La Archidiócesis de México presenta las conclusiones de su XXIII Asamblea Arquidiocesana
Entre los días 12 y el 19 del pasado mes de mayo, la Archidiócesis primada de México celebró su XXIII Asamblea Arquidiocesana, donde se establecieron las pautas y objetivos para revitalizar la labor evangelizadora de una de las diócesis más grandes del mundo: según datos de 2021, los 4,9 millones de católicos distribuidos en algo más de 300 parroquias suponen el 91% de la población total, sobre 5,4 millones de habitantes, según Catholic Hierarchy.
Este mes de julio, la Arquidiócesis ha publicado las conclusiones de la Asamblea, en las que se plasman las cinco pautas que dirigirán la labor evangelizadora de la Iglesia a través de los más de 1.400 sacerdotes, 300 parroquias y otros fieles, iniciativas y agentes de pastoral.
Héctor Mario Pérez Villarreal, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, ha detallado que con la renovación evangelizadora de la Arquidiócesis, se pretende "llevar el evangelio a los alejados; impulsar el cambio de actitud para escuchar con compromiso aquellos que se acercan a la iglesia; y cambiar nuestro corazón para acoger con empatía a quienes llevan experiencias extraordinarias". El obispo auxiliar detalló que el compromiso asumido por la arquidiócesis se trata de un proyecto que pretende renovar la evangelización que se aplicará durante los próximos tres años.
El documento, amplio en gráficas e infografías, es extenso en el desarrollo de los ejes sobre los que se articulará la evangelización y los sectores a los que va dirigido, fundamentalmente las personas en situación de pobreza, los alejados de la Iglesia o la "dinámica eclesial", matrimonios y familias, adolescentes y jóvenes y las llamadas "estructuras de comunión", como parroquias y vicarías.
Las pautas generales de renovación evangelizadora se resumen en cinco puntos:
1º Llevar el Evangelio a las calles "renovará la Iglesia"
Ya desde la primera de las consignas del documento presentado por el cardenal y arzobispo primado Carlos Aguiar Retes, en representación de los más de 1.400 asistentes a la asamblea, se recuerda a los fieles "la responsabilidad de llevar el mensaje del Evangelio a todas las personas, a los que están cerca y a los que están lejos", lo que supone "salir de los templos y comunidades para alcanzar a aquellos que aún no han escuchado la buena noticia".
Compartir el Evangelio, agregan las conclusiones, puede "tomar muchas formas", ya sea sirviendo a los necesitados o participar en misiones globales para llevar el Evangelio "a lugares remotos y marginados": "Esta pauta, si nos atrevemos a asumirla con responsabilidad y compromiso, sin duda renovará la Iglesia".
Las Conclusiones de la asamblea se pueden consultar en la página web de la arquidiócesis de México.
2º Comprender y responder lo que el otro comunica
El segundo de los objetivos pasa por "escuchar a Dios", lo que en el prójimo implica hacerlo "sin juzgar, con atención amante y compromiso". Y hacerlo con compromiso, se agrega, requiere de "una disposición activa para comprender, empatizar y responder adecuadamente a lo que el otro expresa". También "pide estar plenamente presente, enfocarse en lo que la otra persona comunica, apartar las distracciones y mostrar interés genuino en sus palabras y emociones".
Del mismo modo, la escucha con compromiso también "fortalece los lazos emocionales" y promueve una "mayor conexión interpersonal", aspectos "fundamentales" para "presentar el mensaje del Evangelio". Por último, también es determinante a la hora de "resolver conflictos y evitar malentendidos entre los agentes de pastoral y sus interlocutores. Dar espacio para que todos expresen sus puntos de vista y sentimientos puede llevar a propuestas mutuamente beneficiosas".
3º La apertura al prójimo "traerá una renovación eclesial"
La tercera de las pautas lamenta que muchos agentes de pastoral han olvidado el "compromiso evangelizador" de "acoger con empatía", especialmente al dejarse "envolver por las prisas", debido al activismo o a una "pseudo espiritualidad intimista que supone que puede excluir al prójimo de su relación con Dios, nada más alejado de nuestra fe".
Frente a ello, el documento remarca que el esfuerzo evangelizador debe ser "renovado" y, así, "llegar a los no creyentes y acercar a los alejados".
En este sentido, llaman a los fieles y evangelizadores de la Archidiócesis de México a "superar la barrera del individualismo", pues con la "apertura al prójimo", se fortalece la capacidad de relacionarse con los demás o la construcción de relaciones más sólidas. Sin embargo, esa apertura debe estar marcada por una empatía que debe hacer "comprender y compartir los sentimientos y experiencias de los demás, porque en ellos encontramos a Jesús". "Estamos convencidos que las relaciones generadas por la apertura a la experiencia de mi prójimo, sin prejuicios y con compromiso, traerán una renovación eclesial", agregan las conclusiones.
4º La "urgencia" y "necesidad imperiosa" de la formación
El documento hace especial hincapié en la "necesidad imperiosa" de potenciar la formación "integral y gradual" de los evangelizadores. Entre las propuestas señaladas, se encuentra un itinerario por etapas de formación inicial, formación básica, formación específica y permanente.
Ante la "urgencia de la formación", la Asamblea también ha pedido reforzar una formación específica para los ambientes e interlocutores que se busca evangelizar, pues "la Iglesia tiene la responsabilidad de equipar a los discípulos con las habilidades y herramientas necesarias para comunicar el Evangelio de manera efectiva en el mundo contemporáneo".
Junto con la formación específica para la evangelización, se recuerda que "todo cristiano está llamado a llevar una vida personal que le ayude a crecer en su fe", a través de la oración, la lectura de la Escritura y la participación en los sacramentos, lo que "no solo fortalece la fe, sino que también capacita para ser testigos efectivos del Evangelio".
5º El testimonio, "imperativo para la renovación pastoral"
La última pauta remarca que dar testimonio del amor de Cristo "es la mejor y más importante manera de evangelizar", por lo que la Asamblea considera "el testimonio personal y de comunión" como algo "imperativo para la renovación pastoral".
Este testimonio, se afirma, consiste en "vivir de manera coherente" el Evangelio y compartir como el amor de Dios "transforma nuestras vidas. Al compartir nuestras experiencias de encuentro con Cristo y cómo su amor nos ha cambiado, inspiramos a otros a buscar una relación más profunda con Dios".
El documento también destaca que testimoniar el amor de Cristo también se logra "trabajando por la justicia y la dignidad de todas las personas", pero para hacerlo es necesaria "una profunda espiritualidad" que fundamente ese testimonio. Del mismo modo se subraya la importancia de que los fieles tengan "una relación íntima con Cristo" para que el testimonio pueda ser creíble.
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