AsiaNews/ReL 7 julio 2015
El padre franciscano Dhiya Azziz servía con las comunidades católicas en una zona controlada por Al-Nusra |
El padre Azziz, un sacerdote franciscano iraquí, ha sido secuestrado en Siria,
probablemente por una brigada perteneciente a las milicias islamistas
de Jabhat al Nusra. Así lo anuncia la Custodia de Tierra Santa a la que
pertenece el religioso.
"Desde el final de la tarde del sábado, 4 de julio, hemos perdido el contacto con el padre Dhiya Azziz, franciscano iraquí de la Custodia de la Tierra Santa, párroco en Yacoubieh (provincia de Idlib, distrito de Jisr al Chougour, Siria)", explica el comunicado de los franciscanos.
De acuerdo con los líderes de la Custodia, en la tarde del 4 de julio, "algunos militantes no identificados de una brigada, tal vez de Jabhat al Nusra, vinieron a buscarlo para una breve reunión con el emir del lugar". Desde entonces se ha perdido su rastro, "y no somos capaces de averiguar dónde está".
Los franciscanos están haciendo "todo lo posible" para localizar "el lugar de su detención y garantizar su liberación". Mientras tanto pidenn oraciones por una pronta liberación.
Desde el inicio del conflicto sirio, grupos de milicianos y combatientes yihadistas han secuestrado clérigos cristianos.
El caso de más jerarquía es el de dos obispos, el metropolita Boulos Yazigi (de la Iglesia ortodoxa de Antioquia) y el metropolita Mar Gregorios Youhanna Ibrahim (de la Iglesia siro-ortodoxa) que fueron secuestrados el 22 de abril de 2013, y de los que no se sabe aún nada.
A ellos se suman el padre jesuita Paolo Dall´Oglio, sacerdote italiano raptado en Siria el 29 de julio 2013, y otros dos sacerdotes, junto con otros voluntarios laicos, entre ellos dos chicas italianas de poco más de veinte años, liberadas a mitad de enero.
El año pasado unos milicianos secuestraron, además, a un grupo de 13 monjas al norte de Damasco, en libertad después de unos pocos meses después, en un intercambio de prisioneros.
El padre Dhya Azziz nació en Mosul, la antigua Nínive, en Iraq, el 10 de enero de 1974. Después de los estudios en el Instituto médico de su ciudad, abrazó la vida religiosa y después de su noviciado en Ain Karem, hace él la primera profesión de votos religiosos el 1 de abril de 2002. En 2003 se trasladó a Egipto, donde permaneció durante varios años.
En 2010 regresó a la Custodia y enviado a Ammán. Se transfiere entonces a Siria, Lattakia. Se hace entonces disponible de forma voluntaria para ayudar a la comunidad Yacoubieh, en la región de Orontes (provincia de Idlib, distrito de Jisr al-Chougour), en un contexto de grave peligro porque está bajo el control de milicias de Jabhat al-Nusra.
Desde el comienzo de la revuelta contra Bashar al-Assad, en 2011, más de 3,2 millones de personas han huido de Siria y otros 7,6 millones son desplazados internos. Al menos 230.000 víctimas del conflicto, muchos de ellos civiles, que en el 2014 ha sido el peor año.
En este contexto de guerra y el terror, los miembros del Estado Islámico se han conocido por la brutalidad y la violencia, esta milicia yihadista ha ejecutado a más de 3.000 personas en un año después del nacimiento del "Califato" en Irak y Siria, de los cuales 1.800 eran civiles, incluyendo al menos 74 niños.
"Desde el final de la tarde del sábado, 4 de julio, hemos perdido el contacto con el padre Dhiya Azziz, franciscano iraquí de la Custodia de la Tierra Santa, párroco en Yacoubieh (provincia de Idlib, distrito de Jisr al Chougour, Siria)", explica el comunicado de los franciscanos.
De acuerdo con los líderes de la Custodia, en la tarde del 4 de julio, "algunos militantes no identificados de una brigada, tal vez de Jabhat al Nusra, vinieron a buscarlo para una breve reunión con el emir del lugar". Desde entonces se ha perdido su rastro, "y no somos capaces de averiguar dónde está".
Los franciscanos están haciendo "todo lo posible" para localizar "el lugar de su detención y garantizar su liberación". Mientras tanto pidenn oraciones por una pronta liberación.
Desde el inicio del conflicto sirio, grupos de milicianos y combatientes yihadistas han secuestrado clérigos cristianos.
El caso de más jerarquía es el de dos obispos, el metropolita Boulos Yazigi (de la Iglesia ortodoxa de Antioquia) y el metropolita Mar Gregorios Youhanna Ibrahim (de la Iglesia siro-ortodoxa) que fueron secuestrados el 22 de abril de 2013, y de los que no se sabe aún nada.
A ellos se suman el padre jesuita Paolo Dall´Oglio, sacerdote italiano raptado en Siria el 29 de julio 2013, y otros dos sacerdotes, junto con otros voluntarios laicos, entre ellos dos chicas italianas de poco más de veinte años, liberadas a mitad de enero.
El año pasado unos milicianos secuestraron, además, a un grupo de 13 monjas al norte de Damasco, en libertad después de unos pocos meses después, en un intercambio de prisioneros.
El padre Dhya Azziz nació en Mosul, la antigua Nínive, en Iraq, el 10 de enero de 1974. Después de los estudios en el Instituto médico de su ciudad, abrazó la vida religiosa y después de su noviciado en Ain Karem, hace él la primera profesión de votos religiosos el 1 de abril de 2002. En 2003 se trasladó a Egipto, donde permaneció durante varios años.
En 2010 regresó a la Custodia y enviado a Ammán. Se transfiere entonces a Siria, Lattakia. Se hace entonces disponible de forma voluntaria para ayudar a la comunidad Yacoubieh, en la región de Orontes (provincia de Idlib, distrito de Jisr al-Chougour), en un contexto de grave peligro porque está bajo el control de milicias de Jabhat al-Nusra.
Desde el comienzo de la revuelta contra Bashar al-Assad, en 2011, más de 3,2 millones de personas han huido de Siria y otros 7,6 millones son desplazados internos. Al menos 230.000 víctimas del conflicto, muchos de ellos civiles, que en el 2014 ha sido el peor año.
En este contexto de guerra y el terror, los miembros del Estado Islámico se han conocido por la brutalidad y la violencia, esta milicia yihadista ha ejecutado a más de 3.000 personas en un año después del nacimiento del "Califato" en Irak y Siria, de los cuales 1.800 eran civiles, incluyendo al menos 74 niños.
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