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terça-feira, 27 de junho de 2023

El cardenal Matteo Zuppi estará en Moscú el jueves y viernes buscando «gestos de humanidad»

El cardenal Zuppi enciende velas en las tumbas de las matanzas de Bucha, en Ucrania
El cardenal Zuppi enciende velas en las tumbas de las matanzas de Bucha, en Ucrania


P. J.Ginés


El cardenal Matteo Maria Zuppi estará en Moscú el día 28 y 29 como enviado especial del Papa, con el objetivo oficial, declarado por la Santa Sede, de "fomentar gestos de humanidad, que puedan ayudar a promover una solución a la trágica situación actual y encontrar caminos para alcanzar una paz justa".

No se había anunciado hasta este mismo martes, probablemente por el caos causado en Rusia por los movimientos de los mercenarios Wagner en Rostov del Don y sus tropas en la carretera hacia Moscú.

Zuppi es el arzobispo de Bolonia y el actual presidente de los obispos italianos. Tiene prestigio como negociador por su participación en 1992 en los procesos de paz de Mozambique, con mediadores de la Comunidad de San Egidio, en unas conversaciones que duraron 27 meses.

Zuppi visitó ya Ucrania el 5 y 6 de junio. Acudió a Bucha, escenario de matanzas contra civiles (que ya visitara meses antes el cardenal Krajewski, limosnero pontificio). Zuppi habló también con Dmytro Lubinets, un activista de derechos humanos, sobre la cuestión de los niños ucranianos llevados a Rusia y los intercambios de prisioneros.

También se entrevistó con delegados del Consejo de Iglesias y otras organizaciones religiosas en el país. En Kiev se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y su gabinete. Ya a su retorno el comunicado vaticano usaba las mismas palabras clave: "Vías para alcanzar una justa paz y apoyar gestos de humanidad que contribuyan a aliviar las tensiones".

¿De qué "gestos de humanidad" se puede tratar?

Zuppi y el vaticano tienen en Moscú a un informador cercano: el arzobispo católico de Moscú es el italiano Paolo Pezzi. En una entrevista a inicios de junio en Corriere della Sera, Pezzi consideraba que "el hecho de que el enviado del Papa fuera a Ucrania y recibiera el consentimiento del Kremlin para venir a Moscú, aunque no sé cuándo, es una señal que no debe subestimarse". La mera llegada de Pezzi a Moscú y que alguien le reciba ya es, para él, "muy importante".

El arzobispo italiano de Moscú añadía: "Que yo sepa, la mediación de la Santa Sede es la única que ha obtenido canjes de presos. Los intentos de ambos lados por sí solos no han llevado a mucho, ni sé que otros, estadounidenses, europeos o chinos, hayan tomado iniciativas similares. A nivel humanitario yo diría que la Santa Sede es la única que está haciendo algo".

(Unos días después se supo de un caso único: 11 prisioneros ucranianos de etnia húngara, que los rusos entregaron a Budapest, parece que por intercesión del responsable de los ortodoxos rusos en Hungría, el metropolita Hilarión, que fue durante muchos años encargado de las relaciones internacionales del Patriarcado).

Así, los "gestos de humanidad" pueden tener que ver con niños, con intercambio de prisioneros y quizá también con sacerdotes católicos detenidos.

¿Dónde están los curas de Berdiansk, Levytsky y Heleta?

Hay que recordar que en las zonas de Ucrania ocupadas por tropas de Moscú, no queda ni un sólo sacerdote católico, ni de rito griego ni latino. La mayoría fueron directamente expulsados, pero al menos dos son prisioneros de las tropas rusas: los sacerdotes gregocatólicos de Berdiansk, padres Levytsky y Heleta, fueron detenidos e incomunicados por los rusos desde noviembre de 2022. Ni siquiera el Nuncio en Ucrania, Visvaldas Kubolkas, ha conseguido acceder a ellos. ¿Lo conseguirá Zuppi?

Sacerdotes católicos de Berdiansk detenidos por los rusos desde noviembre de 2022

Los padres Levytsky y Heleta son sacerdotes católicos de Berdiansk detenidos por los rusos desde noviembre de 2022.

En cualquier caso, es poco elegante que Moscú cuente, dentro de su batería de posibles ofrecimientos, curas secuestrados como rehenes.

Luego está el tema de los niños. El arzobispo mayor de los grecocatólicos ucranianos, Svyatoslav Shevchuk, ha hablado en varias ocasiones de 19.000 niños ucranianos "deportados" o "secuestrados" a Rusia (la última, el 1 de junio, Día del Niño en Rusia y Ucrania).

Shevchuk añadió que "los rusos cambian las fechas de nacimiento y los apellidos de los niños secuestrados para que sus padres no puedan encontrarlos".

Los padres que han quedado en Ucrania tienen muy difícil recuperar a esos niños llevados a Rusia. Incluso si los localizan, las autoridades rusas exigen que vayan en persona a recogerlos a Rusia, a veces a lugares terriblemente lejanos, y sin garantía de que se los devuelvan (cualquier excusa burocrática puede bloquearlo). Si el Vaticano o la Iglesia pueden ofrecer un sistema de intermediación eficaz y, si Rusia acepta, podrían ayudar a reunir a muchas familias.

Otros "gestos humanitarios" tienen que ver con el intercambio de prisioneros, especialmente de heridos, algo que ya se ha realizado en varias ocasiones.

En Kiev, Zuppi tuvo ocasión de visitar autoridades civiles, pero también eclesiales, voluntarios de organizaciones católicas, y de rezar con ellos. Llegará a Moscú coincidiendo con una fecha "muy papista": el jueves 29 de junio se celebra San Pedro y San Pablo y la fiesta del Primado petrino, ocasión para que la pequeña minoría de rusos católicos expresen su esperanza y confianza en la intervención del heredero de San Pedro.

Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218 



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