27 diciembre 2017
El presidente egipcio no quiere un baño de sangre de cristianos estas navidades |
Las autoridades egipcias no quieren que en su territorio, como ya ha ocurrido otros años, haya un baño de sangre de cristianos durante la Navidad. Con la llegada de las fiestas de año nuevo pero sobre todo de la Navidad copta y de la Epifanía, Al Sisi ha realizado un despliegue de seguridad sin precedentes.
Más de 250.000 policías y soldados deberán garantizar la máxima seguridad en las iglesias durante los oficios religiosos así como de los turistas que visiten el país durante estas fechas.
Los coptos, nombre dado a los cristianos de Egipto, constituyen entre el 10 y el 12% del pueblo egipcio y conforman la comunidad de cristianos más grande del país, además de ser la más antigua del Oriente Medio. Ellos celebran la Navidad en dos fechas; los católicos la festejan el 25 de diciembre, siguiendo el calendario gregoriano, en tanto los ortodoxos la celebran el 7 de enero, según el calendario juliano, más antiguo.
Nueva catedral copta
Además, este año será el primero que la Misa de Navidad de los coptos ortodoxos, la inmensa mayoría de los cristianos egipcios, se celebrará en la catedral que se está construyendo en la nueva capital administrativa, situada a unos 40 kilómetros al este de El Cairo.
Según informa AsiaNews, se trata de un recinto de unos 60.000 metros cuadrados, el más amplio de Oriente Medio, una primera capilla está destinada a albergar a miles de fieles, y, junto a las otras, el total de feligreses puede llegar a ser de 8.200. Como anexos, cuenta con un garaje en el sótano, salas para actividades y reuniones, y la sede del Papa copto, sucesor de San Marcos Evangelista. En el exterior, el edificio estará flanqueado por dos grandes campanarios, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Una turba ataca una pequeña iglesia
Pese al despliegue previsto, una iglesia egipcia ya ha sido víctima de una turba de musulmanes radicales. Se trata de la iglesia de Amir Tadris (que toma su nombre del mártir cristiano decapitado bajo el Imperio romano), en la pequeña localidad de Kafr al Wasline, al sur de El Cairo, que fue atacada y profanada el 22 de diciembre.
Tras la oración del viernes, cerca de 5.000 personas salieron de la mezquita del pueblo para cercar la única iglesia del lugar. Cientos de ellos la invadieron, rompiendo todo lo que encontraron en su camino: bancos, sillas, ventiladores, micrófono, vestimentas litúrgicas, cruces e íconos o libros sagrados.
Algunos fundamentalistas hicieron circular el dato de que se estaba proyectando la construcción de un campanario. Esto desencadenó la ira de los musulmanes, que se reunieron frente al edificio para oponerse a la decisión con el uso de la fuerza.
El llamamiento fue publicitado con anterioridad en Facebook, anunciando la fecha y la hora del ataque, y los agentes de seguridad fueron informados de ello. Pero el día fatídico, el escenario se realizó como estaba previsto, sin intervención alguna de las fuerzas de seguridad que, según refieren algunos testigos, estuvieron desaparecidas: se atacó la iglesia y al benefactor que había donado el terreno de la casa al Patriarcado copto ortodoxo.
Él y tres miembros de su familia resultaron heridos y fueron trasladados al hospital. A través de las imágenes filmadas por un teléfono móvil se registraron acusaciones contra nueve sospechosos, que fueron detenidos temporalmente. A la espera del fin de las investigaciones, las fuerzas de seguridad interrumpieron todas las actividades religiosas bajo el pretexto de tutelar la seguridad social de los habitantes del pueblo. Por este motivo, los coptos no podrán celebrar la misa de Navidad.
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Good luck!
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