Con motivo de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, el presidente de la Comisión de la Conferencia Episcopal de la Unión Europea (COMECE), Mariano Crociata, se ha dirigido a los católicos europeos para pedirles que su voto contribuya a construir "una Europa mejor para todos".
Un llamado que se concreta en partidos que promuevan "valores compartidos y genuinos" como "la paz, tanto dentro como fuera de nuestro continente, la justicia, los derechos humanos, la democracia, la solidaridad y el cuidado de nuestra casa común".
En este sentido, el presidente de la COMECE también animó a los ciudadanos europeos a participar en las próximas elecciones "con responsabilidad". De este modo, y reconociendo que la Unión Europea "no es perfecta", invita a "mejorarla juntos utilizando las herramientas democráticas que tenemos, empezando por nuestro derecho al voto".
El mensaje de Crociata se suma al documento emitido por la COMECE el pasado 31 de mayo, Fortalecer la cultura de la democracia a través de los valores. En el texto, los obispos de la Unión Europea remarcaron la necesidad de "defender un sistema electoral de la UE transparente y accesible"; así como "apoyar medidas para aumentar la participación de votantes".
Los obispos también recordaron que el éxito del proyecto europeo no solo depende "de la integración económica y del progreso científico y técnico, sino también en la aceptación de una serie de derechos y valores fundamentales", como los mencionados por Crociata u otros como el bien común, la dignidad humana, la libertad, la justicia o la libertad religiosa.
Entre otros aspectos, la COMECE reflexionó sobre las condiciones de "información y subsidiariedad", que plantean como la "condición previa para la participación activa en una cultura digital".
"Un panorama mediático libre y la libertad de expresión en la esfera pública son esenciales para salvaguardar una información veraz. Una opinión pública muy digitalizada también es susceptible del riesgo de alimentar a través de las redes una cultura de la posverdad", menciona el documento.
Por último, los obispos se referían al "futuro de ampliación" de la Unión Europea, que podría suponer "un desafío significativo para el funcionamiento institucional".
Los obispos recuerdan que "las normas culturales, valores y buenas prácticas conforman de forma crucial la participación ética y la ciudadanía". Por otro lado, "en un mundo globalmente conectado y sin embargo con frecuencia fragmentado culturalmente, los malentendidos y los conflictos pueden exacerbar las divisiones". Por ello, concluyen recordando la necesidad de superar estas y "construir la solidaridad entre comunidades y mejorar la resiliencia democrática a través de la consolidación de la participación activa de todos los implicados".
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