Un estudio de GAD3 constata su fe: dos tercios rezan cada día
Tanto dentro de la Iglesia como fuera de ella, hay personas interesadas en mostrar a los jóvenes peregrinos a la JMJ como juerguistas más o menos hipócritas, casi sin fe, que solo quieren divertirse, mezclados con adolescentes dóciles y manejables.
Pero los datos de un estudio que ahora difunde la casa de sondeos GAD3 a partir de 12.500 peregrinos muestran un perfil muy distinto: tienen más edad de lo que muchos piensan (una media de 30 años), son católicos sinceros y practicantes, están implicados en movimientos, asociaciones y parroquias y tienen una clara motivación espiritual.
O dicho de otra forma: quien quiere ir de festival veraniego, se apunta a un festival veraniego, no a la JMJ. A la JMJ van católicos jóvenes adultos con motivaciones religiosas.
Datos internacionales recogidos en vísperas del evento
Los datos de este sondeo se han recogido con cuestionarios online en los 5 idiomas oficiales del encuentro (portugués, español, francés, italiano e inglés) y han respondido 12.500 personas de casi 100 países.
La encuesta se planteó sólo a mayores de edad (no recoge datos de los numerosos peregrinos de 15, 16 o 17 años) lo que aumenta algo la edad media del sondeo. También sobrerrepresenta a los que acuden como voluntarios (un 27% de los que han respondido) lo que también sube la media de edad). Rellenar el cuestionario costaba unos 8 minutos, y el sondeo se realizó del 12 al 20 de julio. (La ficha técnica señala un error muestral de ± 0,9% para un grado de confianza del 95,5%)
Los repetidores defienden el valor espiritual de la JMJ
Para un 66% de los encuestados, es su primera JMJ, pero un tercio de los asistentes encuestados son repetidores, y no sólo son veteranos sino entusiastas.
Prácticamente todos los repetidores (99%) dicen que su experiencia en otras ediciones fue positiva y el 92% dice que tuvo "bastante" o "mucha" influencia en su vida. El 96% de los veteranos cree que las JMJ refuerzan el compromiso de los jóvenes con la Iglesia, y un 95% consideran que las JMJ son un altavoz del mensaje de la Iglesia en todo el mundo.
Casi la mitad de los veteranos estuvo en Cracovia en 2016. Más de un tercio de los veteranos (37%) estuvo en Madrid en 2011.
El sondeo detecta que un 15% de los veteranos estuvo en Colonia en 2005, un 25% en Río de Janeiro en 2013, un 11% en Roma-Tor Vergata en el 2000 y un 3% en 1989 en Santiago de Compostela (el sondeo, de 12.500 personas, habría encontrado a unas 125 personas que acudieron a Santiago; si entonces tenían 22 años, hoy tendrían 55).
Casi todos los encuestados (92%), sean novatos o veteranos, están convencidos de que las JMJ refuerzan el compromiso de los jóvenes con la sociedad.
La motivación: conocerse a través de Cristo
Los voluntarios de la JMJ son de todas las edades, aunque la mayoría son jóvenes adultos.
Casi todos son católicos: dos tercios rezan cada día
Seis de cada 10 trabajan
Aunque muchos pensarían que la mayoría de los peregrinos serían estudiantes, la realidad según este sondeo es que 6 de cada 10 dicen trabajar, y 8 de cada 10 ha cursado (y terminado) estudios superiores.
La edad media de los peregrinos es de 31 años (lo que hace pensar que los voluntarios, de más edad y acompañantes, están algo sobrerrepresentados en la encuesta online). También es cierto que la JMJ cuesta un cierto esfuerzo económico, por lo que los de más edad (y más medios económicos) pueden estar más representados.
En relación con el uso que hacen de las redes sociales, las plataformas que más utilizan son: Instagram (71%), Youtube (51%) y Facebook (43%). Y a la hora de comunicarse y enviar mensajes emplean: whatsapp (96%), Instagram (58%) y Messenger (36%).
Casi 8 de cada 10 van en grupos organizados: un 29% con la parroquia, un 36% con movimientos, congregaciones o asociaciones; un 13%, con un grupo de amigos. La media de días que tienen previsto quedarse en Lisboa es de cinco días y medio. Cuatro de cada 10 llegan directamente a Lisboa en avión, pero un 35% van en autobús, desde distintos países de Europa.
Casi 4 de cada 10 peregrinos (coincide casi con los que van en autobús) aseguran que además de Lisboa visitarán otros puntos: Fátima, Lourdes en Francia y distintas ciudades de España, Francia o Italia.
Por ejemplo, por Barcelona han pasado 14.000 peregrinos de muchos países, que se han alojado en casas o en instalaciones parroquiales y eclesiales.
Por Asturias pasan 4.000 peregrinos del Camino Neocatecumenal de muchos países (India, Hispanoamérica, EEUU, Polonia) para rezar ante el Santo Sudario de la Catedral de Oviedo o las reliquias del niño mártir san Pelayo, en el Monasterio de San Pelayo, en el casco antiguo de la capital asturiana.
En Madrid, se calcula que más de 3.600 jóvenes de Austria, Italia, Francia, Argentina, Líbano o Estados Unidos han pernoctado estos días en colegios católicos y otras instalaciones, camino de Lisboa.
Se refiere al famoso convento, Patrimonio de la Humanidad, donde Santa Teresa fue religiosa y priora antes de fundar las carmelitas descalzas. Las carmelitas que viven allí ven a los jóvenes peregrinos visitarlas y rezar con devoción. Unos 400 colombianos, ecuatorianos, franceses y alemanes duermen en el edificio del Seminario. Unos 500 franceses, africanos y valencianos duermen en el Colegio de la Asunción.
Por muchas ciudades de España se multiplican estas escenas. Para los peregrinos de otros continentes, no se trata solo de ir a Lisboa, sino de ir a Europa, y, con ello, a las raíces cristianas del Viejo Continente. Los jóvenes de todo el mundo descubren sus raíces e identidad en otros países, otras épocas, en un linaje que alcanza a los Apóstoles y a Cristo mismo.
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