23 diciembre 2017
La familia de Emad Matti Elias con el P. Samir |
AsiaNews ha entrevistado a dos familias huidas del antiguo bastión del Califato y que todavía, esta Navidad, van a permanecer exilados en el Kurdistán iraquí sostenidos por la Iglesia que “nos hizo sentir como en casa” y contribuyó a nivel material y espiritual. La fuerza de la fe “permanece, mientras que el Isis se fue”, y que los cristianos iraquíes escapados vuelvan para “colaborar todos juntos en la reconstrucción” del país son algunos de los mensajes que dan estas familias cristianas de Mosul. Desde 2014 viven en la parroquia de Enishke (diócesis de Amadiya, Kurdistán iraquí) confiados al P. Samir Youssef. Si bien la lucha contra las milicias yihadistas ha finalizado, quedan todavía muchos problemas y dificultades, entre ellos la reconstrucción de las casas, que impide un retorno en breve.
Los padres de familia Emad Matti Elias, de 64 años, y Asaad Amen Jiarjes, de 47, han ofrecido el siguiente testimonio a AsiaNews:
¿Cómo han vivido este período de Adviento, en preparación de la Navidad?
- Emad: En los primeros tiempos, después de la fuga de Mosul por la llegada del Estado islámico, era difícil vivir la Navidad. Pero, después de nuestra llegada aquí a Enishke, la acogida de la Iglesia local nos ha hecho sentir como si estuviésemos en casa. Y nos ha acompañado en vivir nuestra fe y ayudándonos a prepararnos para la fiesta del nacimiento de Jesús ya sea en modo material y espiritual.
- Asad: Sobre todo a nivel espiritual, participando en el tiempo de oración, a los encuentros, a los cantos de toda la comunidad. Junto a nuestros hijos hemos armado también el árbol, porque siempre es fuente de gran alegría, sobre todo para nosotros que vivimos todavía hoy en una escuela que se convirtió en nuestra casa. Pero, lo que cuenta es la compañía de Jesús. A menudo nos reunimos para leer el Evangelio, cantar, rezar el Rosario (intervienen los hijos, que agregan). El árbol es un símbolo de la Cruz, da el sentido de la vida y no da tanta alegría.
¿Qué significa para vosotros la primera Navidad después de la derrota del Isis?
- E: esta Navidad es muy diversa y significa mucho para nosotros. Es la confirmación que Jesús es la vida verdadera, la vida nueva y que cada mal tiene su fin. El Isis terminó porque el mal no tiene futuro. Esta es realmente la Navidad del amor, más fuerte que la muerte. Es la fiesta de la vida, de la victoria de todos los cristianos. Significa que después de la noche viene el día, después de la oscuridad la luz. Jesús vence siempre cualquier tipo de muerte, de miedo y de mal. No tenemos más miedo por nuestras hijas.
- A: Esta Navidad nos dona fuertemente el sentido de la esperanza. Continuamos viviendo junto a Jesús, porque no solo el Isis, pero ningún tipo de mal puede separarnos de Cristo. Y nosotros continuamos nuestra misión de testigos con Cristo. Esta es la Navidad: Jesús está con nosotros. Estamos muy felices que el Isis ya no esté más, sentimos el amor de Dios en los corazones. Este, el amor de Dios, permanece siempre, no el Estado islámico como gritaban los yihadistas.
¿Cuánto contó la fe en Jesús, en estos años de sufrimiento y lejanía?
- E: La fe fue el punto de partida para soportar todo. La fuerza que nos ha ayudado para continuar a vivir, para recomenzar de cero aquí. Nuestra fe permanece, mientras que el Isis se fue. En estos tiempos de dificultad y lejanía de nuestra casa, la fe y la oración fueron nuestra fuerza. Vivimos nuestra fe a través de la oración, comida del alma. Sin esta fe no habríamos llegado hasta aquí y queremos vivirla hoy participando en todas las actividades.
- A: Nuestra fe fue la primera ayuda, la base para sobrevivir, hemos vivido nuestra fe aquí en Enishke con los fieles de la parroquia; una parroquia que nos ha acogido como si fuésemos sus hijos. Hoy podemos decir con orgullo de no haber abandonado nuestra fe. Y a través de la oración, a través de la Iglesia, el párroco y nuestro padre espiritual “Anuna Samir”, hemos podido experimentar el amor de Dios y que no estamos solos. De cualquier cosa necesitemos, la Iglesia local siempre vino en nuestra ayuda, permitiendo nuestra hijas poder estudiar… querrían ser doctoras para curar a los más necesitadas.
¿Cómo ven el futuro de Irak?
- E: El país está compuesto por regiones muy diversas entre ellas y de etnias diversas, además de encontrarse en una zona no estable. Por esto hay siempre problemas, enfrentamientos. Pero, nosotros esperamos y creemos que el Señor no abandonará a Irak y se encontrará un día la paz, la estabilidad. A veces logramos ser optimistas, confiamos en la Providencia divina y en la protección de la Iglesia. Nos queda el miedo, pero la fe y la esperanza son más fuertes, vencen el miedo y no queremos que nuestros hijos crezcan en el miedo.
- A: hay un futuro para los cristianos en Irak. Muchos países europeos han abierto las puertas a los refugiados, pero yo decidí quedarme con mi familia, no dejar Irak. Esta es nuestra tierra y no debemos dejarla a los extranjeros. Por todos lados hay dificultades y desafíos, yo conozco a familias que han dejado Irak y de hecho no están contentas. Muchos nos han ayudado a permanecer aquí. Hoy hay confianza, tranquilidad y esto deriva también de nuestra fe, no obstante todas las circunstancias nos llevan a tener miedo. Nosotros permanecemos optimistas, fuertes y confiados.
En ocasión de la Navidad, ¿quieren enviar un mensaje a cuántos han buscado refugio en el extranjero?
- E: El mensaje que queremos enviar a ellos es de tener la fe en Dios. Si hubiesen tenido una firme fe en Él, no habría dejado Irak. Cierto, muchos fueron obligados en el pasado, pero ahora es tiempo de volver. Porque esta es nuestra tierra, nuestras familias no son felices en el extranjero. Deben volver y juntos reconstruir Irak. Y llenar con nosotros las iglesias, para festejar.
- A: Yo invito a cuantos está afuera que vuelvan. Esta es nuestra tierra, especialmente cuantos han encontrado refugio en los países alrededor de Irak. Es necesario colaborar todos juntos en la reconstrucción, por esto me auguro que vuelvan lo más rápido posible. En concreto, quiero desear a los cristianos del mundo y en particular a mis hermanos iraquíes, una Navidad lleno de paz.
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