En el National Catholic Reporter un reportajede junio reflexiona sobre la edad de los diáconos permanentesen EEUU: al parecer, los padres conciliares en el Concilio Vaticano II pensaban en incorporar numerososhombres casados jóvenes, que participaran a la vez en la vida eclesial y en el mundo laboral.
Pero hoy en EEUU (y en Europa probablemente también) la mayoría de los diáconos son de edad avanzada, con hijos ya crecidos. En EEUU un tercio superan la edad de jubilación civil.
Es más, ver tantos diáconos de edad avanzada, puede tener un efecto en las vocaciones: hombres más jóvenes pueden pensar que no es, todavía, su momento.
Platón: no se es sabio antes de los 50
Decía Platón que el hombre solo puede puede ser sabio, es decir, filósofo, a partir de los 50 años. Era fruto de una vida buscando la sabiduría, pero también de un apaciguamiento natural de las pasiones. Que Cristo fuera un maestro con sólo unos treinta años no inspiraba confianza a muchos intelectuales griegos. La misma palabra griega "presbiteroi" significa "ancianos".
"Diákonos"significa "servidor". El diácono en la Iglesia sirve en tres dimensiones: la liturgia, con la Palabra y la caridad.
El Vaticano II, en los años 60, estableció los 35 años como edad mínima para ser diácono permanente (algunas diócesis puede pedir más edad) pero pocos son ordenados con esa edad.
Quizá vale la pena recordar que en los años 60, muchos se casaban y trabajaban con un buen sueldo a los 23 años, a los 35 años ya tenían hijos adolescentes, a los 40 casas pagadas. Hoy en España los varones se casan de media con 35 años, no consiguen ahorrar ni para una entrada de vivienda hasta pasados los 30 y, según un cálculo del portal Idealista, 6 de cada 10 personas que han empezado una hipoteca entre 2021 y 2023 estarán aún pagándola cuando se jubilen con 65 años.
Lo que buscaba el Concilio
Lo que los padres conciliares buscaban eran hombres maduros, capaces de educar y sostener sus hogares, y a la vez servir a la Iglesia, pero nuestra sociedad hoy tarda en generar hombres maduros y educar y sostener un hogar hoy es especialmente caro y exigente. La situación y cultura en EEUU es distinta a la de Europa, pero aún así se afianza la sensación de queel diácono necesita proveer suficientemente a sus hijos, por lo que tienden a ser jubilados o prejubilados, funcionarios (o esposos de funcionarias)o maridos en familias que no pueden tener hijos.
Otra intuición del Vaticano II es que los diáconos permanentes serían muy frecuentes en el Tercer Mundo y los países de misión, en África, Asia o América Latina, y en culturas tribales. Pero lo cierto es que en esos países se ha desarrollado poco el diaconado permanente. En Filipinas, el país más católico de Asia, ¡no se ha implantado hasta 2023!
A nivel mundial, en 2020 había 48.635 diáconos permanentes, de los que 32.226 estaban en el continente americano, y 15.170 en Europa. El resto de continentes se lleva migajas estadísticas.
Ya Pablo VI al reestablecer el diaconado permanente con su motu proprio Sacrum Diaconatus Ordinem de 1967 matizaba que cada conferencia episcopal podía debatir la decisión "con el consentimiento del Sumo Pontífice" y si buscaban llegar a hombres jóvenes célibes, a hombres mayores casados o a ambos. En todas partes lo que se ha difundido más, con mucho, son los hombres casados. Los 5 primeros países en ordenar diáconos fueron Brasil, Camerún, Francia, Alemania e Italia.
En EEUU, Italia, Francia, muchos más que en España
Donde más se ha extendido el diaconado permanente es en los ricos Estados Unidos y en Europa. Dos tercios de los diáconos del continente americano están en EEUU; buena parte del resto vive en Brasil, con cifras notables en Argentina, Chile y México.
EnEspaña hay 572 diáconos permanentes (Memoria Iglesia 2022).En Francia hay 2.750, de los que un 36% están jubilados, con unos 67 años de media.En Italia hay unos 4.800.
