La fe suele ser un apoyo fundamental en los momentos más complicados de la vida de un hombre. Es lo que le ocurre a Jimmy Lay, empresario católico de los medios de comunicación que está en una prisión de Hong Kong por apoyar movimientos "prodemocráticos".
Un cuadro con un Cristo colgado de una gran cruz verde rodeado de ocho grandes flores anaranjadas. Así luce esta gran muestra de fe, con la firma del autor bien visible y el lugar y el día en que fue pintado: "Jimmy Lay, prisión de Stanley en Hong Kong, 13 de agosto de 2022". Puedes leer más información en ReL sobre Jimmy Lay.
Según cuenta AsiaNews, la imagen lleva unos días en la capilla dedicada a San Miguel dentro de la Busch School of Business de la Universidad Católica de Washington (EE.UU). Un testimonio visible de hasta qué punto la fe es la fuerza que sostiene a este empresario católico de 76 años, fundador del periódico Apple Daily, que lleva más de cuatro años en prisión en Hong Kong por apoyar movimientos prodemocráticos a través del periódico.
Posible cadena perpetua
Mientras está en prisión, Jimmy Lai pinta y realiza a menudo cuadros de tema religioso, no demasiado apreciados por las autoridades locales que, según algunos testimonios, han intentado incluso impedírselo. Por eso es especialmente significativa la exposición permanente de su obra en la Universidad Católica de Washington, promovida por su amigo el padre Robert Sirico, fundador del Acton Institute.
Para mantener la atención sobre Jimmy Lai, también se ha realizado el documental "The Hong Konger", que narra su vida, sus batallas y, sobre todo, la fe que guió sus valientes decisiones. Todo esto ocurre mientras el juicio en Hong Kong en el que se enfrenta a una cadena perpetua en virtud de la Ley de Seguridad Nacional adquiere tintes cada vez más grotescos.
Las autoridades están pidiendo a los antiguos redactores jefe del periódico que rindan cuentas sobre las decisiones que tomaron en relación con artículos en su cobertura de los acontecimientos de 2019 en Hong Kong y las directrices que recibieron del editor. Esto también es muy significativo a la luz del debate en curso sobre el Artículo 23, la legislación local que, de nuevo en nombre de la "seguridad", se supone que restringe aún más el espacio para la libertad de expresión.
El jefe del gobierno, John Lee, ha reducido el tiempo para el debate público de la nueva medida: sólo se permitirá cualquier comentario hasta finales de mes, y ya ha dejado entrever que, entre las opiniones que han llegado, predominarían con mucho las favorables. Un hecho que no sorprende, dado lo ocurrido con cualquier voz que intente hacer avanzar las reivindicaciones prodemocráticas.
Mientras tanto, desde Canadá, donde ha encontrado refugio Agnes Chow, una joven activista católica prodemocrática, también encarcelada en virtud de la Ley de Seguridad Nacional y que solo tras un "viaje de reeducación" en Shenzhen consiguió escapar recientemente al extranjero, también ha vuelto a hablar claro.
En un vídeo de más de veinte minutos publicado en YouTube, Agnes Chow -que oficialmente vuelve a estar en la lista de personas buscadas por la Policía de Hong Kong- relata con detalle los meses que pasó en prisión, incluido el confinamiento en solitario.
"A veces, cuando terminaba una novela y volvía a la realidad... rodeada de paredes, sentada en una cama dura, realmente me llenaba una sensación de soledad y tristeza", recuerda. Chow dice que no se toma a la ligera la libertad que tiene ahora de hablar delante de una cámara, y añade que espera seguir haciendo vídeos en el futuro.
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