Me quedé un rato sentado y le pedí perdón a mi padre. Le había perdonado sus propios crímenes pasionales, pero nunca le había pedido perdón por los míos. Nunca sabré si tuvo que ver con el hecho de que le pidiera perdón en aquella 'capillita', pero, tras la muerte de mi padre, algo cambió".
Bono visitó a San Juan Pablo II en 1999 en el marco de la campaña, que estaba apoyando el cantante, llamada "Jubileo 2000" y que tenía como objetivo luchar para acabar con la deuda exterior de los países del tercer mundo.
7. Más allá de lo físico
"Me pasma el poder poético de las Sagradas Escrituras, así como que sea imposible acercarse a Dios sin una metáfora. Desde Adán y Eva, estos relatos fabulosos nos ayudan a abrirnos camino en nuestra vida metafísica. Si la ciencia es el modo en que nos movemos por el universo físico, los textos religiosos nos ofrecen movernos por algo más allá de los físico (...). Los relatos son los instrumentos que usamos para indagar en un mundo invisible que nos esforzamos por ver, un mundo que vislumbramos por medio del arte, la familia y la amistad. Son relatos de un amor que no tiene principio ni fin".
8. Volver a la fuente
"Para mí una buena estrategia es volver siempre a la fuente. Bajar el cubo en el pozo con la esperanza de rellenarlo. ¿Por qué hablo siempre de las Sagradas Escrituras? Porque me sostuvieron durante los años más difíciles en la banda y siguen siendo la plomada con la que mido lo torcido que se ha vuelto el muro de mi ego. Con la que me mido a mí mismo. Así es como encuentro la inspiración para seguir adelante. La advertencia que hace que esta lucha con el ego sea tolerable. La sabiduría que la hace factible".
9. El karma y la gracia
"Según la creencia del karma lo que tú haces vuelve a ti: ojo por ojo, diente por diente (…). Y entonces llega esta idea llamada gracia que acaba con todo esto… Yo tendría problemas serios si el karma finalmente fuese mi juez. Esto no excusa mis errores, pero yo me acojo a la gracia. Me acojo a que Jesús tomó mis pecados sobre la Cruz, porque yo sé cómo soy y espero no tener que depender de mi propia religiosidad. Cristo tomó los pecados del mundo, de forma que lo que soltamos no vuelva a nosotros rebotado, y que nuestra naturaleza pecadora no coseche la muerte. No son nuestras buenas obras las que nos abren las puertas del Cielo".
"La respuesta secularista a la historia de Cristo siempre dice algo así: 'Era un gran profeta, obviamente un hombre muy interesante, tenía mucho que decir, en la línea de otros profetas, sean Elías, Mahoma, Buda o Confucio'. Pero la realidad es que Cristo no te permite decir esto. No te deja esa salida. Cristo dice: no, yo no digo 'soy un maestro', 'no me llaméis maestro'. No estoy diciendo 'soy un profeta'. Estoy diciendo: 'soy el Mesías'. Estoy diciendo: 'Yo soy Dios Encarnado'. Así que lo que te queda es: o Cristo era quien decía que era -el Mesías- o era un completo chiflado. La idea de que todo el curso de la civilización de medio planeta ha cambiado, que se ha vuelto del revés, debido a un chiflado… para mí, eso sí que es increíble".
La espiritualidad de Bono sin embargo no concuerda muchas veces con lo que defiende la Iglesia ni con los propios Evangelios. En el año 2018 el cantante apoyó la legalización del aborto en su tierra natal. Mientras que, años antes, había respaldado la uniones homosexuales en EE.UU. En sus propias memorias asegura no ser muy seguidor de la Iglesia, pero sí de sus liturgias. La desbordante sensibilidad de artista y una experiencia vital enfrascada entre dos credos, lo han llevado a practicar unas creencias bastante particulares.
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