Al principio, el diaconado permanente no parecía tener un futuro prometedor en EEUU. Los padres conciliares norteamericanos se habían mostrado en contra de restaurar esta institución. Pero una vez aprobado por el Papa, el episcopado estadounidense se subió al carro enseguida.
El famoso Fulton Sheen, obispo de Rochester y popular telepredicador, ordenó al primer diácono permanente del país en 1969, un exclérigo anglicano casado y con cuatro hijos... que al cabo de un año volvió al anglicanismo. Pero una mala experiencia inicial no detuvo las ordenaciones: en 1975 había 900 diáconos permanentes en EEUU, en 1985 había 7.200. Hoy hay 13.700 diáconos pastoralmente activos.
En 2023 se ordenaron 587 diáconos permanentes en EEUU: es decir, se ordenan en un solo año tantos como el total que hay en España. La media de ordenaciones en EEUU en los últimos 10 años es de unas 613 al año.
Pero de los "diáconos en activo" un 42% tiene entre 60 y 69 años y un 36% tienen 70 años o más. Es decir, sólo 2 de cada 10 tienen menos de 60 años.
En EEUU no hay edad oficial de "retirarse" de diácono, aunque algunas diócesis proponen la jubilación a los 70, 75 o incluso 80. Así, cuando hablamos de "diáconos activos" sabemos que casi el 80% son sexagenarios o mayores. Por supuesto, un diácono "retirado" sigue participando en la liturgia y en otras funciones en la medida que la salud se lo permite.
Nuevos diáconos permanentes de Chicago en 2019 con sus esposas y el obispo.
¿Desaniman las diócesis a los jóvenes?
El jesuita Tom Gaunt, director ejecutivo de CARA Georgetown, uno de los principales centros de estudios estadísticos de la Iglesia de EEUU, señala que las cifras de diáconos permanentes se mantendrán estables, aunque señala que "tenemos algunos más que mueren cada año de los que son ordenados", si bien lo que aumenta más son los diáconos que se retiran por edad.
El diácono Bill Ditewig, ex director ejecutivo de la Secretaría para el Diaconado de los obispos de EEUU comenta en el National Catholic Reporter que la visión original del Concilio era que el diácono debía dar testimonio también en un lugar de trabajo secular, mientras que hoy muchos dejan el lugar de trabajo para tener una "segunda carrera", avanzada su vida, como diácono.
Ditewig constata que a menudo son las mismas diócesis las que piden a los hombres con vocación esperar a que crezcan sus hijos. Ditewig tiene 74 años, fue ordenado sacerdote a los 40 y tenía cuatro hijos en casa. En su caso considera que fue "el momento perfecto para nuestra familia" y protesta por las diócesis que piden esperar sistemáticamente. Pero quizá la situación laboral-económica hace 34 años era distinta.
Él insiste: "Estamos hablando de una vocación de Dios". Pero los que animan a esperar pueden responder que, si es de Dios, cuando los niños crezcan, la vocación seguirá ahí.
El diácono Dominic Cerrato, director de Diaconado en Diócesis de Joliet, fue ordenado con 35 años y cinco hijos y luego tuvo dos hijos más. "Esos años fueron de gran utilidad para mí y para la iglesia. Pero muchos se desaniman cuando les dicen "primero, críe usted a su familia". Cerrato insiste en que no hay dos vocaciones separadas (a la familia y al diaconado) sino es "es una única llamada, en la que las dos cosas están integradas". Cree que se pierden vocaciones más jóvenes porque "simplemente no los hemos llamado".
Y Cerrato plantea una pregunta: en un contexto en que disminuyen las vocaciones sacerdotales, de religiosas y religiosos, ¿quiere Dios decir algo a través del aumento de vocaciones al diaconado permanente en Occidente? "Sospecho que está diciendo que Cristo Servidor necesita hacerse presente en un mundo encerrado en sí mismo, un mundo que no ve que el servicio es la forma en que uno se descubre a sí mismo".
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