Se cumplen 511 días de guerra abierta en Ucrania (aunque Rusia sigue llamándola "operación militar especial" y multa o encarcela a quien use la palabra 'guerra') y la Iglesia Católica intenta favorecer pasos de paz enviando al cardenal Zuppi a Washington, donde se entrevistó dos horas con el presidente Joe Biden, y al futuro cardenal Aguiar, de Portugal, a Ucrania, donde ha hablado con jóvenes a los que espera en la JMJ de Lisboa.
Zuppi con Biden: el tema de los niños ucranianos en Rusia
El tema de los niños ucranianos en territorio ruso es una cuestión concreta en la que todas las partes implicadas parecen coincidir que la mediación vaticana puede lograr buenos frutos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski ya pidió en mayo al Papa, cuando lo visitó en Roma, que trabajara sobre este tema, y Zuppi lo ha abordado en sus visitas a Kiev (5 y 6 de junio) y Moscú (28 y 29 de junio). En Rusia el cardenal lo habló con Yuri Ushakov, asesor de Vladimir Putin en política exterior, y con Maria Lvova-Belova, comisaria del presidente para "derechos de la infancia".
Américo Aguiar, con los jóvenes en Ucrania
Mientras Zuppi visitaba EEUU, volvía de Ucrania el obispo auxiliar de Lisboa, Américo Aguiar, que será creado cardenal en el consistorio del 30 de septiembre. Aguiar visitó varias ciudades, entre ellas Bucha e Irpin, muy dañadas por los meses que pasaron bajo control militar ruso, donde se encontraron fosas con muchos cadáveres.
Américo Aguiar, organizador de la JMJ de Lisboa, que será creado cardenal en septiembre, reza por las víctimas de la guerra en las fosas de Bucha, Ucrania.
El cardenal acompañó a jóvenes ucranianos que peregrinaban a los santuarios marianos de Zarvanytsia y Berdichev (ciudad popularizada por el escritor Vasili Grossman, nacido allí, donde Cáritas acaba de abrir un centro para niños heridos).
"Cuando sacamos a Dios, esto sucede: crueldad, mal, guerra..."
Entrevistado por VaticanNews, Aguiar explicó su viaje. "Hace quince días, cuando recibí al padre Valdemar y a Roman, de la Iglesia greco-católica de Lisboa, que preparan la partida de los jóvenes ucranianos [a la JMJ de Lisboa], me preguntaron si podía ir a visitarlos", recuerda. Aunque en principio le parecía difícil, se esforzó y lo consiguió, para "llevar a Cristo vivo a estos jóvenes y a este pueblo mártir de Ucrania, y la alegría de encontrar a Cristo vivo también aquí, en sus vidas, en sus sufrimientos, en sus dificultades, en sus lágrimas".
De lo que ha visto en Ucrania, el cardenal deduce que "es urgente testimoniar ante la humanidad a Cristo vivo, porque cuando sacamos a Dios de nuestros corazones esto es lo que sucede: crueldad, mal, mentira, muerte, violencia y guerra".
De los jóvenes ucranianos en los santuarios marianos destaca su cariño por la Virgen: "Encontrar a estos jóvenes, a estos chicos en la casa de su Madre, tiene un sabor dulce, muy especial", detalla. "De estos jóvenes recibí el coraje y la alegría de ver a Cristo vivo en sus ojos y en sus corazones, de ver su disposición a ser protagonistas de su propia vida y de la paz que tanto deseamos para Ucrania".
Jóvenes con heridas de guerra en la JMJ de Lisboa
Los jóvenes ucranianos que lleguen a Lisboa vendrán con sus heridas, advierte. "Intentamos comprender qué puede dolerles y qué puede ser una venda, un paliativo en estos meses de guerra que estamos viviendo. Por tanto, no queremos añadir ningún dolor, ningún malestar al sufrimiento de estos jóvenes: sus corazones están heridos y necesitamos tiempo, que es precioso en muchos momentos de nuestras vidas. El tiempo y la oración pueden hacer lo que se necesita: traer el don de la paz. Seguramente queremos pedir al Padre del cielo este don de la paz, porque la paz es un don de Dios, y esto será una certeza. Tendremos presentes en esas ocasiones tanto a los jóvenes de Ucrania como a los jóvenes de tantos otros países del mundo que, por desgracia, hoy viven la guerra o la viven desde hace tiempo. Y éste será uno de los momentos centrales de la Jornada Mundial de la Juventud", adelanta Aguiar.
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218 . Lea aquí cómo Cáritas ayuda a miles de niños ucranianos traumatizados por la guerra.
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