9 febrero 2018
La Iglesia mantiene en Siria 3 hospitales abiertos que atienden a todos |
Desde hace dos años, la Iglesia Católica en Siria, con el proyecto "Hospitales Abiertos", se ha empeñado no solo en mantener abiertos 3 hospitales católicos (dos en Damasco y uno en Aleppo) sino en atender a todo tipo de personas, incluso a las que no pueden pagar nada por la atención, sean cristianas o musulmanas. Lo hace en un país en el que el 75% de su personal sanitario ha huido al extranjero escapando de la guerra.
En los últimos días la violencia se recrudece en Siria, “con enfrentamientos sangrientos en Ghouta oriental” [aproximadamente 400 víctimas, según algunas fuentes] y “lanzamientos de mortero sobre algunos barrios céntricos de Damasco”, provocando varias víctimas, entre las que se cuentan “incluso niños”.
Hay también “duros enfrentamientos en Idlib”, que provocan “a diario muertos y heridos”, en la provincia central de Hama” y “en el norte, en el área de Afrin”, donde los que atacan son las fuerzas armadas de Turquía.
Mueren más por falta de medicinas que por combates
El nuncio apostólico en Damasco, el cardenal Mario Zenari, describe la situación a AsiaNews: “Se ha constatado que son más las personas que mueren por falta de atención hospitalaria y medicamentos, que por enfrentamientos o bombardeos”.
El cardenal Zenari, nuncio del Papa en Siria, saluda a autoridades musulmanas en Aleppo
Los últimos datos oficiales disponibles, brindados por la Organización Mundial de Salud (OMS), datan de septiembre de 2017 y confirman un agravamiento de la situación. A causa del conflicto sirio, prosigue el nuncio apostólico, la mitad de los hospitales públicos (111 en total) y de los centros de asistencia al enfermo (1806, esparcidos por el territorio) están “completamente fuera de servicio, o trabajan de manera incompleta o parcial”.
“Si el número de víctimas directas del conflicto [estallado en marzo de 2011] – agrega el Card. Zenari- es de aproximadamente medio millón, son muchas más las que han muerto por falta de atención médica”. La situación se aproxima al colapso, también porque [siempre según datos de la OMS] “cerca del 75% del personal sanitario -que abarca médicos, técnicos hospitalarios y enfermeros- ha abandonado Siria. Y éste en un cuadro alarmante”.
La guerra ha causado desesmpleo y el desempleo ha hundido a las mutuas de seguros: sin ellas, muchos se quedan sin atención médica.
Siete de cada 10 sirios viven en la “pobreza extrema”, avisa el Nuncio, y no puede tratar sus problemas de salud.
Hospitales Abiertos: que los enfermos puedan llegar
El nuncio impulsa desde hace 2 años el proyecto Hospitales Abiertos. Vio que había hospitales de religiosas con consultorios sin usar y camas vacías, pese al alto costo de manutención. Se trataba de favorecer que los enfermos pudieran llegar. Incluso los que no pueden pagar nada.
"Cuando un enfermo se presenta en uno de los centros médicos, se evalúa el cuadro de la enfermedad y se verifica su disponibilidad financiera. Si es pobre, se le abren las puertas y se le brinda todos los tratamientos posibles, tanto si se llama Pedro como Mohammed. No se hacen diferencias [de credo religioso] y se les da a todos la bienvenida”. Ayudan a ello desde Italia y otros países occidentales hospitales, asociaciones y entidades católicas.
Es “un hermoso testimonio de evangelización”, agrega el cardenal nuncio, aunque a menudo “parezcan sólo tres gotas en medio del desierto”. “Con este proyecto –concluye el nuncio apostólico- no podemos resolver la emergencia sanitaria, pero queremos continuar siendo, en Siria, un signo de la caridad del Papa Francisco y de la Iglesia”.
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