21 diciembre 2017
Los cristianos quieren mostrar con este gesto que quieren echar raíces en su tierra |
El pasado 11 de mayo, comenzaron las primeras obras del proyecto de Reconstrucción de la llanura de Nínive. Para conmemorar este nuevo “resurgir del cristianismo” en Irak, las ciudades de Bartella, Karamless y Qaraqosh (Baghdeda) celebraron la ceremonia del olivo, en la cual varias familias cristianas recibieron un pequeño olivo de manos de los principales representantes de las iglesias cristianas de Irak. “El árbol es un símbolo de algo permanente. Para tener un buen fruto lo primero que tienes que tener es buenas raíces.Los cristianos tienen que estar aquí, tienen que establecerse. Merecen vivir en paz”, afirma el Padre Halemba, uno de los grandes promotores del proceso de reconstrucción.
El regreso, más difícil que la huida"
La unión de las distintas confesiones (siro-católica, caldea y siro-ortodoxa) en el proceso de reconstrucción da una lección de solidaridad y esperanza para todos los que desean volver. Monseñor Timothaeus Moussa Al-Shamany, Arzobispo de la Iglesia siro-ortodoxa de Antioquía, durante la ceremonia en Bartella no ocultó las dificultades del proyecto: "Hace unos meses esperábamos la liberación de nuestras ciudades. Hoy esperamos la reconstrucción. El regreso a nuestras ciudades es aún más difícil que la huida de ellas".
Tras la llegada del autodenominado Estado Islámico en agosto de 2014, los cristianos en el norte de Iraq se han visto obligados a huir de sus casas, solo con lo puesto, dejando todo atrás. Así lo contaba Habib Yuossif Mansuor, de 76 años: “miramos al dolor a la cara. Huimos después de la media noche y dejamos atrás nuestras casas y todo lo que poseemos. Yo tenía una casa de dos pisos aquí, en Karamles, que fue bombardeada y quedó completamente destruida”.
"Queremos vivir unidos"
Desde el 2014, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha estado con los cristianos de Iraq. En la huida, en su situación como desplazados y ahora, cuando están dispuestos a regresar y reconstruir sus hogares. Así lo cuenta Habib: “Todos hablamos el mismo idioma y por eso queremos volver a nuestras ciudades de la llanura de Nínive, como si tuviéramos un solo corazón. Queremos vivir unidos y trabajar como si solo tuviéramos un cuerpo. Damos las gracias al Señor y a Ayuda a la Iglesia Necesitada”.
La última de las ceremonias del olivo tuvo lugar en Telleskuf, la ciudad cristiana con mayor avance en el proceso de reconstrucción (67,37%). 973 familias ya han regresado a sus hogares, lo que supone una gran esperanza para el resto de ciudades y para el proyecto de reconstrucción en general.
Los cristianos de Irak han vivido en condición de desplazados en las zonas seguras del Kurdistán, con la esperanza de, algún día, poder regresar a sus hogares. Gracias a la Iglesia, las familias que llegaron de distintas ciudades de la planicie de Nínive han podido vivir su precaria situación con dignidad.
El tiempo de volver a casa
Como la rama de olivo, los cristianos de Irak quieren echar raíces de nuevo. El padre Halemba defiende de forma constante los derechos de aquellos que perdieron todo excepto la fe, afirmando que “ahora es el tiempo para ayudarles a regresar. El árbol es un símbolo, una invitación: por favor, regresen a sus raíces. Aquí pertenecen ellos, merecen ser felices una vez más en sus calles y en sus casas”.
Tras la ocupación del Daesh 13.000 casas quedaron parcialmente dañadas o totalmente destruidas. Para el resurgimiento del cristianismo en la llanura de Nínive Ayuda a la Iglesia Necesitada ha puesto en marcha la campaña “Ayúdales a volver”, que tiene como objetivo la reconstrucción de 9 ciudades cristianas del norte de Irak.
Si quiere colaborar con la campaña "Ayúdales a volver" de Ayuda a la Iglesia Necesitada, puede hacerlo pinchando AQUÍ
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